- Un hombre de naturaleza dulce y cariñosa, memorioso, extraordinario, actor y director teatral con firme vocación; catedrático riguroso, periodista cultural apasionado, diplomático fino y un conversador fascinante, pero sobre todo, un gran poeta: Silvia Molina
- A un año del fallecimiento del autor, la Academia Mexicana de la Lengua le brindó un Homenaje al poeta, ensayista, dramaturgo, promotor cultural y diplomático
En homenaje realizado por la Academia Mexicana de la Lengua (AML) a Hugo Gutiérrez Vega (Guadalajara, Jalisco, 20 de febrero, 1934 – 25 de septiembre, 2015), el autor fue recordado como una figura que tuvo la fortuna de tener varias facetas, a través del teatro, la diplomacia, el periodismo, el cine y la política universitaria.
A poco más de un año del fallecimiento del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura 2013, en el acto realizado en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, los miembros de número de la Academia Mexicana de la Lengua, Adolfo Castañón, Silvia Molina y Fernando Serrano Migallón, destacaron de Gutiérrez Vega su gusto por el teatro y la actuación, así como el gran conversador que fue.
En sesión presidida por José Pascual Buxó, la escritora Silvia Molina describió a Hugo Gutiérrez Vega como un hombre de naturaleza dulce y cariñosa, memorioso, extraordinario, actor y director teatral con firme vocación; catedrático riguroso, periodista cultural apasionado, diplomático fino y un conversador fascinante, pero sobre todo, dijo, un gran poeta: “Cuando pienso en él lo veo como un sabio, un humanista de esos que ya no encuentras con facilidad y un ser humano congruente y honrado. En cada lugar en el que estuvo dejó una cauda de amigos, la mayor parte escritores, dramaturgos o actores”.
Fernando Serrano Migallón consideró que pocos intelectuales mexicanos han tenido tantas pasiones a lo largo de su vida y cubierto tantos intereses como Hugo Gutiérrez Vega.
Expuso que en el campo creativo se le debe recordar como un poeta vital que reunía al mismo tiempo sus gustos literarios junto a la poesía, pero también como actor, orador, articulista, memorialista, pero sobre todo un gran conversador: “Tenía en la palabra un arma precisa y un medio rico y certero para transmitir sus pensamientos y el de los autores que llevaba al teatro, medio que le permitía crear y recrear el arte y ponerlo al alcance de los demás. Tenía una facilidad natural para comunicarse con quienes lo escuchaban.
“Participó en la vida pública y la actividad política, como un activo analista y un sagaz crítico de su entorno. Siempre atento al amor, a la alegría como buen optimista a un futuro mejor, pero jamás pudo sobreponerse a la desigualdad, a la injusticia y al dolor frente a la tragedia y a los problemas humanos”, expresó Serrano Migallón.
En su participación, Adolfo Castañón compartió anécdotas con el autor de Buscando amor, recordando la primera vez que tuvo contacto con él, saliendo de un teatro en Tijuana: “Gutiérrez Vega -agregó- no sólo es un autor de un conjunto de poemas, sino también de una voz. Diplomático, hombre de mundo, señor de muchas atmósferas, actor y director teatral, editor, maestro, pero sobre todo ser humano, diligente y generoso, atento a seguir sin traicionar los pasos y los llamados de su vocación”.
El ensayista, escritor y crítico literario comentó que Hugo Gutiérrez Vega fue uno de los herederos activos del legado artístico de la generación de Los Contemporáneos, junto con Octavio Paz, Juan José Arreola, Juan García Ponce, Salvador Elizondo, José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis.
Precisó que Hugo Gutiérrez Vega fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, tomando posesión de la silla 34º el 11 de septiembre de 2012, cuando sucedió a otro poeta, Alí Chumacero.
Con información de la Secretaría de Cultura