Asistí a la [gulp] Charla Motivacional de Sergio Zurita y Horacio Villalobos, dentro del marco de un Congreso de Psicología con las mejores intenciones, pero también víctima de la apatía habitual de los aguascalentenses. Ni con boletos regalados se paran de la cama para ir a los eventos. ¿Qué prefieren? No es ir a conciertos, a menos que sean grupos de appeal masivo y de radio popular o comercial. Aunque es raro, porque con lo que algunos gastan en beber alcohol o comer fritangas, les alcanzaría para dar un justo pago el entretenimiento. De hecho, no es secreto que el pop (en un sentido amplio) no es lo que rifa en el estado, sino la banda, los bailes. No tiene nada de malo, son gustos colectivos que deben atenderse. El mismo valor tiene Technicolor Fabrics que Paty Cantú que La Arrolladora. El punto era que el auditorio del ME/MECA/MEH pudo estar más lleno, teniendo en cuenta que era gratuito el evento, debido a las cortesías del IMAC.
¿Por qué ir a una charla motivacional? Es que la estuvieron dando mis dos ídolos de la radio. Sergio Zurita, yo diría, es un comunicador raro en México. Opinado, con compromisos por supuesto, pero siempre con posturas radicales o poco populares, lo que lo vuelve admirado en una audiencia que no busca a Yordi Rosado o Maxine Woodside. Podríamos decir que Zurita es tan contreras que puede hasta ser derechista (admira al monero Calderón, por ejemplo); sin meterse a la cama de los personas, siempre ha defendido la disidencia sexual y la diversidad.
Para mí, es de admirarse cómo ha crecido su perfil público en menos de una década. Luego de terminar su mancuerna al aire con René Franco, Zurita ha crecido de forma exponencial con obras de teatro exitosas, el programa más escuchado en iTunes y una posición envidiable en las frecuencias defeñas. El caso de Villalobos es igual de notable, reinventándose de su imagen destructiva o hater que tenía en Telehit y yendo más allá de Desde Gayola, adaptando Un Corazón Normal al teatro o manteniendo un late night show a la mexicana con Nocturninos. Entonces no me importaba que los viéramos contar chistes hora y media o que vendieran piñas, era algo que no podía perderme.
Mi intención no es decir la conferencia me ha cambiado la vida, sino exponer cómo a pesar de todo, había cientos de personas en el auditorio viendo a dos personalidades que no tienen escaparate en los medios abiertos de Aguascalientes. Zurita y Villalobos, vía Dispara Margot Dispara, se han mantenido vigentes gracias al podcast que sube un travieso a YouTube en pedacitos y la misma MVS Radio en iTunes. No necesitan la radio tradicional, en especial porque Pepe Morales dejó de bajar/comprar el programa para EXA FM Aguascalientes.
La cereza en el pastel fue cuando Zurita se refirió a que yo no he pedido a nadie al aire que se suicide, en alusión al infame episodio del heredero mediático Morales cuando pidió a una señora su muerte por no importarle el cumpleaños de la Virgen María. Posteriormente, Villalobos dijo que en cada estado hay horrores así al aire junto a programas locales horrendos, pero que la tecnología por fin nos deja elegir qué escuchar. Por fin. No imagino la vida de algunos primos cuarentones que crecieron viendo Siempre en Domingo.
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