La bola de cristal cortado que predice el futuro cumplió no sólo en la tierra de la gente buena para votar, sino en el resto de las entidades donde se llevaron a cabo comicios el domingo 5 de junio. Y le digo que cumplió porque todo depende del cristal con que se miren las cosas. El 16 de junio de 2015, en aquellas “primeras intermedias” la tendencia favorecía al partido que tiene a su representante en Los Pinos. Con un abstencionismo crecido, el INE reportaba que el Revolucionario Institucional tenía la delantera con un 29.10 por ciento del pastel, le seguían los azules que con todo y Margarita se quedaban atrás, en segundo lugar con un 20.89 por ciento, sin duda los eternos punteros, después de ellos los que siguen, es decir el sol azteca, que poco a poco pierde su brillo con el 10.83 por ciento. Estrenando partido en aquella ocasión Andrés Manuel sólo se quedaba con la rebanada del 8.37 por ciento y luego todos los demás, los de la liga de ascenso, aquellos que nos cuestan y que difícilmente podrán ganar alguna vez algo.
Pero ahora, a un año de distancia, el panorama cambió, no es gratuita la baja del tricolor; si analiza los doce meses con lupa se podrá percatar que los acontecimientos a lo largo de la República han generado descontento, incertidumbre y hasta molestia entre la población. La actuación de don Enrique ha venido a menos de manera considerable y entonces lo que saben de política y cosas peores aseguran que se utilizó el voto de castigo para los del PRI.
El domingo 5, de las doce gubernaturas que se pusieron en “juego”, siete fueron para los de Acción Nacional, algunas con márgenes amplios entre ellos y el segundo lugar.
Lo que llama la atención es ver cómo Veracruz, bastión priista desde hace 90 años, la otrora joya de la corona haya caído en manos de una alianza por más ecléctica encabezada por los azules con un toque amarillo; ¿para muestra un botón? Ahí lo tiene, qué más quiere ver, bueno, sí, todavía hay más que observar, échele un vistazo a los vecinos del norte de los paisanos de la Hayek, en manos de quién quedó Tamaulipas, exacto, de Cabeza de Vaca, de qué color, Azul. Gire la brújula para el sur-oriente de la entidad en cuestión y verá cómo el trabajo de Moreno Valle está dando frutos por lo menos en lo que se refiere a comicios ganados, Antonio Gali Fayad, azul (también) con tintes multicolor confirma el compromiso de su partido con la ciudadanía y manda mensaje para el 18. Luego, en la hermana república de la península de Yucatán, uno de los estados que la conforma también se pintó de azul, fuertes golpes para los compañeros de partido de don Quique, ¿no cree?, para qué anda haciendo cosas que no le favorecen a esta hermosa nación, será que ahora sí como sociedad ya nos cayó el veinte y somos más participativos y demandantes, ojalá. Carlos Joaquín González también con tintes amarillos hace patente que el músculo azul pareciera crecer.
¿Qué me dice del estado más grande?: Chihuahua; Javier Corral, azul también con más de ocho puntos arriba de Enrique Serrano, César Duarte no pudo hacer nada por mantener a su partido en el palacio de gobierno. Qué tal Durango, tampoco don Jorge Herrera pudo hacer nada para entregarle la estafeta a Alejandro Villegas, Don Pepe Rosas Aispuro se quedó con la grande, panista por cierto; y finalmente nuestra entidad, ya conoce la historia, Martín le gana a Lorena y Teresa a José de Jesús, entre otros tantos triunfos de los panistas en la entidad. El ingeniero dijo que este arroz ya se cocinó, que ni le anden haciendo al cuento los de su partido, él le entrega a Martín y se va de vacaciones con su familia.
De un año para acá el panorama cambió, pudiéramos decir que el trabajo de Anaya se ve reflejado en el número de entidades que recuperaron los panistas y otras como Veracruz donde lograron por primera vez en su historia sacar al PRI del estado. Sin embargo, con mucho entusiasmo, y creo yo que ingenuidad, el partido ganador deja ver que Margarita es la buena para el 18; respaldada por su partido político la esposa del expresidente Felipe está lista para entrar en campaña para ganarse al tigre en la rifa.
Otro de los osados que no le tienen miedo ganarse al tigre es Miguel Ángel Mancera y que al igual que Margarita ya levantó la mano para ser tomado en cuenta. Con un “sí quiero ser presidente” el alcalde de la ciudad más contaminada del país fijó postura sin importarle que su imagen se esté opacando tanto como la del señor presidente, contaminación ambiental, Morena al frente del Congreso Constituyente de la Ciudad de México, no le resta más que perfilarse como independiente, pero apuntarse finalmente, rudo para domar a los tigres debe ser, ni siquiera tendría por qué alinearse con el partido del Peje, y aunque pareciera débil su capital político ya dio la sorpresa en los comicios de 2012 cuando no le favorecía la opinión pública. Sí Pedro Kumamoto y Jaime Rodríguez pudieron ¿por qué Mancera no?, los independientes son lo de hoy, hasta nosotros tenemos un alcalde sin partido Juan Manuel Villalpando del municipio de Cosío. Tal vez la nueva fuerza política que emerge y que claramente deja ver que no debe existir una diferencia entre los políticos y la ciudadanía, y el distanciamiento que señaló Margarita, si la tendencia continúan y los independientes ganan terreno, entonces los partidos políticos se tendrán que reinventar o bajar del Olimpo a sus futuros candidatos y ponerlos al ras del suelo para dar batalla a los que siempre han estado ahí, en la tierra y que tienen una visión diferente de hacer política.
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