- Es un ejemplo de la violencia que viven todos los días las mujeres no apegadas a la normativa de femineidad
- Lo más lamentable son las expresiones de odio a través de las redes sociales: Chuy Tinoco
Las agresiones contra la senadora Ana Gabriela Guevara son un ejemplo de la violencia que viven todos los días las mujeres no apegadas a la normativa de femineidad asignadas por el pensamiento patriarcal, lamentó María de Jesús Corona Tinoco, mejor conocida como Chuy Tinoco, representante del Movimiento de Acción Lésbica de Aguascalientes.
Derivado de las agresiones recibidas en el Estado de México por la senadora Ana Gabriela Guevara, quien fue golpeada por cuatro sujetos en una carretera, el Movimiento de Acción Lésbica de Aguascalientes le envió una misiva a la senadora para hacerle saber su apoyo.
La representante de la asociación Chuy Tinoco calificó las agresiones recibidas por la senadora como un acto de odio completamente grotesco no sólo hacia ella, sino al resto de las mujeres en toda su diversidad.
Las agresiones son también, dijo, un ejemplo de la inseguridad que hay en el país hacia las mujeres y de la impunidad, “no es posible que a una mujer le ocurra esto y que nadie haya hecho absolutamente nada porque no hay vigilancia, a pesar de que el gobierno del Estado de México es el que tiene el mayor número de elementos policiacos”.
Lo más lamentable del asunto, expresó, son las expresiones de odio que han surgido tras la golpiza contra Guevara a través de las redes sociales, de quienes justifican el acto por la supuesta falta de femineidad de la víctima, “es muy triste e indignante; no hay elementos para ejercer la violencia, la pudieron haber matado”.
Estas expresiones son un ejemplo claro, apuntó, de lo que viven las mujeres la diversidad en todo el país, principalmente hacia mujeres que no cumplen con los cánones de femineidad que se les asignan, “más allá de la orientación sexual en México, a una mujer no se le permite ser fuerte… la senadora tiene un historial de ataques del sistema heterosexual, a ella le aplicaron pruebas de femineidad para ver si era mujer cuando era atleta olímpica”.
“Esta es una vez más una forma de castigo para las mujeres que no son ni femeninas ni heterosexuales, pues más allá de la orientación sexual, los actos de violencia se reflejan en la apariencia.”