Es increíble el significado del discurso de los gobiernos, a veces logran formar una imagen de sí mismos que hace que la gente en su mayoría olvide lo hueco de esas palabras. Por ejemplo el haber entrado a la era de la tecnología. Mientras las comunidades, y no sólo las más alejadas, sino las más cercanas a la capital, quedan completamente fuera de contacto de eso que puede ser una realidad para la mayoría ciudadana.
En muy buena medida las limitaciones que viven las comunidades son una muestra clara del fracaso en los tres niveles de gobierno, la demagogia, el clientelismo y la simulación de mecanismos creados en leyes que son tan permisibles con empresarios poderosos dejan prácticamente a su mala suerte a quienes representan una parte que vive condiciones muy sensibles en la sociedad, desventajas que parece nunca se van acortar.
Para la comunidad rural no hay escuela, es decir, sí existe una aula construida pero no llega el personal docente, porque no está asignado, porque el recurso no es del Instituto de Educación sino del Gobierno Federal y ese mal funcionamiento de la educación como una institución genera muy pronto el abandono de la niñez de estas comunidades, para quienes además la educación no representa ninguna prioridad ni oportunidad de salir de la marginación, un ciclo muy fuerte para revertir donde no es extraño encontrar adolescentes que ya han abandonado la escuela porque no logra ser un lugar trascendental para la comunidad ni para las familias que la habitan.
Muy pronto encuentras a niñas y niños de seis años que tampoco van a la escuela y están en la construcción, en la obra van acarreando ladrillos unos por uno porque eso es lo que se puede o andan raspando tabique desde las 11:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, la familia tiene como prioridad comer aunque sea menos de lo básico, aunque sea pura soya y frijoles, sólo para eso alcanza, pese a que el Gobierno del Estado insista en que más de 50 millones de pesos se invirtieron diariamente en Aguascalientes, es irrisorio el descaro del progreso para todos.
Hace una semana me preguntaba una joven madre de la comunidad ¿y usted conoce el cine? Porque yo nunca he ido. Y estoy hablando de una comunidad que se encuentra apenas a quince minutos después del Tercer Anillo hacia el oriente de la ciudad. Donde tampoco hay proyectos culturales ni soñarlos, ni pensarlos, porque la megainversión en cultura tanto del municipio como del estado ni hace entre sus planes a esta parte de la ciudad, que para ellos no existe. En cambio hace un mes abrieron sobre el camino que va a la comunidad un bar. Me imagino que de ese lugar sí existe registro en la dirección de reglamentos municipal, porque eso sí importa para el gobierno, los nuevos negocios que generan empleos, uy qué orgullo.
Y ahora que estamos en plena campaña electoral pues ya llegaron casi vestidos de Santa Claus a prometer que van a poner transporte, que si ganan habrá urbanos y la gente al fin dejará de caminar sobre carretera unos 30 minutos hasta la parada de la ruta 39, la más cercana. Aunque eso es cuento viejo, porque varias veces se han juntado las firmas organizando la petición del transporte que no ha sido autorizado porque los transportistas que trasladan a la gente en combi no quieren competencia, aunque esa camioneta pase cada 45 minutos o cada hora, han impedido la entrada de los urbanos.
La comunidad ahora lucha contra la entrada de camiones de carga que tiran escombro rompiendo el sistema de esas praderas verdes que a nadie importan. Contratistas de estas grandes empresas que “tanto” invierten en Aguascalientes no se hacen responsables de su basura, a dónde va a dar todo eso que generan y contratan a empresas o personas físicas para que les monten sus naves de operación o remodelen y todo eso que sacan está siendo tirado en el campo, el estado verde que tanto pregonan es pura ilusión, porque el sistema permite que algunos vivos le cobren a la empresa por limpiarle el basurero que generan y lo que hacen es ir a dejar ese mismo basurero donde ellos creen que es lejos, en el campo. Y nada, no pasa nada porque el progreso sólo de algunos lo justifica todo.
Ni soñar con el internet, porque el monopolio de Telmex ha pactado con otras empresas más pequeñas que exigen 100 firmas de contrato al doble del costo que cualquier otra para instalar una antena que da un servicio lentísimo y sólo tiene 1 mega al que nadie puede acceder, así es como se ha repartido el territorio entre los empresarios y así lo ha permitido el gobierno.
Lo que respecta a la TV digital otros vivales están vendiendo los decodificadores que se encuentran en el centro comercial donde ya de por sí obtienen jugosas ganancias dándolos a 500 pesos, pues en estas comunidades la manufactura china de ese mismo aparato se vende en mil quinientos pesos. ¿Y Profeco? O es que no le toca regular esos asuntos, o es que mejor andan de campaña.
La pobreza se vuelve un gran negocio para muchos, esa es la lógica del capital salvaje, deshumanizado al que apuesta la ceguera gubernamental. El agua para tomar se vende muy cara, el fabuloso cambio a la era de la TV digital que “logró” la reforma en telecomunicaciones hace que una empresa gane tres veces más de lo que ya ganaba vendiendo decodificadores en las zonas rurales de mayor desventaja social, que además soportan volverse el tiradero de las empresas automotrices que acaparan el agua y la tierra. Sin acceso a las escuelas, a espacios de diversión pacíficos, a la posibilidad de un trabajo, sin transporte y a un aislamiento terrible porque es una condición impuesta y obligada por la falta de recursos económicos para desplazarse y buscar vivir de mejor manera, las comunidades rurales siguen creciendo, lejos de una oportunidad de mejoría.
Una parte considerable de la sociedad de Aguascalientes vive en lo rural los efectos atroces de la ineptitud de los gobiernos, la voracidad de los empresarios hacen de esa pobreza su principal ganancia, luego vienen los discursos, las promesas, pero el día en la comunidad sigue siendo el mismo.
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