La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el Inegi, durante el pasado mes de marzo de 2016, se encontró que 69.9% de la población mexicana de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro; dicho resultado no presenta cambio significativo respecto a marzo de 2015, pero es distinta la percepción por las ciudades del país.
Las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Villahermosa, la región Norte de la Ciudad de México y Acapulco con 89.7, 87.4 y 85.8%, respectivamente. Mientras que las ciudades cuya percepción de inseguridad fue menor fueron: Tepic, Campeche y Mérida con 30, 43.2 y 44.5%, respectivamente. Es decir, que hay ciudades donde la percepción de inseguridad se duplica o se triplica en proporción con otras, como es el caso de Tepic vs Villahermosa.
En el caso de Aguascalientes, prácticamente uno de cada dos residentes de la ciudad capital, mayores de 18 años afirman sentirse inseguros (46.9%) en sitios públicos. La percepción social de inseguridad en México es mayor en los cajeros automáticos localizados en la vía pública (80%) que a bordo de su automóvil (42%); misma proporción puede encontrarse entre el transporte público (73%) y estar en la escuela (37%); el menor porcentaje no deja de ser preocupante, tres de cada diez habitantes mayores de 18 años se sienten inseguros en sus casa.
El reporte de la ENSU indica que la sensación de inseguridad por temor al delito y las expectativas que tiene la población sobre la seguridad pública “se generan por la influencia de diversos factores, como la atestiguación de conductas delictivas o antisociales que ocurren en el entorno donde se desenvuelve la población. Asimismo, el temor al delito puede hacer cambiar las rutinas de la población, así como la percepción que se tiene sobre el desempeño de la policía”.
Por otra parte, uno de cada tres de los entrevistados mencionó que la situación empeorará en los próximos 12 meses, lo que representa un aumento en el indicador de 8.3 puntos porcentuales respecto a marzo de 2015, por lo que parece que las expectativas no son para mejorar.
Las personas reportan que han cambiado su rutina dejando de llevar cosas de valor (68%), no han permitido que salgan de la vivienda los hijos menores (62%), han suprimido caminar por los alrededores de su vivienda después de las 8 p.m. (54%), e incluso, han dejado de visitar parientes y amigos por temor a sufrir algún delito en un 35%.
En las percepción de efectividad que los gobiernos de la ciudad tienen para resolver las principales problemáticas a marzo del 2016, Aguascalientes aparece en el segundo rango con un 33.8%, apartado que lidera Mérida, Yucatán con un 47.2% de efectividad en oposición a Villahermosa con 7.4/100.
No es tan subjetiva la medición, la percepción de inseguridad genera deterioro urbano y degrada la imagen de la ciudad; propicia un aumento en los mecanismos de autoprotección utilizados por la comunidad y las familias, tanto en el espacio público como en su entorno doméstico, reduciendo la confianza tanto en las autoridades, como con los demás. De hecho, propicia rupturas en la solidaridad social.
Es preciso mejorar la información y conocimiento de hechos directos e indirectos que experimentan o sufren las y los ciudadanos; diferenciando las percepciones según la heterogeneidad social, económica, política y circunstancial; identificando los factores que más inciden en la percepción de inseguridad y optimizar, como un instrumento complementario, la promoción de la denuncia y el registro oficial de delitos.