Estambul. En medio de la conmoción y la sorpresa por la victoria electoral de Donald Trump, se extendía hoy la preocupación entre los musulmanes en Estados Unidos porque el presidente electo tuvo una visión negativa de su comunidad y fue apoyado por sectores antislámicos de la sociedad estadunidense.
“Para muchos de nosotros esto no era simplemente política normal. Era acerca de la seguridad de nuestras familias y comunidades. Por eso es realmente atemorizador”, consideró Shadi Hamid del think-tank Brookings Institution y quien escribe sobre asuntos islámicos.
Hamid, en manifestaciones vía Twitter, se refirió a la preocupación por sus padres y dijo: “Por primera vez en mi vida, lloré por política”.
Una mujer sirio-estadunidense, de algo más de 20 años y que vive en el Medio Oeste, también manifestó su inquietud por su comunidad. Su estado votó por Trump y también hubo preocupación sobre un repunte de la violencia contra los inmigrantes.
“Estoy tan preocupada por mis padres”, contó, pidiendo no ser identificada. “Mi padre no puede ser un refugiado nuevamente. Mudarse nuevamente lo mataría”.
A través de las redes sociales, mujeres musulmanas reportaron que sus madres las llamaban para rogarles que se quiten el hiyab, pese a sus firmes convicciones de que el Islam insiste en que el cabello quede cubierto.
En diciembre pasado, Trump se declaró a favor de establecer una prohibición “total y completa” al ingreso de musulmanes en Estados Unidos. Esta declaración indignó a los liberales, pero también generó inquietud entre conservadores, incluyendo republicanos.
Los analistas que normalmente reportan sobre el caótico Cercano Oriente dirigieron esta vez su mirada hacia adentro, y notaron que líderes del Ku Klux Klan estaban celebrando la victoria de Trump. Por lo tanto, se preguntaron si estas voces tendrán influencia durante la próxima administración.