Algunos hogares de Aguascalientes reciben una cantidad importante de recursos por transferencias generadas por instituciones públicas o privadas; por personas o familiares que viven en otros domicilios u otros países y que debe considerarse para efectos de apreciar al detalle su vulnerabilidad real.
La Encuesta Intercensal del Inegi captó por primera vez información de los hogares, en donde al menos alguno de sus integrantes recibió dinero de: 1) de personas que viven en otro país, 2) de alguien que reside en otra vivienda, 3) de programas sociales como el de Adultos Mayores o el de Apoyo Alimentario o proveniente de becas escolares o 4) por jubilación o pensión. Es decir, por transferencias de recursos monetarios.
Actualmente, de cada 100 viviendas aguascalentenses, en 37, al menos una persona de la misma se benefició con algún tipo de percepción económica diferente al trabajo. La mayoría de quienes perciben ingresos por este concepto pertenecen a los deciles de menores recursos, lo que favorece su poder adquisitivo y a la circulación de efectivo en el mercado interno. Al menos en remesas se recibe un millón de dólares diarios.
Durante el 2015, la fuente principal de ingresos monetarios, diferente al trabajo, que recibió al menos uno de los integrantes de los hogares de Aguascalientes, correspondió a programas sociales del gobierno tales como: Prospera, Oportunidades o el de Adultos mayores, entre otros. La jubilación o pensión es la segunda fuente de percepción de dinero en los hogares con el 14.3 por ciento; seguida de la contribución económica que aportan las personas que residen en otra vivienda, pero dentro del país, con el 7.5%, en menor proporción pero en cantidades importantes, es el ingreso monetario que llega a las viviendas a través de las remesas, es decir de las personas que residen en otro país con el 7.1 por ciento.
Es importante saber que las transferencias monetarias son superiores en hogares ubicados en localidades menores de 2,500 habitantes. La concentración del ingreso, una vez consideradas las transferencias, se presenta atenuada: de un coeficiente de Gini de 0.491 se reduce a 0.438 (mientras más se acerca a la unidad la concentración es mayor y cercana a cero es menor). La modificación es menor de la esperada y colaboran a tenerla transferencias que no provienen del estado, tanto en dinero como en especie.
El caso de las remesas es emblemático. Las cantidades enviadas se subdividen entre miles de familias, por lo que se puede decir que apoyan la economía familiar más propensa a presentar desigualdades, dado que las aportaciones significan una de las más importantes fuentes de ingreso si no es que el único.
Porcentaje de Hogares, según fuente de ingreso monetario diferente al trabajo
Fuente: Encuesta Intercensal 2015 del Inegi
En general, se puede decir que en México las políticas públicas que el estado ha promovido, buscando mejorar las condiciones de los más vulnerables, han tenido un resultado más bien desigualitario. Porque se ha observado un intenso proceso de desigualdad social que prácticamente no se ha modificado en más de veinte años, de acuerdo con la Enigh de Inegi; y no se visualizan perspectivas de mejoramiento en la repartición de la riqueza, al menos en el corto plazo. Las razones son muchas, pero las políticas económicas, laborales y sociales recientes, han tenido resultados contraproducentes e incluso perversos. No solo no han tenido el resultado esperado, al contrario, han profundizado más la inequidad.