Esas, ellas, nosotras. Y que retiemble en sus centros la tierra / Un cuarto propio - LJA Aguascalientes
25/11/2024

 

En días pasados tuve la oportunidad de visitar San Cristóbal de las Casas, Chiapas, durante el desarrollo del Encuentro Lésbico Feminista 2016, allí entre la presencia de distintos estados y comunidades originarias las que provocamos el encuentro durante 4 días tuvimos la oportunidad de intercambiar las distintas lecturas sobre las formas en que estamos sobreviviendo la reorganización ultra conservadora que se ha venido levantando en el país y las repercusiones bajo las que estamos viviendo como lesbianas visibles, activistas sociales, indígenas y feministas.

El tema de la identidad lésbica, el racismo, el amor, la salud y la capacitación en electricidad fueron hilándose junto a la presentación del documental Esas, ellas, nosotras que hace un rescate importante sobre la presencia y la organización de lesbianas en otros movimientos, principalmente el campesino y el indígena. Habitando el espacio de la organización civil Kinal Antzetik que además de darnos el lugar físico, nos alimentó sólo de verduras y una cantidad inmensa de cariño y solidaridad, de esas que están interactuando todo el tiempo con la tierra hacia nosotras, las otras que venimos de lejos, quizá de las ciudades pero también de otras comunidades. Así logramos trabajar cada día además de distintos temas logramos conversar desde la sencillez y los pequeños encuentros personales que surgieron fuera de las aulas de trabajo.

Al término del Encuentro Lésbico Feminista 2016 decidimos viajar a Lagunas de Montebello, la inmensidad de los pinos vigilantes de aquellos lagos, el color turquesa, verde, azul inundados por el atardecer frío formaron un paisaje al que no nos pudimos resistir para sumergirnos en sus aguas y luego, más tarde dejar que fuera la luna quien nos alumbrara el viaje por carretera.

Entre tanta naturaleza volvimos al centro de la tierra y ahí tuvimos uno de los encuentros más esperados, el de Mica y Andrea, quienes nos recibieron con el temazcal listo y aquellos ramos preparados especialmente para nosotras que traemos dolor y tristeza en el cuerpo, para sacar todo eso que se nos va echando a perder, lo que se queda en la garganta y en la panza, lo que se baja a las rodillas y a los pies, lo que cargamos con la espalda, el pánico con el que vivimos día a día. Ellas también nos alimentaron, pero además Mica nos curó y nos hizo reír montones de veces, el Encuentro Lésbico Feminista había traído la ciencia que por años han recuperado las mujeres de aquellas tierras, las primeras.

Así entre curanderas, astrólogas, magnéticas, cocineras, escritoras, fotógrafas, ingenieras, sindicalistas, trabajadoras comunitarias, activistas, académicas y más, todas feministas y lesbianas, tuvimos al menos por unos días la posibilidad de construir un mundo y cuando digo mundo hablo de cotidianidad, de visiones futuras de rescate de la memoria, equilibrio con todo lo que vivimos, respeto, cuidado mutuo. Y definitivamente ese espacio en Kinal Antzetik y en los distintos lugares de Chiapas donde además hay una franja ancha y profunda de pobreza y desigualdad encontramos también otra forma de mirar este país devastado, ensangrentado y lleno de ausencias que buscan encerrarse en fosas, dejarlas al olvido pero que día a día se oyen gritos por todos lados, haciendo presente todas esas vidas que para un sistema de gobierno con tanta decadencia son un fiel recuerdo de que México no volverá a ser nunca el mismo con tantas ausencias.

Hay otra lógica para vivir y convivir de eso no hay duda, pero lo más importante es replantearnos ¿en qué México seguiremos viviendo?, en el que nos pintan los medios de comunicación, en el de la vuelta de los bárbaros colonizadores medievales que andan prendiendo hogueras en cada esquina o perteneciendo a los territorios delimitados por la lógica del crimen organizado y la violencia más atroz quizá en el mundo dividido por distritos electorales pertenecientes a una clase política carente de opciones dignas y justas. En fin, el sistema que tenemos al alcance de las manos, el que nos han puesto no deja muy pocas posibilidades que no nos destruyan principalmente porque ese mismo sistema racista, clasista, sexista y lesbofóbico nos va cercando al punto de creer que no hay más salida que elegir lo menos peor.

Justo al siguiente día en que concluyó el encuentro lesbofeminista comenzó el 9 de octubre el Quinto Congreso Nacional Indígena y en Conmemoración del 20 Aniversario del Congreso Nacional Indígena (CNI) y a 524 años del despojo y la resistencia de los pueblos originarios se encuentran habitantes y representantes prácticamente de todo el país denunciando los agravios sufridos por empresarios, gobiernos, ejidatarios, financieras, mineras, empresas de biotecnología, de hidrocarburos, fracking, corredores industriales, ganaderos, políticas de despojo bajo el pretexto de los pueblos mágicos, deforestación, negocios eólicos, hidroeléctricos, gaseoductos, oleoductos y un sinnúmeros de retenes de gobierno que protegen a los grupos criminales y frenan el desarrollo comunitario, abusando del poder que tienen contra el pueblo.

Al final el CNI decide permanecer en asamblea hasta lograr definir a la mujer indígena que será la candidata independiente propuesta por estos grupos para el proceso electoral del 2018, el llamado es para fortalecer la resistencia y la rebeldía anticapitalista y defender el multicolor que nos hace ser eso que somos. Poderoso cierre que da muestra de lo que ocurre en México, en el sureste, la zona más pobre.


De inmediato surgió la voz enjuiciadora de aquellos que parecían y se sentían la única alternativa para México, ya nos habíamos conformado y de los males el menor. Pero ahora el panorama cambia no hay duda, la mujer pensada por el CNI será muy pero muy distinta a la pensada por los panistas, se trate de Josefina o de Margarita, y aunque la izquierda partidista tiene a AMLO y Mancera sin duda pensar en la presencia de una mujer indígena cambia todas las posibilidades de quienes se habían acomodado ya en un discurso de austeridad, legitimidad y alternancia que deja mucho que desear.

Yo creo que la pobreza no se mira igual desde la dirigencia de un partido o desde la ciudad o desde la casa del expresidente, que desde una montaña del sureste, creo que eso sí puede hacer que tiemble y retiemble esta tierra que necesita moverse de tanto dolor.

@Chuytinoco


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