Estimado lector, el día de hoy hablaremos de aquellas ocasiones en que se hace hasta lo imposible por no ganar, por perder ya sea dinero, tiempo, esfuerzo, una elección o no completar en pocas palabras un objetivo que está planteado de origen.
Los objetivos que se plantean las organizaciones, los individuos, y los equipos son a final de cuentas, una de las formas de elevar el nivel del que tomó la decisión de lograr los objetivos, ya sea a través de dinero, de más mercado, de un logro personal, es decir, el objetivo nos lleva a ser mejores en algo, por tanto, está muy atado al sistema de competencia no cooperación, es decir, yo quiero tener más que mi vecino, ser mejor que mi compañero de aula, el mejor consultor, el mejor político, tener un nivel de vida más alto, en fin, competencia pura al estilo capitalista de Adam Smith puro, tratar de elevar el nivel económico de la sociedad a través de la elevación de la satisfacción individual.
Pero no entiendo cómo, en ocasiones innumerables, el ser humano tiene la posibilidad de lograr esos objetivos, de ganar en pocas palabras, porque se le están dando las condiciones para hacerlo de manera óptima, o dicho de manera coloquial, “porque los astros se alinearon”, y hacen todo lo posible para no triunfar.
Ejemplos, hay muchos, daré algunos en varios ámbitos para que se vea hacia dónde va esta idea:
- Los gobiernos de Fox y Calderón, si bien es cierto, tuvieron dos eventos traumáticos cada uno en cuanto a la relación con Estados Unidos que es el motor que hace crecer nuestro país como lo fue para Fox los atentados del 9/11 del World Trade Center, y para Calderón la terrible crisis financiera de Wall Street de 2008, tuvieron en sus manos la oportunidad de aprovechar la “bonanza” que dio los precios del petróleo altos. Si bien es cierto, Calderón utilizó muchos de esos recursos para pagar deuda externa, también es cierto que el despilfarro (véase el monumento a las suavicremas, perdón, el monumento al bicentenario), el mal uso por parte de gobernadores de uno o de otro partido dieron al traste a esa perfecta oportunidad. Más aún, en esos momentos la reforma energética hubiera sido el éxito perfecto para el país, pero.. el miedo a AMLO, la obstinación del PRI, hicieron que esa reforma llegara demasiado tarde para el país.
- Los partidos políticos, sin más, en el estado de Aguascalientes para las elecciones 2016. Los partidos dominantes en la entidad, tanto el PRI, como el PAN, están apostando a su carta más dominante, la que puede llevarlos al triunfo a la gubernatura. Lo único que tenían que hacer para un estado–ciudad como ésta era poner un candidato fuerte en la presidencia municipal de Aguascalientes, donde está cerca del 80% del electorado, para fortificar de forma importante esa candidatura a gubernatura y que sea ese el factor que incline la balanza a favor de uno u otro. ¿Y qué fue lo que pasó? En un partido una candidatura de unidad “gris” como el logotipo de campaña, en el otro, una campaña desgarradora y de muchos golpes bajos que sólo hicieron que se desencantara la población de uno u otro. Ahora los “gallos” a gobernador sólo pueden esperar tener fuerte SU opción sin ninguna otra opción. Quizá pensar en dejar perder la presidencia municipal porque no tienen con qué responder. A perder.
- IBM, era el jugador dominante en cuanto a la venta de computadoras de escritorio durante la década de los ochentas y parte de los noventas. Tenía el 60% del mercado de ese tipo de computadoras, y empezaba a vislumbrarse que el mercado estaba transitando hacia las computadoras portátiles. Desarrollaron la tecnología y al ver que era muy cara, la desecharon. ¿Qué pasó? Terminaron vendiendo a una compañía China, llamada Lenovo su unidad de negocios de computadoras.
- O Kodak Eastman que desarrolló el chip para las cámaras digitales, pudo ser el dominante del mercado, pero… no era su negocio principal, afectaba sus “utilidades” presentes y lo desecho. Terminó por acabarse una compañía centenaria que tenía todo para ganar.
Y podemos seguir, y ¿por qué pasa esto? Unos dirán que porque están en su zona de confort, la realidad es que sucede esto por soberbia, porque se cree que se puede todo con el simple hecho de ser quién son, y menospreciar de forma importante a la competencia, al otro.
Seamos humildes, juguemos para ganar, pero no para que otro pierda, sino para que ambos podamos ganar.
