Reflexión pública / 1 / Botella al mar - LJA Aguascalientes
15/11/2024

Adriana Álvarez Rivera

 

A todos los náufragos, capitanes de barcos, isleños y gente de tierra firme

 

Los hechos y las dudas

En marzo del año pasado acepté participar en el programa de Conciertos Didácticos del Instituto Cultural de Aguascalientes, junto a la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Después de semanas de trabajo, la primera temporada de dichos conciertos se canceló debido a los arreglos que habían de realizarse en la instalación eléctrica. Fuimos notificados de tal situación cuatro días antes del estreno, por lo que el montaje escénico ya estaba terminado. El trabajo ya realizado no se nos pagó. En septiembre de 2015 fuimos convocados nuevamente y realizamos el montaje. Al día de hoy, no hemos recibido el pago correspondiente, a pesar de que hemos realizado todos los trámites solicitados.

En marzo, tras la suspensión de la temporada y apelando a las horas de trabajo que todos los participantes invertimos en el proceso, solicitamos mediante una carta dirigida a la Lic. Dulce Rivas Godoy, directora general del Instituto Cultural, que se buscase otro espacio para poder llevar a cabo los conciertos o que, si esto no era posible, se nos retribuyese económicamente por nuestro trabajo, así como el del director, la diseñadora de maquillaje y la vestuarista, quien incluso ya había comprado el material y realizado gran parte de los vestuarios. Justificamos nuestra solicitud con la idea de dar un valor económico al trabajo artístico, ya que la profesionalización del arte tiende precisamente a eso: a que los artistas puedan vivir del arte. Ante esta, a nuestro parecer, muy justa solicitud, la Lic. Rivas Godoy contestó con una misiva de la que destaco:

En relación a la valoración de su trabajo queda claro que, desde un comienzo, se le ha dado la valía merecida pues, por tal motivo fueron invitados a participar en tan importante actividad. De esta manera, les conmino a sumarse a las actividades didácticas (más allá de las artísticas) que se tengan dentro de este programa.

 


Surgieron algunas dudas cuando leímos este párrafo: en primer lugar, afirmar que la “valía merecida” es haber sido invitados a participar como actores, equivale a decir que ser invitado a colaborar como servidor público es suficiente honor como para que además se reciba un sueldo (sin contar las prestaciones o la remuneración económica extra por tener un puesto considerado “de riesgo”). Es decir, el artista debe considerarse privilegiado por ser requerido para trabajar en el Instituto, aun sin obtener un beneficio económico a cambio.

En segundo lugar, el verbo conminar, según la edición más reciente del Diccionario de la Real Academia Española, en su versión digital, señala tres sentidos, los cuales cito de manera textual: “Amenazar (dar a entender que se quiere hacer algún mal). / Apremiar con potestad a alguien para que obedezca. / Dicho de la autoridad: requerir a alguien el cumplimiento de un mandato, bajo pena o sanción determinadas” (las cursivas son mías). Esto es, además de considerarnos privilegiados por la invitación para colaborar con el Instituto, ¿también debemos sentirnos obligados a sumarnos a otras actividades, a riesgo de sanción o pena? ¿A qué o a quién deberíamos obedecer y “sumarnos”…? Es evidente que estos no son los sentidos que la Lic. Rivas Godoy querría haber utilizado en su frase, pues en definitiva no cabe interpretar una amenaza en el contexto ni en el tono de su carta, sin embargo, el uso incorrecto de este verbo sí provoca ambigüedad en la emisión del mensaje y la propuesta de la licenciada.

En tercer lugar, ¿cuáles son las “actividades didácticas (más allá de las artísticas)” que supone “este programa”? No sabemos siquiera a cuál “programa” en específico se refiere la titular del ICA. Solamente con este párrafo nos quedaron muchas dudas sobre la postura que asume el Instituto Cultural de Aguascalientes con relación al arte y los artistas (e incluso a la gestión de los espacios, ya que en otros párrafos se nos informaba de la imposibilidad de reubicar los conciertos: ¿cómo, teniendo el Instituto tantos lugares a su disposición, no se pudo encontrar alguno para llevar a cabo la temporada, aunque se hubiesen hecho algunas modificaciones, como el número de asistentes?)

Desafortunadamente sí nos queda muy claro que por un lado se promueve la creación de carreras artísticas y posgrados en arte y se construyen espacios para albergar productos artísticos, pero por otro, no se da un trato digno, oportuno y eficiente (estos últimos dos en cuanto a los pagos) a los artistas. A pesar de nuestras dudas ante la respuesta de la Lic. Rivas Godoy, optamos por dejar el asunto de lado y concentrarnos en nuestros demás proyectos personales.

Como comenté al principio, en septiembre pasado fuimos invitados nuevamente a realizar la segunda temporada (en realidad, la primera) de dichos conciertos. Después de hablarlo con el Lic. Carlos Guerrero, director del montaje, decidimos de manera grupal que volveríamos a participar porque definitivamente creemos que acercar a los niños al arte es una forma de transformar la realidad, también creemos en la calidad del trabajo que ya habíamos preparado en marzo. Así, volvimos a ensayar entre tres y cuatro horas diarias durante casi tres semanas de octubre y la temporada de Pedro y el lobo se realizó con éxito (15 funciones: diez en el Teatro Aguascalientes, cuatro en municipios y una en el Museo Descubre; además, basta ver los rostros en las evidencias fotográficas, leer algunas notas periodísticas o preguntar directamente a los maestros de las escuelas, a los niños, a los músicos o a los encargados de los espacios en los cuales se presentaron los conciertos).

Ahora bien, casi cuatro meses después de haber terminado la temporada, no se nos ha remunerado económicamente por nuestro trabajo. Somos testigos de que el Lic. Guerrero ha hecho todo lo pertinente para que se nos pague, ya que él mismo nos ha informado paso a paso sus acciones (incluso nos envió a los actores un correo detallado, con copia para varios de los funcionarios implicados). Además, el día 14 de diciembre algunos de los actores lo acompañamos a una reunión con el Lic. Mauricio Berumen, quien nos atendió en lugar de la Lic. Rivas Godoy, y en esa conversación corroboramos toda la información recibida a través del Lic. Guerrero.

Sin embargo, al no obtener solución a través de las gestiones del Lic. Guerrero, el 28 de enero acudimos a hablar con la Lic. Arcelia Martín Jáuregui, coordinadora de Fondos y Programas Mixtos, ya que de ella depende el programa Alas y Raíces a los niños, del cual, según se nos ha explicado, depende el presupuesto de los conciertos. Al no estar presente la responsable, nos atendió la Lic. Martha Medina, con quien tuvimos una amena conversación, pero quien no pudo resolver ninguna de nuestras preguntas ni darnos alguna solución concreta para dar curso a nuestro pago.

Nuevamente, el 4 de febrero acudimos dos de mis compañeros y yo a la oficina de la Lic. Arcelia Martín Jáuregui. En esa ocasión logramos hablar con ella, tuvimos una muy larga y cordial conversación, en la cual nos explicó algunos detalles del proceso, entre ellos que el recurso federal se había retrasado (al parecer esa misma semana recién había llegado) por razones que no nos explicó y que hace unos meses se había tenido que pedir prestado dinero para pagar a los demás trabajadores, ajenos al Instituto -boleteros y acomodadoras-, así como, asumimos, para el transporte y las botellitas de agua.

Quiero aclarar que todos y cada uno de nuestros acercamientos con los funcionarios públicos mencionados han sido cordiales y respetuosos, hemos sido recibidos con un trato amistoso, educado y cordial, aunque, también hay que decirlo, ninguno de ellos ha resuelto con eficiencia la situación ni ha respondido con claridad y precisión a nuestras preguntas. La Lic. Martín nos ofreció una disculpa pues asumió que, efectivamente, en su departamento se habrían podido realizar los trámites de manera eficiente y al mismo tiempo nos invitó a participar en otros proyectos, a solicitar becas y a colaborar activamente en otros programas del Instituto. En su momento, como ahora, agradecemos ambos detalles de la funcionaria, sin embargo, ninguno de ellos implica una solución real al problema.

A pesar de que el mecanismo de pago para los Conciertos Didácticos del 2015 ha estado lleno de irregularidades desde el inicio, tengo la certeza -porque finalmente confío en el Instituto- de que se nos va a pagar, pero me quedan muchas preguntas que nadie ha podido resolverme:

¿Por qué no hay comunicación eficiente entre los departamentos del Instituto? (¿Por qué tenemos que acudir a distintos departamentos para encontrar respuestas concretas o corroborar información y en cambio obtener más dudas?)

¿Cómo puede ser que los demás implicados en los conciertos hayan recibido el pago correspondiente (mediante un préstamo) por sus servicios y los actores, director y maquillista sigamos sin cobrar?

¿Por qué el Departamento de Fondos Mixtos no tiene eficiencia en la forma de hacer las cosas? (Hemos tenido que informar varias veces que se estaba omitiendo el pago de la Mtra. Noemí Ortiz por el diseño de maquillaje y al preguntarle a la Lic. Arcelia Martín Jáuregui dijo no saber nada al respecto, pero que investigaría la situación para que se hiciese el pago.)

¿Por qué, después de comprometerse con nosotros a pagarnos una cantidad, querían reducirla? (Hemos ido a hablar varias veces al respecto de esto pues si nosotros acordamos trabajar por una cantidad específica, no pueden simplemente reducirla. No es problema de los actores que dentro del Instituto sean incapaces de acordar las cantidades desde el inicio del proyecto.)

¿Por qué el director y los actores tenemos que utilizar nuestro tiempo de otros trabajos u otros proyectos para ir a hablar con tantos servidores públicos y no obtener de ninguno de ellos una respuesta eficiente y satisfactoria? ¿Por qué no tenemos certeza ni transparencia en todo este proceso?

¿En dónde está el recurso económico de la primera temporada cancelada por el Instituto?

¿Por qué, si el Instituto suele negarse a contratar a sus propios trabajadores en dos proyectos distintos a la vez, se permitió desde el inicio el contrato a cuatro trabajadores del ICA, incluido el director del montaje, a quienes se les pagará por medio de nómina, por lo cual, se les restará el I.S.R.?

¿Qué o quién entorpeció el proceso para que el recurso federal tardase tantísimo tiempo en bajar? (La Lic. Arcelia Martín Jáuregui nos explicaba que esto había sido en parte porque nuestra factura inicial tenía un error en el nombre, sin embargo, Fondos Mixtos tardó muchas semanas en darse cuenta de esto y pedirnos una nueva factura -en relación con el punto anterior y a éste, quiero especificar que en esa factura inicial se facturaban los pagos de todos los participantes, incluidos los trabajadores del ICA-. Fue hasta finales de enero que se nos informó que a los trabajadores del Instituto se les pagaría por medio de nómina. Es decir, afirman que nuestro error en la primera factura influyó para el retraso del pago, sin embargo, además de informarnos de esto casi dos meses después, fue hasta hace unas cuantas semanas que se nos informó el cambio de cantidad en la factura, por lo que, asumo, no era únicamente la cuestión del error, sino que el Instituto no tenía claro cómo y cuánto pagarnos -ya que, como mencioné antes, hemos tenido que “luchar” para que se respete la cantidad acordada inicialmente-. A esto se añade el detalle de que en diciembre, antes de salir al periodo vacacional, yo hablé personalmente con la Lic. Medina por teléfono para pedirle los datos exactos que debía llevar la nueva factura y me dijo, literalmente, que “en media hora me los mandaba”. Pasó una hora y no recibí nada, por lo que volví a llamar y me informó que antes de salir de su horario de trabajo ese día yo tendría la información en mi correo, lo que nunca sucedió.)

Finalmente, ¿cuál es la postura institucional con respecto a las definiciones de arte y artista? (Porque, evidentemente, de esa definición implícita dependen las políticas institucionales.)


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6 thoughts on “Reflexión pública / 1 / Botella al mar

  1. Que bueno que se denuncien estos hechos, espero pronto se resuelva su situación y las autoridades de den cuenta por lo menos mediante este escrito que no se valora el trabajo del artista como lo difunden

  2. Lamento mucho los hechos relatados, pues es una situación que se repite infinidad de veces no solo en Aguascalientes sino en todo nuestro pais en donde se presentan frecuentemente una serie de vicios y deficiencias.
    1 Nombramientos de personas sin capacidad para realizar la función publica asignada y cuyo único merito es conocer a alguien importante o ser pariente de alguien importante o sea una acepción ampliada de nepotismo tan socorrido en nuestro pais
    2 Libre uso de los fondos públicos para usos diferentes a los programados . que si bien da flexibilidad al ejercicio presupuestal del gobierno federal o estatal, pero utilizado en forma arbitraria o para provecho de unos pocos es realmente despreciable.
    3 Se crean publicamente espacios maravillosos para apoyar el arte y los artista con obras que dan “relumbron” a quie las hace y que llenan los espacios propagandisticos oficiales, sin embargo se “pichicatean ” unos pesos a los artistas que hicieron su trabajo y que necesitan esos recursos, bien ganados, para comer; desde luego debemos recordar que una de las “cantaletas” oficiales de nuestros gobiernos es “la mejor distribución de la riqueza y vemos que esto no se da en la realidad. Cuanta “maroma, circo y teatro”
    Viva Méxicoo

    1. Lamentable situación, valiente y necesaria declaración. Todo mi apoyo y solidaridad a los artistas afectados por la triste e indignante realidad de la administración pública. Me quedo con esta frase poderosísima “Justificamos nuestra solicitud con la idea de dar un valor económico al trabajo artístico, ya que la profesionalización del arte tiende precisamente a eso: a que los artistas puedan vivir del arte.” y los acompaño en su digna (y básica) demanda.

  3. Yo misma he sido testigo del ineficiente y cuestionable trato de la gente que trabaja en Fondos Mixtos, y más allá de eso, no de su “trato amistoso, amable y cordial” como señala la autora, sino de su prepotencia. Y varios casos, quejas e irregularidades más están en el ambiente.

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