No obstante de los esfuerzos por “dignificar” los espacios públicos en las comunidades y así “tener un Aguascalientes más bonito”, según la alcaldesa, los trabajos dejaron de lado otras tareas de limpieza menos mediáticas, menos vistosas, pero que en igual o incluso mayor grado de necesidad deben atenderse. A no más de 200 metros de donde las cuadrillas de limpieza y la gente de la comunidad se reunieron a barrer la tierra de la carretera, se encuentra la orilla de San Antonio de Peñuelas, sobre la calle Emiliano Zapata que desemboca a campo abierto; justo donde termina el pavimento, el terreno baja de nivel y esa ladera se convirtió en un tiradero de basura y escombro. El trabajo es bastante en muchas zonas y se requiere del esfuerzo de todos los habitantes de las comunidades para, de entrada, evitar que su entorno se contamine y deteriore, así como del apoyo de las autoridades para incentivar la cooperación conjunta y no dejar desatendidas áreas que requieren cuidado para así hacer que programas como el de Todos Juntos Limpiemos Aguascalientes adquieran un sentido más integral.