- El clown es un género que muy pocos países han impulsado y para el cual el artista debe prepararse, señalan
- Los alumnos deben aprender la estructura de improvisación desde el clown para realizar presentaciones sin guión preestablecido
Fernando Córdova se remontó a sus inicios en el clown, hace 18 años, cuando a la figura del payaso se le veía como un artista de segundo nivel, un mero animador de fiestas y entretenedor, mientras en una función de circo había un cambio de vestuario tras bambalinas y al querer estudiarlo descubrió que en México no había maestros, escuelas ni información acerca del payaso: “En países como Inglaterra se le estaba dando un carácter grande y amplificaban su figura; en Estados Unidos lo retoman y la amplifican aún más. México ve esto y copia la forma, pero no el fondo. Se copia la nariz, la peluca, los grandes colores, las voces chillonas, pero sin entender la esencia del payaso, es así que a nivel teatral y dramático no le dan el valor que merece. A un payaso sólo se le veía en el circo, la calle, pero no en el teatro”.
Indicó el actor especializado en clown que en México, en años recientes, el payaso empezó a tener más implicación y conexión en la vida diaria, esto debido a grandes artistas clown que han trabajado durante años, en un principio a la sombra de acróbatas o malabaristas.
Planteado para personas con conocimiento de la técnica de clown, Fernando Córdova impartirá en la Ciudad de México el taller Improclown: “¿Qué le sucede al payaso profesional de la calle?, como no hay estructuras teatrales ni formas, la gente se inventa formas de crear material de manera acelerada; este taller busca enseñar a los asistentes una técnica muy sencilla para que puedan crear escenas clown al momento, sin un guión preestablecido”.
Explicó que en el teatro de improvisación se crea y sigue una historia, lo que no hace un payaso generalmente, pues lo que realiza tiene conexión con el público, por lo cual el improvisar puede ser un gran reto. “Este taller le puede ayudar a la gente a crear material constante sin necesidad de sentarse a generar dramaturgia durante horas y lo peor, no conseguir nada”.
La primera acción del taller consistió en que los participantes compartieran sus conocimientos sobre el clown, para situarlos en un mismo contexto y marco teórico: “Desarrollaremos las habilidades que se requieren para improvisar con dinámicas teatrales con las que la gente trabajará el movimiento, juega, escucha sus emociones e impulsos orgánicos para hacer lo que quiere su cuerpo, y estar conectados con el presente”, explicó.
Agregó que en el taller se hace mucho trabajo, ya que actualmente la gente está desconectada de su cuerpo y sus emociones. “Las personas sólo viven en su cabeza, en el futuro o el pasado, es muy raro encontrar gente que esté conectada con el presente, busco que se reconecte con su ser y vea cuál es su necesidad, su juego, su lógica”.
El contenido del taller comprende el que los alumnos aprendan una estructura de improvisación y profundizar en la inmersión del juego. Fernando Córdova indicó que el objetivo del taller es que las personas se interesen en la profesionalización, aprendan de forma significativa, pero también formen comunidad.
Sobre el Encuentro Internacional de Clown, Fernando Córdova lo describe como un gran proyecto que puede acercar al público al teatro: “Realizar espectáculos de clown en espacios teatrales reconocidos que cuentan con toda la imaginaria teatral es increíble, ya que al payaso sólo se le daba o las pistas de circo o la calle. Es una gran iniciativa que valora y pone al payaso como una técnica artística teatral”.
Con información de la Secretaría de Cultura