Señor Director.
Jorge Terrones publicó una reseña en La Jornada Aguascalientes del 15 de septiembre (http://www.lja.mx/2012/09/a-a-the-insolence-of-office/ ) donde afirma que en el pasado Coloquio Mundo Contemporáneo yo no llevé una ponencia preparada ni “ensayada”. (sic). Es intrigante que alguien mienta con tanta impunidad para circular en la esfera pública una acusación finalmente, tan banal. Es la extravagancia del caso lo que me obliga a reaccionar. Como puede comprobarse en la documentación sobre el evento que flota en la red, yo tuve todo el tiempo frente a los ojos una ponencia que, de hecho, era demasiado larga y debí acortar en varios puntos: un texto que contenía trozos importantes en inglés, que debí traducir en vivo, pues el tema de mi presentación era mi trabajo en un evento en el extranjero. Dada la improvisación o el carácter oral de otras presentaciones que me precedieron, hubiera sido perfectamente posible que el público o los críticos del evento se quejaran mas bien de que mi intervención fue excesivamente académica.
Si Terrones me atacara diciendo que mi texto o ideas son monstruosas, sería del todo legítimo: tendría entonces que fundar su crítica en alguna clase de referencia a lo que presenté, lo que lo obligaría a enfrentarse en materia de contenidos. Su crítica sería, por consiguiente, materia de opinión. En lugar de ello plantea un escenario que los públicos que han tenido que sufrir mis ponencias a lo largo de los años, saben muy bien que es improbable.
Una de dos: o Jorge Torrones no asistió al evento que crítica, y sus informantes lo llevaron a confundirme con algún otro presentador que, en efecto, no llevaba apunte alguno, o su ataque tiene que ver con arrastrar al evento en cuestión a una manipulación oscura que, como foráneo, no estoy capacitado para descifrar. El mero hecho de que piense que las ponencias académicas se deben “ensayar” antes de presentarlas, es motivo suficiente para pensar que en su columna-calumnia hay algo descompuesto.
Me toca advertir a lectores, directivos y colegas que el periodista en cuestión abusa de la confianza de La Jornada.
Atentamente
Cuauhtémoc Medina
Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM
Jorge Terrones es un pésimo “periodista” (sic): Cómo puede decir que el conferenciante no preparó su ponencia, cuando de hecho, según las propias palabras del ponente, ese trabajo fue escrito para otra audiencia, en otro idioma y tuvo que ser traducido en tiempo real para el nuevo público, además de que dada la improvisación y el carácter oral de los demás ponentes, Medina decidió improvisar un poco:”Como puede comprobarse en la documentación sobre el evento que flota en la red, yo tuve todo el tiempo frente a los ojos una ponencia que, de hecho, era demasiado larga y debí acortar en varios puntos: un texto que contenía trozos importantes en inglés, que debí traducir en vivo, pues el tema de mi presentación era mi trabajo en un evento en el extranjero. Dada la improvisación o el carácter oral de otras presentaciones que me precedieron, hubiera sido perfectamente posible que el público o los críticos del evento se quejaran mas bien de que mi intervención fue excesivamente académica.”
Shame on you, Terrones.