Retórica chilanga / De imágenes y textos - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Ya chole, chango chilango, que chafa chamba te chutas, no checa andar de tacuche y chale con la charola. Tan choncho como una chinche, más chueco que la fayuca, con fusca y con cachiporra te pasa andar de guarura. Así retrató Jaime López a los agentes judiciales que nos cuidan a lo largo y ancho de esta hermosa República Mexicana, porque así es, no se crea, estimado lector, que estos personajes sólo habitan en la ahora CDMX, los veremos buscando por todos lados a Tomás Yarrington ¿lo recuerda? El del tricolor. La Subprocuraduría de Investigación Especializada de Delincuencia Organizada (Siedo) lo acusó en 2012 de haber llegado a la gubernatura de Tamaulipas con dinero del crimen organizado, cuatro años después la PGR ofrece quince millones a quien proporcione información de tan destacado político mexicano, misma cantidad que pone en la cuenta bancaria de quien de información sobre Javier Duarte de Ochoa. Ahí es donde entran en acción los guaruras de fusca y cachiporra, tan chonchos como una chinche no pueden ir tras los malandros de cuello blanco, tenga cuidado porque si usted le da un aire a uno de esos buscados personajes se lo andan cargando, que le hace que después le digan “usted perdone” no es aquel.

Mejor yo me echo una chela y chance enchufo una chava, chambeando de chafirete me sobra chupe y pachanga. Si choco saco chipote, la chota ni es muy molacha, chiveando a los que machucan se va en morder su talacha.

La bronca es que los chafiretes acá en la tierra de la gente buena, (para qué…) no tienen respeto por nada, si chocan sacan chipote y no aplican “el que pega paga” y ahora empoderados sus patrones, pues se dieron por terminadas las mesas de diálogo entre las cabecillas de la Alianza de Transportistas Urbanos y Suburbanos de Aguascalientes y los representantes de la Secretaría General de Gobierno y de la Secretaría de Gestión Urbanísticas y Ordenamiento Territorial. Ahora el mal servicio costará $7.50, ni el metro de la capirucha con todo y la apretujada cuesta eso, y mire que el servicio por lo menos es rápido, por cinco varitos se sube en CU y se puede bajar hasta Indios Verdes, de sur a norte en las dimensiones chilangas son palabras mayores. Pero acá en “minilandia” el banderazo en los excelentes taxis será de 12 varos, espero que por lo menos no huelan feo y estén en buen estado, además del curso obligado de modales al chafirete en turno. Las combis 1.50 más, dicen que los harán firmar una carta compromiso donde se les obligará a renovar el parque vehicular.

No manches, dice la changa, al choro del teporocho, enchifla pasa la pacha. Pachucos cholos y chundos, chichinflas y malafachas, acá los chompiras rifan y bailan el tíbiri tábara. El año pasado el congal del chompiras El Preciso gastó 9 mil 619 millones de varos para verse bonito en la telera, nueve veces más de lo que se gastó en Escuelas de Calidad. Pero ni aun así suben sus votos con la chilanga banda y con el resto de la flota de todo el país; si no le pasas a la raza por más que le inviertas varo nada va a cambiar. Que le ponga más feria si quiere que hablen bien de él, de todos modos acá los chompiras rifan y bailan el tibiri, tabara, ni con un te por ocho en la madrugada, ni con eso mi compa el Preciso podrá salvar ya su imagen.

Mi ñero mata la vacha y canta la cucaracha, su choya vive de chochos, de chemo, churro y garnachas, Pachucos cholos y chundos, chichinflas y malafachas, acá los chompiras rifan y bailan el tíbiri tábara.

Baila tíbiri tábara el otro Duarte, César quien tiene claro en su choya que la lana es la que rifa para poder ser tan poderoso como el chompiras, El Preciso pues; hace unos días salió a la luz que su gobierno vendió más de la mitad de la reserva territorial del Estado Grande a precio de buen fin, además, ya sabe, tranza y avanza, tranza y avanza pero si algo sale mal botiquín seguro y creo que ya salió el peine, sus transacciones comerciales fueron irregulares lo cual provocó un quebranto de mil 500 millones de pesos del guardadito de Chihuahua. Qué pero le pone a la raza, chin chin al que raje, chin chin a Carlos Borruel por andan denunciando al compita César, nomas porque dice que tiene hueso en la polaca, dice que es director de la Comisión Estatal de Sueldo (Coesvi). Ahí le va el modus operandi, un changarro de lujo, una empresa pudiente ofrecía un monto por las tierras para después retirarse de la negociación. Luego otro valedor con feria en la buchaca prestanombres de los primeros ofrecía menos varo para así quedarse con las tierritas.

Qué mentes, no cree, no cabe duda que el César mataba la bacha para inspirarse y le entraba a las garnachas para no gastar de más y tener feria para hacer tranzas.

La realidad no cambia, nuestra cultura tan jocosa se refleja en el caló de nuestro hablar, de nuestra música, en nuestro caminar y hasta en la forma de saludar, en diferentes estadios los mexicanos nunca dejaremos de comportarnos así, aun sin ser etiquetados como “chilangos”, lo somos. Fresas, intelectuales, pachucos, cholos y chundos, hippies, hipsters, nacos, rockeros, poperos, hiphopperos, veganos, teporochos, malafachas, pero al fin chilangos; somos los que actuamos como actuamos, no me diga que apuntarle con un láser al rostro con todo y casco del quarterback de los Texans de Houston en una transmisión internacional de la liga deportiva más organizada del mundo habla de lo refinados que somos, o lanzar avioncitos desde el último piso del estadio durante el mismo evento, o gritar el ya conocido grito “homofóbico” al pateador de los Texans en sus diversos despejes…  

Tranzando de arriba abajo, hay va la chilanga banda, chin chin si me la recuerdan, carcacha y se les retacha.


[email protected] | @ericazocar


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