Noé García
Parece que no tenemos más opción que hacer Social Media,
la cuestión es cómo podemos hacerlo bien
Erik Qualman
Estamos en la etapa de precampañas y ya parecen campañas, no alcanzo a distinguir esa delgada línea entre una y otra etapa. Hay espectaculares en la calle, spots en radio y TV, se observa un despliegue propagandístico en redes sociales; y mientras tanto la autoridad electoral, replanteo la frase a modo de pregunta, mientras tanto ¿y la autoridad electoral? “bien, gracias”, responderán.
Quisiera aprovechar este espacio de análisis y razonamiento para realizar una descripción de lo que ocurre en las redes sociales.
En ese mundillo se está desatando una batalla estratégica, donde filtrar la realidad es el objetivo, campañas con filtros de instagram podríamos llamarles.
Lejos de colocar fotografías naturales y que muestren el Aguascalientes tal cual es, y refleje su día a día al natural, se esfuerza para que las fotos compartidas luzcan lo menos casual posible; en poses y actos que los quisieran hacer pasar como cotidianos, pero más parece una puesta en escena coloreada con los cientos de filtros que existen en las aplicaciones fotográficas; ¿con qué razón? Para que los demás vean esa campaña tan “cool” y “novedosa” que se lleva (triste pero cierto).
Donde el cielo se ve más azul que nunca, en contraste de los rayos del sol, clarendon, moon, lark, juno, crema, amaro, hudson, valencia y decenas más de combinaciones para resaltar, bordear, matizar, contornear, ajustar la estética de la escena, al estilo Polaroid del siglo pasado.
Un Aguascalientes alterno, 2.0, un Aguascalientes que existe sólo en los filtros de edición, lejos del Aguascalientes bellamente natural.
El hecho es que los candidatos están distorsionando la realidad un poco, su realidad, para mostrarse de forma muy poco real, selfies forzadas, actos sin ambiente donde todos son felices o un saludo con una puesta del sol perfecta que no existen si no es con la ayuda del valencia de fondo. No sé si se avergüenzan, tal vez esa es la razón del abuso de este tipo de herramientas.
El hecho es que nos mienten, un poco, pero nos están comenzando a mentir desde ahí. Algunos podrán decir que exagero, pero es la dura realidad. Por cierto no veo que en todas esas imágenes aparezca la leyenda “dirigido a los militantes o consejeros de tal o cual partido rumbo a la asamblea electiva”.
El otro aspecto de la campaña en redes sociales es la guerra sucia. Un medio donde hay libertad plena de expresión, pero que algunos han abusado de esa libertad que hay en las redes. No hay control del contenido por parte de ninguna autoridad.
Si usted en su Facebook o Twitter comenzó a tener solicitudes de amistad de perfiles desconocidos, pero con fotos de personas atractivas o de supuestos medios informativos, muy probablemente fue seleccionado por el cuarto de control de redes de algún candidato para poner como anzuelos “bots” que emitirán los mensajes de desprestigio, rumores de los adversarios o encuestas falsas.
Mientras desde el cobarde anonimato se calumnia y desprestigia, los candidatos oficialmente condenan dichas campañas, conscientes y confiados que los miembros de su equipo asignado para tan sucias tareas podrán sacar el peor lodo de las alcantarillas para arrojarlo sin que se les vincule.
Lo más grave es la posición omisa o el autismo que tienen los institutos electorales frente a esta situación, con el hecho de que las redes sociales es un ámbito que no está regulado, se escamotean tranquilamente y dejan que circulen dentro de las redes, sitios donde hay mensajes verdaderamente denigrantes.
Como muestra está la opinión de Lorenzo Córdova Vianello, presidente del INE, que señaló que dicho órgano nacional no sancionaría aquello que se publicara como activismo en redes sociales, debido a la imposibilidad de investigar y descubrir a los responsables de las prácticas antiéticas, ejemplificando con el caso de los conocidos “bots” en Twitter.
“Un huevo en Twitter descalifica o denuesta, viola o calumnia a un candidato, ¿vamos a sancionar al huevo? No lo quiero bromear, nada más quiero ilustrar esto solamente para decir que hay que ser muy cautelosos hacia dónde vamos, porque la eficacia de una autoridad, una autoridad eficaz, cuando se sobreexcede puede volverse una autoridad que hace el ridículo”, explicó al pleno el consejero presidente del INE.
En esos dos campos está la batalla electoral en Aguascalientes, entre una campaña filtrada y matizada de la realidad, y por otro lado el de la guerra sucia, utilizando perfiles falsos.
Esto está apenas comenzando y lo que hoy vemos es una probada de lo que veremos amplificado cuando inicie formalmente la campaña.
Nunca pensé decirlo pero creo que extraño las viejas campañas, donde el candidato salía a la calle, tocaba las puertas, su equipo perifoneaba, los cruceros se tomaban con propaganda, se buscaba los centros de reunión y se exponían a uno que otro reclamo ciudadano. Hoy eso solo sirve si se pasa por un bello filtro fotográfico, se publica en sus redes de aduladores, perdón de seguidores, y se incentiva a su equipo a que le den like, retweet o shares.
La moda por hacer campañas electorales desde las redes sociales lo impuso Obama en su primera elección, en México mal-copiaron dicho concepto. El éxito de Obama fue el de que las redes fueron su principal fuente de financiamiento con millones de micro-donaciones; como en México ese aspecto lo tienen resuelto con los jugosos montos de nuestros impuestos, por tanto nuestros ociosos políticos usaron las redes para presumir y desprestigiar, y que dicho sea de paso ¡sí que lo saben hacer!
@noeg2