- En el ánimo de ganar popularidad, políticos gestionan permisos al comercio informal
- Demandan moderación en licencias para ambulantes por temporada de San Valentín
Rocío Alvarado Ponce, comerciante del centro de la capital, acusó que las autoridades municipales conceden permisos para el comercio informal con fines electorales. Aseguró que en anteriores jornadas se ha observado que los gobiernos en turno autorizan esta actividad en el ánimo de ganar popularidad, cuando la mayoría de quienes se dedican a esto ni siquiera son originarios de Aguascalientes.
En compañía de los miembros del Movimiento Ciudadano, Alvarado Ponce dijo que en fechas como san Valentín se multiplica la presencia del ambulantaje en las calles del primer cuadro, lo que inevitablemente distrae a los clientes del comercio debidamente establecido: “es lamentable que en las buenas temporadas, el municipio apoye a la informalidad cuando hay empresarios que trabajamos todo el año generando fuentes de empleo y a quienes no se nos beneficia”. Estimó que por lo menos un 60 por ciento de las ganancias son acaparadas por la economía informal.
La expresidente de la Asociación de Comerciantes de la Zona Centro (Acocen) consideró que, en comparación con el pasado trienio, en el actual se han ejercido un mayor número de permisos para la instalación de puestos semifijos en la vía pública, contrario a lo que las autoridades han hecho creer a las personas: “incluso en la pasada administración municipal se prohibió ambulantaje en Centro Histórico”.
Subrayó que cada empresario invierte en su fachada para resultar llamativo para los compradores y no es justo que autoricen a los informales que coloquen sus puestos en frente, tal y como ocurrió en diciembre.
En esta ocasión “el Ayuntamiento nos dijo que no pasaría de 35 permisos en el centro y 60 en todo el municipio, vamos a ver si realmente es ese número. En temporada decembrina cada permiso aumentó dimensiones y altura, eso desmotiva a gente de venir al cliente”.
A ello hay que sumar que muchos ambulantes operan sin el debido permiso de la Dirección de Mercados y los verificadores, o no hacen su trabajo como corresponde, o no tienen la capacidad para poderlo hacer.
Según Alvarado Ponce, contrario a lo que muchos creen, la oferta informal no siempre maneja precios más accesibles al consumidor, pues se ha detectado que hay casos en los que la mercancía es incluso más cara que en la formalidad, que además ofrece garantías como la posibilidad de cambiar o devolver artículos dañados o defectuosos antes de cierto plazo: “en el ambulantaje son productos de dudosa procedencia que muchas veces no cumplen con las normas de calidad”.