- Magela Baudoin, Pablo Katchadjian y Eduardo Varas charlaron sobre colegas de otros países, y debatieron sobre los términos “tramposos” como el concepto Latinoamérica
El escritor argentino Pablo Katchadjian prefiere no utilizar la palabra “Latinoamérica”, al menos no en el terreno de la literatura, pues le parece una trampa para pensar que a los escritores de esta región los unen los temas en común. Y es que, en términos literarios, la relación es con la lengua, que en nuestros países “tiene un bajo nivel de sedimentación” comparada, por ejemplo, con el castellano que se habla en España desde hace más tiempo. Lo anterior fue dicho por el argentino durante la mesa Imprescindibles latinoamericanos contemporáneos, en mi librero, organizada como parte de las actividades del pabellón de América Latina, Invitada de Honor de la 30 Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Acompañado por la boliviana Magela Baudoin, el peruano Eduardo Varas y el colombiano Felipe Restrepo, Katchadjian recordó: “Un poeta armenio me decía que en su idioma las palabras tienen capas, tienen historia, porque lo hablan desde hace unos tres mil años, y para nosotros no es así. Leer a contemporáneos sirve porque trabajan con el material con el que vos trabajás, es como una labor de científico. ‘Ah, mira lo que encontró él, si corta la palabra a la mitad, pasa algo’, o ‘puso tres palabras seguidas y pasa algo’. Los poetas trabajan así, y por eso leo a poetas contemporáneos”, agregó el escritor argentino que viajó a Guadalajara en medio de la polémica por el fallo del juez argentino Guillermo Carvajal, quien determinó que con la obra El Aleph engordado, Pedro “defraudó los derechos de propiedad intelectual” de la obra literaria de Jorge Luis Borges. Del asunto, Katchadjian no ha dicho una palabra, aunque desde la inauguración de la Feria, el argentino-canadiense Alberto Manguel mostró su apoyo a Katchadjian, ya que éste “hizo con Borges lo que Borges hizo con Cervantes en el Pierre Menard”.
Felipe Restrepo lanzó la primera pregunta para que los escritores compartieran a sus autores latinoamericanos preferidos. Magela Baudoin llevó una lista de autores que difícilmente se encuentran en Bolivia, ya que, dijo, es un país que no está conectado con el circuito internacional editorial. Entre los que mencionó están la cuentista boliviana Giovanna Rivero; los mexicanos Alberto Chimal, Guadalupe Nettel, Valeria Luiselli; los argentinos Federico Falco, Mariana Enríquez; las ecuatorianas Gabriela Alemán o María Fernanda Ampuero; y la chilena Alejandra Costamagna.
El ecuatoriano Eduardo Varas señaló que le satisface más leer que escribir, y dijo que era difícil dilucidar si había algo regional que identificara a los escritores latinoamericanos.
Desde el inicio de la charla, Pablo movía sus pies y sus dedos, inquieto. En su primera intervención dijo: “¿Cuál era la pregunta?”. En sus respuestas Katchadjian decía constantemente “Ya me olvidé que iba a decir, ah, sí, ya…”. “Siento que lo que debo decir hoy ya lo dije en la mesa de ayer”, o cuestionaba lo que se comentaba en la mesa. El colombiano Felipe Restrepo lo interrumpió en broma: “Pablo, tú quieres caos”. “Caos, sí”, respondió el argentino.
Con información de la FIL de Guadalajara