Pugnan ambientalistas por la cancelación del proyecto de recarga del acuífero Valle de Aguascalientes

• Podría significar un desastre ecológico de enormes proporciones para el estado
• Corre el riesgo de contaminar las reservas de agua más importantes para la ciudad
• Ninguna asociación civil ambientalista ha estado de acuerdo con la conclusión de ese proyecto

María Enriqueta Medellín Legorreta, presidente de Conciencia Ecológica de Aguascalientes, se pronunció en contra del proyecto de recarga del acuífero del Valle de Aguascalientes con agua potabilizada, pues corre el riesgo de convertirse fácilmente en un desastre ecológico para el estado contaminando las reservas de agua más importantes de la ciudad.

La ambientalista explicó para La Jornada Aguascalientes que en febrero de 2014 el gobierno estatal presentó el proyecto de recarga del acuífero por el que todas las asociaciones de protección al medio ambiente prendieron sus focos de alarma, “ese mismo día por la tarde se hizo una reunión en la Universidad Autónoma de Aguascalientes y ninguno de los que estábamos presentes estuvo de acuerdo”.

Según Medellín Legorreta, el riesgo que significa este proyecto para la reserva de agua más importante de la ciudad es enorme, tanto que proyectos similares que se planearon para los estados de Guanajuato y Jalisco fueron desechados por esas entidades; en el mundo sólo se ha aceptado en cuatro países.

Este costoso proyecto implica la apertura de 14 pozos de los cuales once servirían para el monitoreo del acuífero, dos para la inyección de 50 litros por segundo y un último para la extracción.

El proyecto plantea, explicó la presidente de Conciencia Ecológica, que por cada litro que se extraiga del acuífero le sea inyectado un litro más de agua que pasaría por un proceso de tratamiento en la Planta de Villas de Nuestra Señora de la Asunción, posteriormente este líquido sería llevado a un centro de tratamiento terciario para extraerle los químicos, después se potabilizaría y finalmente se inyectaría al subsuelo.

Pese a que no parece tener mayores implicaciones, el proyecto podría convertirse en un desastre ecológico al contaminar las reservas más importantes de agua de la ciudad de Aguascalientes pues, si cualquiera de las plantas que están implicadas en el tratamiento del agua residual llegase a fallar, llegaría agua contaminada al acuífero.

El hecho de que una planta falle no es raro, pues como manifestó Medellín Legorreta, actualmente en el municipio de Aguascalientes prácticamente la única tratadora que cumple con las normas internacionales de tratamiento es precisamente la de Villas de Nuestra Señora de la Asunción.

Históricamente, las plantas de tratamiento empiezan a ser operadas por técnicos capacitados, sin embargo, cada que cambia la administración, estos especialistas son despedidos dejando sus lugares de trabajo operados por personas con pocos conocimientos, lo que ha derivado en que muchas de las plantas actualmente no funcionen, derramando el líquido sin tratar a los vertientes naturales como el Río San Pedro y otros cuerpos de agua hoy contaminados.

Este proyecto tiene un enorme costo lo cual deja entrever un posible negocio por parte de las autoridades estatales, según la ambientalista; con el recurso que se gastará en caso de llevarse a cabo se podría vislumbrar un plan hídrico en el que se determinarían las acciones prioritarias para proteger el acuífero, las recargas y controlar la contaminación antes de llegar a un proyecto de semejantes dimensiones, “no tenemos un plan hídrico como para haber tomado esa decisión… esperamos que sea un proyecto piloto que se cancele”.

Con ese costo, concluyó, sería mejor inyectar el agua tratada como se establece en el plan, directamente a la red hidráulica y se deja de extraer los tres mil millones de metros cúbicos de agua que se planean con lo cual se evitaría que, de una administración a otra, el proyecto se deje de respetar.