- Estas manifestaciones de violencia son el síntoma del nivel de ruptura de las reglas de contención social
- México se ha deteriorado también en materia de derechos humanos
- Legalización de las armas de fuego multiplicaría la violencia como ocurrió en Colombia
La confianza en las instituciones y el deterioro en el aparato de justicia del país han propiciado la oleada de linchamientos que han ocurrido durante 2016 en todo el país, según el caricaturista editorial, Rafael Barajas, el Fisgón.
El colaborador de La Jornada habló sobre la oleada de personas que han optado por tomar la justicia por su propia mano, la cual ha crecido en el país durante lo que va del 2016; este fenómeno se debe a una falta de certidumbre en las instituciones y al deterioro de los aparatos de justicia del país, “es una barbaridad esto no debería de ser”.
Estas manifestaciones, indicó, hablan del nivel de ruptura de las reglas de contención de la sociedad mexicana que han existido desde hace muchos años y se han construido con mucha dificultad pero que se han roto con facilidad en muchas ocasiones.
“No hay que olvidar que México era un país relativamente tranquilo hace 30 años, en aquel entonces sí existían esas reglas de contención, esta idea de linchar delincuentes es un problema de usos y costumbres es inaceptable, esto no ha sido siempre así y no debe ser así”.
Barajas aseguró que el país se ha deteriorado en materia de respeto a los derechos humanos, lo cual está relacionado con la desvalorización de la vida humana que ha crecido de manera acelerada en tiempos del neoliberalismo que se refleja en aspectos como un salario mínimo de 71 pesos diarios, los linchamientos o el hecho que en México cueste menos de 400 dólares mandar matar a alguna persona.
“La opción que queda es refortalecer el tejido social, tenemos que tomar otra vez en nuestras manos las riendas de la nación, tenemos que poder decidir hacia donde queremos que vaya la nación, tenemos que defender las cosas que nos preocupan.”
Si bien es importante que la sociedad mexicana aprenda las leyes que la rigen, es más importante aún abrir el debate político y social que necesita generalizar y elevar para que la ciudadanía se dé cuenta de que si no se moviliza, el estado de las cosas se va agravar pues el deterioro no se detendrá por sí solo.
Mientras todo esto sucede, lamentó las pretensiones de un sector del Congreso Federal que intenta impulsar la legalización y libre portación de armas de fuego en todo el país, “eso ocurrió en Colombia en los tiempos del auge del narcotráfico, ya sabemos cuáles son los resultados de esas propuestas, son el horror; no sólo no ayuda a que no haya más paz, seguridad y tranquilidad, sino que precipita la violencia, hace que se multiplique”.