“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…. del miedo al cambio” -Octavio Paz
Hablar de renovación política, no sólo es hablar de renovación de los partidos políticos, es también hablar de temas como la inclusión de candidatos jóvenes, esquemas novedosos de proselitismo, cambio de liderazgos, renovación de esquemas de participación social, entre otros.
Inclusión de jóvenes a las candidaturas, es una acción que los partidos han optado algunas veces por cumplimiento de cuotas y otras veces por estrategia; sea cual sea el origen, nos queda claro que los jóvenes están teniendo una fuerte aceptación ciudadana, es decir, la gente quiere renovación de candidatos, no los “mesmos de siempre”, como dijo aquél. Jalisco y Chiapas son un gran ejemplo de ello, tenemos dos candidatos electos relativamente jóvenes que ventilaban renovación política. Por otro lado, están los políticos jóvenes como Mancera en el Distrito Federal, que sin ser propiamente un “chavo” proyecto de igual forma renovación política.
Pero, ¿de qué hablamos cuando decimos renovación política? Fundamental y categóricamente, nos referimos al rompimiento de los partidos (todos) con la viejas prácticas y la inclusión de mecanismos renovados de participación propuestos por intelectuales y académicos, por los propios ciudadanos, ya lo señaló W. Churchill “La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás”.
Es evidente también, que los partidos tendrán que volverse activos entes sociales, y no únicamente instituciones vigentes durante las elecciones. Instituciones renovadas que tendrán que adaptarse a la inminente reforma política sobre todo en el régimen de presupuesto anual que perciben.
¿Qué pasa con los esquemas novedosos de proselitismo? en esta parte se hace referencia a la forma en que se llega al electorado (marketing, publicidad, etc), tu propia persona o trayectoria (política, académica, carisma, etc.) y el contacto directo que se tiene día a día. Un ejemplo evidente de ello es Enrique Peña Nieto, que reúne estas tres características. Durante toda su campaña fue contundente llegando al electorado, una trayectoria ya conocida por todos, y actividades que le permitían tener contacto con la gente, pero también tuvo algunos otros factores en contra, y en esta parte de factores en contra, vemos el segundo ejemplo pero a menor escala.Tere Jiménez de Acción Nacional, joven candidata que sólo le bastó la característica del contacto directo día a día con la población del oriente de la ciudad.
¿Qué es lo que quieren los ciudadanos? No lo podríamos decir, pero cada partido tendrá que hacer un análisis profundo de esta elección con base en los resultados obtenidos. ¿Qué paso? ¿Qué está pasando? ¿Qué viene ahora? ¿Los buenos gobiernos garantizan buenos resultados en las elecciones? Tema que dejaremos para la próxima ocasión.
Finalmente, haremos referencia a los esquemas de participación social de los partidos. Una forma eficaz o en principio podría ser etiquetar algunos de los recursos que estas Instituciones reciben, ¿en qué? Precisamente en participación social, que los partidos promuevan las acciones en valores principalmente, educación, deporte, cultura, capacitación, cultura cívica, entre otras actividades.
Pensemos pues en las candidaturas ciudadanas, no sólo como alternativa, sino como punto de análisis o antítesis con los muchos (porque también los hay y no siempre ganan) políticos talentosos con experiencia de este país.