- Según el actor Hamlet Ramírez, México padece de públicos
- En la Ciudad de México, las obras apenas tienen un aforo promedio de más de 30 por ciento
- El dramaturgo Alejandro Ricaño se ha convertido en un fenómeno en el teatro mexicano
El actor Hamlet Ramírez señaló que en México es necesario crear nuevos públicos que nazcan del grueso de la población que se encuentra entre los 20 y los 30 años pues en la Ciudad de México, considerada la mejor en el país para la escena teatral, el aforo promedio de los teatros, apenas supera el 30 por ciento.
Según el actor, la dramaturgia en México está siendo cada vez más poderosa y la edad de quienes en esta disciplina artística están bajando, “cada vez están saliendo más jóvenes que están escribiendo con muchísimas ganas, creo que los directores tendrían que echar un vistazo a la dramaturgia nacional para darle una identidad”.
Esto responde a que el grueso de la población del país se encuentra entre los 20 y los 30 años por lo que este debería ser el público objetivo de quienes hacen teatro en México, “hay que apuntarle a ellos, no sólo a los jóvenes sino a los niños”.
México padece de públicos, tan solo en la Ciudad de México, considerada la mejor ciudad para hacer teatro, la afluencia de gente en los foros apenas supera el 30 por ciento, “es una cuestión muy crítica pues demuestra que es una necesidad primordial formar públicos”.
En ese sentido, Ramírez destacó el trabajo del dramaturgo Alejandro Ricaño quien con tan sólo 25 años de edad ha logró consagrarse en la escena teatral mexicana al ganar el Premio de Dramaturgia nacional.
Ricaño ha apostado por hacer teatro destinado para el público joven usando la comedia como una vía para dejar mensajes más profundos pues con frases, “como la cucharada de aceite de ricino, primero haces reír a un niño y después le metes toda la verdad en la boca”, parafraseo Ramírez a Ricaño.
Según el actor, Ricaño se ha convertido en un fenómeno único en el teatro mexicano pues logra convocar con su nombre al público a diferencia de otras producciones que necesitan tener actores famosos.
“Lo que me gusta de la dramaturgia de Ricaño, en general, es que tiene una manera de entrar al público muy fácil, lo cual no quiere decir que no alcance profundidades en los personajes y en las historias que cuenta.”