Ya sabe, estimado lector, el noveno de los doce, con todo y que su nombre lo debiera ubicar como el séptimo en la lista gracias a que los romanos iniciaron su calendario a partir de marzo, acá en el ombligo del universo, septiembre es sinónimo de nacimiento de la patria; de esta, como siempre maltrecha y en desarrollo desde el principio de los tiempos. Y ese fervor se manifiesta como frase propagandística de los gobiernos en turno, como bandera promocional de las cadenas de tiendas de autoservicio y hasta de las departamentales, como grito de guerra acompañado con una grosería para sacar la frustración que se acumula a lo largo de los meses transcurridos. En aquellos tiempos cuando beber agua directo de la llave no era una amenaza para la salud, los niños entrábamos a la primaria en septiembre y de inmediato puente para celebrar el momento histórico más importante de la tierra que vio morir a Alberto Aguilera; Ay, qué tiempos señor don Simón.
Pero la tradición continúa y seguirá por siempre, septiembre para México es más que especial; todo pasa, lo bueno y lo malo, ahí tiene por ejemplo el recuerdo de un hecho que no podemos o no queremos olvidar y que pareciera que se repite año con año, la psicosis es la misma aunque sólo dure un día. A poco menos de doce meses de celebrar el mundial de futbol de 1986, los dioses aztecas decidieron manifestarse en contra de los habitantes de la nueva Tenochtitlan como para recordarles que no debieron secar los canales de agua cristalina que rodeaban la capital del imperio. En un terreno arcilloso, donde se mezclaban edificaciones deterioradas por la falta de mantenimiento, otras “modernas” pero mal construidas, era más que obvio esperar una debacle como la que se vivió aquel 19 de… sí, de septiembre de 1985. En efecto, el fenómeno natural más violento de los últimos tiempos que dejó cicatrices para toda la vida, sin embargo, y con esto no quiero demeritar la relevancia del hecho, cada año, casi como tradición, los medios se dedican a recordar el momento preciso en que el reloj de la Latino dejó de funcionar, lo que me parece que está de sobra es la cobertura noticiosa que se prepara para celebrar la fecha. Además de honrar a los caídos, a los héroes rescatistas, de poner de ejemplo la solidaridad de la sociedad mexicana de aquellos ayeres, además de todo lo anterior nunca faltará la nota titulada “Se espera sismo en México de mayor magnitud que del 85” o “Expertos aseguran que el próximo macro sismo será 3 veces más potente que del 85” o qué tal ésta “ México no está preparado para un sismo como aquel del 85” y todas listas para sacarlas el mero 19 de septiembre. Definitivamente nuestro estilo es amarillista y a la gente le encanta, es una fascinación por asustarnos como ninguna otra; a ciencia cierta no se sabe cuándo vaya a temblar nuevamente y mucho menos la magnitud del fenómeno, se desconoce si ahora con tanta tecnología los rascacielos mexicanos soporten la presión y el movimiento de la tierra, yo creo que sí, Paseo de la Reforma es una pasarela de edificios altos, que los agarre confesados a todos los amigos de la CDMX aunque no sepamos la fecha exacta del “juicio final azteca”.
Qué me dice de otro momento no grato para la sociedad que también tiene su aniversario en septiembre, recuerda aquel ahora pasaje histórico donde 43 integrantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” pierden la vida cuando se dirigían precisamente a la ciudad de los sismos a celebrar “el grito” con sendas manifestaciones en contra de la Reforma Educativa y asuntos generales. La “verdad histórica” sigue sin juntar las pruebas necesarias para confirmar que 43 cadáveres fueron cremados al aire libre en un basurero de la comunidad de Cocula, entonces qué fue de ellos, deberíamos nombrar zona de “triángulo de las bermudas” a Tixtla Guerrero, son de esos sucesos que nunca encontrarán la luz de la verdad por más que pasen los años y los gobiernos cambien de color. Y qué excelente golpe mediático se tiene preparado para celebrar el segundo aniversario de tan desagradable momento histórico que con esta noticia, el 26 de septiembre se decide la extradición de Joaquín Guzmán Loera, ¿qué no estaba de vacaciones? Por lo menos eso fue lo que se ventiló en Grupo Fórmula, Andrés Granados, abogado del Chapo, dijo que “el 26 de septiembre se va a llevar a cabo una audiencia constitucional en la que se resolverán dos amparos, entonces ahí se va a determinar si se va o se queda”.
¿Algo más para el mes de la patria? Por un día y nos cae Trump en septiembre, pero para el caso es lo mismo, las reacciones y el malestar siguen rondando Palacio de Gobierno, tan es así que en redes sociales andan movilizando a la borregada para que no asista a la ceremonia del 15 de septiembre por la noche en el Zócalo capitalino. Si bueno, lo más común en este país es polarizar la opinión de la sociedad, hacer mucha “boruca” y con esto evitar dejar pensar para reaccionar al impulso que el medio envía, somos víctimas del condicionamiento operante.
Qué me dice del 14 de septiembre de 1824 cuando inicia el movimiento de anexión de la provincia de Chiapas territorio guatemalteco a la República Mexicana, lindo no, por lo menos nos desquitamos de los malos manejos de don Toño López de Santa Anna, que por cierto ahora con todo este desequilibrio en la fuerza, los docentes de la CNTE mantienen un plantón indefinido afuera del palacio de gobierno de Tuxtla Gutiérrez y en Tapachula, (también Chiapas) docentes y padres de familia integrantes de la CNTE intentaron boicotear la ceremonia del 192 aniversario de dicha anexión.
Estimado lector, septiembre mes de la patria, se lo dejo para la reflexión, o que tal si mejor juntamos firmas para que desaparezcan del calendario el noveno mes y así nos evitamos problemas históricos.
@ericazocar