Aunque puedo decir que es mi serie favorita, es verdad que la última temporada (la de 2007) fue un bajón de calidad debido al cambio de guionistas, pero el cierre fue el ideal (y el que todo fan imagina): una toma a Lorelai y Rory desde el vidrio en la cafetería de Luke, tomando café y hablando rápido como siempre. Era un final perfecto y ambiguo que nos aseguraba que la vida de estas mujeres seguiría incluso fuera del aire.
Muchos disfrutamos la programación original pasando de secundaria, prepa y universidad, así que el proceso de Rory de los 15 a los 22 años lo vimos un tanto natural (de hecho GG bien podría ser Girlhood) con todo lo que implica el primer noviazgo, cambiar de escuela, descubrir gente de otra clase social, tener trabajo y ver crecer a nuestros padres. A la distancia, ciertamente no es tan radical la transformación de Rory, ya que a las 22 seguimos siendo unos niños y apenas rascamos nuestra vida adulta, especialmente mi generación, en donde abundan los quinceañeros de 29 años (en serio, esa gente que sus padres les pagan el auto).
En el revival, que tiene por subtítulo A Year in the Life, vemos a Rory con 32 años y con una carrera más o menos exitosa com redactora freelance en medios como The Atlantic o New Yorker, además de una abultada chequera gracias a la herencia de su abuelo o el éxito financiero de su madre, que continúa siendo una exitosa empresaria con su hostal. La vida de Lorelai ha cambiado un poco menos, vemos que sigue con Luke pero antes ya había sucedido lo mismo. Es feliz. En los 32 años de Rory, pasó de ser niña rica vuelta mucama a dueña de un negocio boyante, además de que prácticamente está casada con Luke, un buen tipo que la entiende y deja ser. Comienza el revival y vemos que la vida siguió. Mi problema es rumbo al cierre del evento de cuatro partes, no es un año más (premisa que amé) sino un año crucial y de hecho, con conclusiones lógicas. Es mejor a veces un final tipo Sopranos que tener un closure.
Los creadores originales aquí nos plantean el cierre de un ciclo en un hecho poco visto en la televisión, regresando luego de 10 años en una plataforma que ni siquiera figuraba cuando terminó la corrida original. Es raro, es hermoso y devastador, porque sabes que la vida siguió en Stars Hollow (y con Emily, la tercera Gilmore) pero ahora va a cambiar, para bien y radicalmente. Lloré y fui feliz por las chicas. No más cenas de viernes por la noche.
No sé si quiero más episodios, porque aunque sean cuatro por año, finalmente habrá más cierres. Es duro. Ya me imagino cuando hagan los de Gossip Girl o The O.C., será fuertísimo.
Bocadillo: 3%, en Netflix, es televisión que deberías estar viendo. Es una distopía young adult con un elenco multirracial propio de la región donde se produce: Brazil. Es un serial que se toma demasiado en serio, de una hora y con una dirección única.
@masterq | bocadillo.mx