Dos damas y una tuna / Cocina política - LJA Aguascalientes
26/12/2024

 

“Yo no puedo-a-bri-i-ir, no sealgún-tuna-a-a-antee”. Párrafo que cantamos una y otra vez en nuestras típicas posadas navideñas.

Tunante: bribón, taimado; aquel que es hábil para aprovecharse de las situaciones y obrar en beneficio propio. Tuna. Así se le nombraba hace años ha, a la “tunanta”. ¡Claro! Que también es el nombre de la deliciosa fruta mexicana “tuna”, roja, blanca y amarilla ¡Un placer muy mexicano!

Le presento a usted, querida lectora, apreciado lector, a dos damas y una tuna, que transitan en el actual escenario del proceso electoral 2016 en Agüitas. Vaya por una refrescante agua de tuna roja y dispóngase a conocerlas.

La dama de la política. La primera a presentar es quien más tiempo acumula en trayectoria profesional política, así como en el servicio público. Es actualmente candidata a gobernadora de Aguascalientes.

Es una mujer alta ¡Muy alta! Pero no me refiero a su estatura física, sino a la estatura política: se ha preparado durante más de 30 años para ser una señora que hará historia. Por su buen papel al frente de una Procuraduría Federal (la del consumidor); por impulsar una cultura del respeto y la igualdad, en todo el territorio nacional, al frente del Organismo Nacional de Mujeres Priistas; por su lucha tenaz en la reforma de normas humanitarias y de protección a grupos discriminados; así como en la atención del gobierno a víctimas de violencia, durante las dos legislaturas federales en las que se integró.

La expresidente municipal de Aguascalientes capital es una mujer casada con el trabajo: trabaja 24 por 24 horas. La naturaleza no tuvo la generosidad (como no la tuvo con la de la pluma) de brindarle hijos propios. Mas quiero pensar que a las mujeres como ella y como yo, la madre naturaleza dota a nuestros vientres de otra fecundidad: la del amor. La del amor a la vida, a los padres, a los hermanos, a los animales, a las plantas. Al trabajo fecundo. A quienes nos rodean.

A esta su cocina acuden las sobrinas y sobrinos en torno a la mesa de la “tía coquis” (esa soy yo), y por ello pude observar, con mis ojos de tía querida, a Lorena el día que partió su amado padre (también expresidente municipal), rodeada de los más jóvenes de la familia Martínez-Rodríguez. Ese día comprendí que Lorena era de estas mujeres que somos “las de la otra fertilidad”. Ese día entró a mi corazón de “tía coquis” la hija del político, que aceptaba, sacrificando su vida personal, el cetro como hija de la política misma, en honor a quien ya no alcanzó a verla volar tan alto.

La realidad, pese a quien pese, es que Lorena es una mujer que vuela alto. Es una mujer pródiga y generosa como cualquier madre (biológica o no) y es una dama que lleva con gran dignidad su herencia política.


No creo que Lorena Martínez se agote en la gubernatura del estado en caso que sea favorecida por el voto ciudadano. Da para más, para mucho más, y si no… al tiempo.  

La dama de la izquierda. Dama de la rebeldía ¡Sí!, pero de la rebeldía canalizada en la representación de las mejores causas de la izquierda aquicalidense.

Conocí a la joven normalista Nora Ruvalcaba cuando aún era una estudiante enamorada de su profesor y posterior esposo, Fernando Alférez. Ya entonces tenía esa mirada tipo “creo en la mitad de lo que me dices; la otra mitad tengo que verificarla”. ¡Oiga usted!

Ya entonces era una joven rebelde que pasaba fugazmente por el PRI local para luego refugiarse por varios años al cobijo del naciente PRD capítulo Aguascalientes; que, como aconteció con el nacional, descompondría en la oligarquía partidista y en el pragmatismo mercantilista, desprovisto de compromiso con su ideología y apego a la ética política.  

A nadie le pareció extraño, cuando, congruente, Nora agradeció los años de formación en el partido del sol naciente y se fue para ver nacer otra esperanza: la morena.

Esta “cocino-polis” vio llegar primero a Lorena, y unos años después, a Nora, a la política local. Así que Nora Ruvalcaba acumula poco menos que 30 años en la lucha vanguardista local.

Carismática y congruente, es difícil resistirse al liderazgo de la también alta Nora. Irreverente, sin llegar a la impertinencia, Nora goza de un gran respeto, ganado a pulso entre intelectuales, activistas y políticos hidrocálidos.

Casada y con jóvenes hijos, conmueve atestiguar el prolongado amor que la alumna Nora sigue prodigando a su maestro-marido.

De pluma directa, inquisitiva, escudriñadora y reveladora, nada se escapa al ojo de Nora. Dice lo que tiene que decir, porque no tiene compromisos con nadie… excepto consigo misma.

Nora es una rebelde pensante. Nora es una rebelde socialmente integrada. Nora es una rebelde inteligente. Nora es un orgullo para el normalismo, la política y la izquierda en Aguascalientes.

En la próxima, apreciable lectora, querido lector, tendré oportunidad de presentarle a la tuna (tunanta) de la política. Váyase preparando, porque las andanzas de la “anti-dama”, no tienen parangón. ¡Hágame usted el favor!

Nos vemos en la próxima. En la mesa de la tía coquis, se come, se lee, se estudia y se conversa de todo… especialmente de damas y tunas.

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