- La Defensoría Universitaria atendió un total de 168 asuntos el año pasado
- Promueve UAA actividades para prevenir la discriminación desde diversas áreas académicas
El año pasado, la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) atendió dos casos de discriminación por orientación sexual entre estudiantes.
Por medio de la mediación, se llegó a un acuerdo entre las partes involucradas, indicó el titular del organismo, José Acevedo Acosta. Para garantizar un trato equitativo a la comunidad universitaria, la institución tiene diferentes actividades, desde cursos de formación humanista, hasta colectivos estudiantiles: “Es una cultura arraigada, sobre todo en las personas mayores de 50 años que les cuesta trabajo pensar que sea natural que dos hombres se besen o que dos mujeres caminen de la mano y cause escándalo; en estos casos los afectados concurrieron a la Defensoría, se llamó a quienes hicieron los señalamiento y se convocó a las jefaturas correspondientes (…). En una ocasión trabajamos con el grupo completo en presencia de los profesores. Muchas veces las bromas, las carrillas entre jóvenes, tienen de fondo otras cosas”.
La discriminación en el campus ha respondido a diferentes motivos, desde razones de género hasta diferencias en los equipos de futbol preferidos; el año pasado fueron en total cinco quejas de alumnos de los centros de Ciencias Económicas, Ciencias Sociales y Diseño.
El doctor en Filosofía apuntó que la construcción de conciencia ética es la aportación más importante de la Defensoría Universitaria.
El organismo ofrece tres niveles de atención: las asesorías, que representan el 70 por ciento de las atenciones; las intervenciones vía telefónica o presencial a los responsables de la falta, que engloba el 15 por ciento de las atenciones y los procedimientos de que ameritan investigación y seguimiento profundo.
El protocolo a seguir comienza con la documentación por escrito de la violación a las normas universitarias o injusticias. El contenido del documento se reproduce a los implicados y se entrega una solicitud para que en un plazo de cinco días se dé respuesta a la Defensoría. La respuesta se entrega al inconforme que decide si es satisfactoria, en caso contrario es posible cuestionar por escrito.
La Defensoría es la autoridad moral de la UAA, puede localizar a personas que pueden dar fe de los hechos: “En el caso de una expulsión, por ejemplo, se señala al maestro que lo hizo, al tutor que no intervino o al jefe que habló o no habló; la respuesta que nos den los señalados y si el estudiante no queda satisfecho puede hacer una réplica o pedir una sesión de mediación en la que se invita a todos los involucrados, profesor, al tutor, al jefe del departamento y también al decano o director general correspondiente; son sesiones de dos a tres horas donde se sigue un protocolo”.
Una vez que el asunto se desahoga, se envía el resumen de la resolución del conflicto al Consejo Universitario. Las situaciones que aquejan a colectivos mayores puede lleva a la emisión de recomendaciones dirigidas a grupos, direcciones, decanatos o a toda la institución.
En total el año pasado se ofrecieron 168 asesorías, de las cuales siete tienen que ver con acoso, una con acoso sexual, una por inasistencia de profesores, 15 relacionadas a trámites y servicios, 16 problemas estudiantiles, 21 problemas laborales, 35 problemas con materias, 15 problemas con profesores y alrededor de 50 asuntos diversos.