El Segundo Concierto de la nueva Temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes se presenta hoy a las 21:00 horas en el Teatro Aguascalientes con un programa dedicado exclusivamente a Beethoven.
Las tres obras que la Orquesta presentará esa noche serán la Obertura Fidelio, Op. 72, el Concierto para Piano y Orquesta, No. 1, Op. 15, Do Mayor y la Sinfonía No. 2, Op. 36, Re Mayor del compositor homenajeado, Ludwig van Beethoven.
Ramón Shade, director invitado, residió en Austria de 1973 a 1981, donde estudió en la Universidad de Música y Arte Dramático de Viena. En 1980 fue el primer mexicano que obtuvo el Diploma como Director de Orquesta en la mencionada escuela. En Austria dirigió conciertos con la Nö Tonkünstler Orchester y la Hochschule Symphonie Orchester. Para la temporada 1980-1981 fue nombrado director musical en el Teatro de la Ciudad de St. Pölten. Asimismo, se desempeñó como correpetidor en la Ópera de Cámara Vienesa y el Conservatorio Franz Schubert. En 1982 regresó a México a participar en la Ópera de Bellas Artes como correpetidor y director. De 1983 a 1988 fue director titular de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Guadalajara, así como de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Desde su regreso a México ha sido invitado como director huésped de las principales orquestas de la República y ha dirigido en los más importantes festivales del país.
Mientras que Alain del Real, pianista, comenzó sus estudios musicales de piano en el Conservatorio de las Rosas de Morelia, en 1998, con el maestro Eduardo Montes y se graduó de dicha institución en 2005, bajo la dirección del maestro Davide Borin. De él ha dicho la crítica que “dando la razón a quienes afirman que el talento no se mide en años, el joven pianista Alain del Real dio testimonio del nivel que están adquiriendo las nuevas generaciones de músicos mexicanos”.
Acerca de la Sinfonía No. 2, Op. 36, Re Mayor, el programa de esta noche indica que Beethoven inició la composición de su segunda sinfonía en el año de 1801, y la concluyó al año siguiente. El estreno se realizó en un concierto histórico el 5 de abril de 1803 en el Theater An der Wien; el programa incluyó el Tercer Concierto para Piano, el estreno del Oratorio Cristo en el Monte de los Olivos, y la Sinfonía No. 1. Musicalmente esta sinfonía continúa con la labor iniciada en la anterior: recibir la forma tradicional y manipularla a su antojo. Es entonces cuando se da la ruptura con lo antiguo, al cambiar, por primera vez, el antiguo minueto, reflejo sin duda de los ambientes cortesanos que odiaba Beethoven por el scherzo, literalmente “broma, juego”.
La respuesta del público osciló entre el rechazo y la aclamación; un crítico de Leipzig escribió sobre el finale: “es un monstruo repulsivo, una serpiente herida que se contorsiona mientras agoniza”. La nota del Allgemeine Muzik Zeitung fue la siguiente: “es una obra llena de nuevas y originales ideas, de gran fortaleza, sensitiva en su orquestación intelectual en su concepto, pero seguramente uno se beneficiaría si algunos pasajes se abreviaran y otros se quitaran por su modulación excéntrica”.