El 8 de marzo se celebró en la mayoría de los países del mundo el Día Internacional de la Mujer, ocasión propicia para revisar los avances que ha habido en materia de equidad, combate a la discriminación y desde luego, la participación de las mujeres en tareas productivas.
Revisando la información estadística que produce el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), resultó sorprendente algunos de los indicadores que da relacionados a la situación de las mujeres en México como el hecho de que, 44 de cada 100 trabajadores en el país son mujeres o el hecho de que, de cada 100 trabajadores que se desempeñan en la industria de la construcción, 11 son mujeres o que la mitad de los empleados de mostrador, son mujeres.
Por tipo de actividad, los cuidados y apoyo que brindan las mujeres a los integrantes del hogar son los más importantes económicamente, con un valor igual a 6.1% del PIB nacional; pero la preparación de alimentos representa su mayor carga de horas, con 33.2% del total de sus labores domésticas y de cuidados.
Cada mujer realizó el correspondiente a 47, 400 pesos netos anuales por su trabajo en labores domésticas y de cuidados no remuneradas, revela el INEGI a valores del 2014.
Este valor cambia cuando se considera el lugar de residencia, pues las que viven en hogares rurales generaron un valor económico promedio de 51,808 pesos.
Por otro lado, si la mujer está casada o vive en unión libre su aportación ascendería a 61,456 pesos; mientras que las labores domésticas y de cuidados no remuneradas de quienes están solteras tendrían un valor similar a 26,082 pesos.
En contraste, las mujeres que habitan en hogares con presencia de menores de seis años aportaron en promedio 60,628 pesos, principalmente por sus actividades de cuidados y apoyo.
Las que viven en hogares con menores ingresos contribuyeron con 50,029 pesos en promedio al año por sus labores no remuneradas en el hogar; mientras que aquellas que pertenecen a hogares con mayores ingresos lo hicieron con el equivalente a 43,191 pesos.
Estos montos son el resultado de calcular el estimado de los costos que tendría cada tarea en el hogar, de tener que contratar a alguien que realice las labores, de tal forma que, la contribución de la mujer con tareas productivas no remuneradas, es cuantiosa.
Así que, para las mujeres, cuando se les pregunta que si trabaja, mediten muy bien su respuesta ya que, si labora en tareas del hogar en realidad se trabaja, y mucho, la diferencia es que es un trabajo no remunerado.