No sé exactamente cuántas salas de concierto existan en México, no me refiero a teatros o auditorios, que evidentemente hay cualquier cantidad, me refiero específicamente a la sala de conciertos, a riesgo de equivocarme me atrevería a decir que sólo contamos con una, la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario en la Ciudad de México, sede de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, esta es una auténtica sala de conciertos como marcan los cánones, no es para ópera, ni para ballet, no es un lugar para conciertos de rock o jazz masivos, es específicamente para conciertos sinfónicos, está hecho para este fin, fuera de este templo musical no hay en toda la geografía nacional otro sitio de similares proporciones.
Evidentemente hay teatros de prestigio incuestionable, como es el Teatro Juárez de la ciudad de Guanajuato, el Palacio de Bellas Artes en la capital del país, el Teatro Degollado en Guadalajara o el Diana en esa misma ciudad, el teatro de la Paz en San Luis Potosí o el teatro de la República en Querétaro, en fin, inútil mencionar todos. Aquí en Aguascalientes contamos con teatros de gran importancia en la actividad política y cultural de México, como el Teatro Morelos y el Aguascalientes entre otros que conforman la oferta cultural de nuestra ciudad.
Hay también grandes auditorios y arenas deportivas que pueden adaptarse sin el menor problema a las necesidades de una actividad cultural, generalmente conciertos, entre estos tenemos la arena Monterrey, la arena Ciudad de México y en esta misma ciudad el Auditorio Nacional, el auditorio Telmex en Guadalajara y así podemos contar una buena cantidad de escenarios como polyforums en donde se desarrolla, sin duda, una intensa actividad cultural, pero la sala de conciertos como tal, insisto, a riesgo de equivocarme, sólo tenemos una en toda nuestra extensa geografía, la sala Netzahualcóyotl de la UNAM, cuya arquitectura está inspirada en el Berliner Philharmonie de Berlín, sede de una de las mejores orquestas del mundo, la Filarmónica de esta ciudad, pero nada más, nuestra orquestas como la Sinfónica de Aguascalientes, suelen ofrecer sus conciertos en teatros o auditorios que en todo caso están pensados en ópera, ballet.
La sala de conciertos, como la todas las sedes de cualquier expresión cultural, es por definición un lugar en donde se puede transformar la realidad y mejorar lo que vivimos todos los días, al entrar a una sala de conciertos estamos ingresando a una realidad distinta en donde, por lo que sucede ahí, podemos tener esperanzas de que todo, a pesar de lo que cotidianamente vivimos, puede y debe ser mejor, una sala de conciertos es un lugar mágico en donde por lo que pasa, sobre todo por lo que escuchamos, tenemos la posibilidad de ser mejores personas, seres humanos más sensibles y menos indiferentes al sufrimiento ajeno, la sala de conciertos es un templo en donde adquirimos las herramientas necesarias para salir de ahí redimidos e inspirados a ser mejores y saber que la vida es algo que definitivamente vale la pena, a pesar de todo lo que sucede afuera de esta maravillosa realidad. No podemos ser los mismos cuando llegamos a una sala de conciertos y nos disponemos a entrar y a escuchar a los predicadores que desde el escenario nos obsequiarán la música más bella que la humanidad ha podido crear, no podemos ser los mismos a cuando salimos de ahí, ya la magia de la música nos ha tocado y con toda seguridad algo se movió en nosotros que nos hizo ser mejores personas, ya no soy el mismo que llegó un par de horas antes y presentó su boleto de acceso a la sala, al que salió de ahí ya purificado por los ineludibles beneficios y encantos de su majestad la música.
Pues bien, considerando toda esta situación resulta casi incomprensible que en todo nuestro extenso territorio nacional solamente contemos con una verdadera sala de conciertos, por eso es motivo de regocijo y, por qué no, de presunción que en Aguascalientes se esté construyendo un templo de esos que llamamos salas de concierto, está ubicado en el complejo del MECA, Macro Espacio para la Cultura y las Artes, es una sala que será la sede de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, es una sala con todo los requerimientos de este tipo de edificaciones, el edificio, que podemos ver impresionante en la avenida Gómez Morin nos proyecta una verdadera majestuosidad, todo está muy bien, pero hay cosas que a todos los que amamos la música nos deben preocupar, y es la cuestión de la acústica, no podremos saber con certeza cómo será hasta que este espacio esté terminado y se estrene con la Sinfónica, hasta entonces podremos saber si esta es lo que esperamos, en cuanto a la estética del lugar, no existen dudas, es un lugar muy bello y digno de nuestra máxima entidad musical, quizás habría que lamentar su capacidad, sólo es para 754 personas contando las butacas dispuestas para el coro, pero como no siempre hay coro, estos lugares podrán ser ocupados por el público, exactamente como sucede en la sala Netzahualcóyotl. En efecto, me parece una capacidad muy reducida para el poder de convocatoria de nuestra Orquesta Sinfónica, si bien es cierto que el promedio de asistencia es de más o menos 800 personas, sabemos que los llenos, por fortuna son frecuentes, para lo que habría que hacer seguramente dos funciones, no sé, pero sí tiene una capacidad reducida, sobre todo si lo vemos a largo y mediano plazo, pero bueno, como sea, finalmente tenemos en Aguascalientes una verdadera sala de conciertos, y eso, créeme, es de celebrarse.