- Realizan el primer Encuentro de Novela Negra en la Universidad Autónoma de Aguascalientes
- Hemos de asumirnos como una sociedad crítica, no gritona, propositiva: Elmer Mendoza
El corazón de la literatura mexicana es negro, señaló Elmer Mendoza en la conferencia que impartió en la Universidad Autónoma de Aguascalientes con motivo del Encuentro de Novela Negra.
Los autores de literatura negra nos hemos apropiado del corazón de esa literatura, por las historias que estamos contando, porque nunca rehuimos contar el país y la época en que vivimos, las ciudades que habitamos, señaló el autor de Besar al detective, indicando que los autores de literatura negra mexicana se caracterizan por su intención de contar un país, representarlo, en sus partes crudas, pero también en sus partes folclóricas, inolvidables, en las que pueden ser orgullo, en las que duelen pero también en las que se disfrutan, en las partes que merecen humor, la novela negra tiene todo eso.
Mendoza caracterizó a la literatura negra mexicana como una novelística decididamente contemporánea en la que los procesos de escritura empleados por los autores son de vanguardia: “pueden encontrar a los mejores autores del género que quieran y verán que andamos recorriendo las mismas formas, formas que pertenecen a esta época y que tienen que ver con el tono, con el ritmo, ese instrumento narrativo que es lo que hace que un lector se enganche, los policiacos cuidamos mucho esas formas, siempre vamos al plexo solar, como a la parte más emotiva de las personas, crear atmósferas pensando en que le van a llegar al lector”.
Con motivo de la celebración del décimo aniversario de la librería de la UAA, se está realizando el primer Encuentro de Novela Negra en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en el que se desarrollan presentaciones de libros, funciones de cine y conferencias; en este contexto impartió una conferencia Elmer Mendoza, donde también habló sobre el papel que juegan los lectores: “Todos nuestros lectores son detectives, a la hora de plantear el desarrollo de la trama hacemos con sumo cuidado, a un autor al que le descubren en las primeras páginas quién es el culpable, pues hay una desilusión, el detective que es el lector dice: no la hace, pero cuando llegan al último capítulo y no saben qué está pasando, tienen una serie de teorías sobre quién es el culpable, el lector se siente bien, nosotros trabajamos muchísimo eso. Son novelas que exigen, hay una voluntad de estilo, cada autor intenta establecer su personalidad narrativa, encontrar la forma personalísima de contar una historia, de contar un delito, la forma en que se trabaja eso, en que se enriquece, es como los arreglos que hacen los músicos, eso es lo que hace a la novela negra diferente”.
Elmer Mendoza sostuvo que si alguna vez se pensó que la literatura mexicana negra era menor, estaban equivocados: “estamos haciendo una literatura muy respetable, que cumple con las exigencias de los críticos”.
Sobre el compromiso literario, el creador de El Zurdo Mendieta mencionó que él siempre escribe “con la idea de escribir la mejor literatura de mi tiempo, sin calificativos, negra o blanca, todavía tengo la fortuna de que me inviten a las dos reuniones, tengo un pie en un lado y en otro, aunque mi fascinación es la negra, y mi definición en el mundo tiene mucho que ver con la literatura negra por la temática, pero en asuntos de estilo, tiene que ver con otras cosas”.
Acerca de la estética de la violencia indicó que es una estética que debe localizar los delitos, que representen a todos los delitos y crear símbolos a partir de ahí, de tal suerte que los receptores del mensaje artístico no se sientan agredidos, que no hay apología, sino que hay una representación estética de un fenómeno social, de un fenómeno delictivo que es grave, esa es la pretensión de la estética de la violencia.
No hay inocencia en los escritores de novela negra, dijo Elmer Mendoza: “la literatura que nosotros hacemos no es inocente, es una literatura que tiene una capacidad de representatividad, no solamente la mexicana, la que se hace en América Latina, siempre hay un fondo que es real, y un fondo que tiene que ver con podredumbre, con corrupciones, entonces, en ese aspecto, digamos, hacemos una literatura policiaca, negra, pero social, si nosotros tuviéramos más lectores, quizá habría alguien que reflexionara: ¿qué pasa?, ¿por qué no se castiga a nadie?, ¿qué pasa con los códigos penales? Hemos de asumirnos como una sociedad crítica, no gritona, propositiva, que escriba, que proponga, y que al final es una sociedad que se quiere a sí misma, que pretende vivir mejor, en paz, y que quiere heredar a sus hijos, a sus nietos, una mejor ciudad, un mejor país”.
El Encuentro de Novela Negra continuará hasta el 8 de abril, hoy se presentan los libros Juan tresdiezyseis de Hilario Peña y la trilogía del Hielo negro de BEF a las 17:00 horas y a las 18:30 Elmer Mendoza, César Silva, Imanol Caneyada e Hilario Peña participarán en la mesa redonda Las ciudades negras: la geografía de la literatura negra mexicana, en el Aula Isóptica II del Edificio Polivalente de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.