- No es conveniente que Banxico suba tasas de interés para estabilizar dólar, arriesgaría crecimiento nacional
- México debe apostar al fortalecimiento del mercado interno: Alberto Aldape
La volatilidad del dólar continuará durante el primer trimestre del año. La moneda norteamericana, que este viernes se cotizó en un máximo histórico de 18.45 pesos, podría prolongar su carrera a la alza debido a los mercados internacionales, advirtió Alberto Aldape Barrios, director del Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial (CIDE).
Agregó que la tendencia es que el tipo de cambio baje hasta los 17.60 pesos. Es complicado que regrese a los mismos valores de antes debido a la caída en los precios petroleros, cuya venta representan el 30 por ciento de los ingresos del gobierno federal. El crudo difícilmente este año estará arriba de los 25 dólares por barril en lo que resta del año: “eso hace que una de las formas que se tiene para controlar el problema de los ingresos federales es si bajo el precio del crudo y está alto el tipo de cambio, recibo más pesos por los mismos barriles, que es una de las opciones del Banco de México antes de subir las tasas de interés”.
El analista dijo que hay probabilidades de que ocurra inflación si los precios se contaminan por el tipo de cambio; hasta el momento la depreciación del peso frente a la divisa extranjera solamente afecta a las empresas que importan en dólares y venden en pesos. Los que producen en pesos y venden en pesos no tiene el mayor problema: “si hay inflación, el Banco de México tendrá que actuar en cualquiera de las dos herramientas que tiene: o subastar más dólares o subir tasas de interés”.
Lo más seguro es que Banxico tenga que tomar la decisión de dejar de subastar dólares porque eso no está funcionando para estabilizar el tipo de cambio, tendría subir las tasas de interés para retener inversión y atraer inversión especulativa para lograr una estabilidad cambiaria: “así se retiene la inversión y nos hacemos un país atractivo para la inversión del dinero; con esto retiene dólares y se evita lo que sucedió el año pasado el que tengamos que estar metiendo 16 mil millones de dólares para tratar de controlar el tipo de cambio”.
Esto conlleva riesgos importantes, como el encarecimiento de los créditos hipotecarios y de bienes de consumo duradero, lo que frenaría a la planta productiva y con esto al crecimiento del país. En estos momentos ese es un riesgo que el Banxico no puede asumir, anotó el director del CIDE.
Esto complicará las intenciones de mejorar el salario de la clase trabajadora, pues la devaluación aumenta la competitividad no sólo del precio de los productos, sino también de la mano de obra: “vemos que empresas automotrices como Ford anuncian inversión de más de mil millones de dólares porque nuestros salarios son muy competitivos en dólares. Si yo lo subo puedo perder esa ventaja competitiva”.
Para Aldape, la clave para sobrellevar esta crisis es el fortalecimiento del mercado interno. Desafortunadamente México sigue teniendo una economía enfocada a la exportación “sin ver que necesitamos echar a andar los motores de la economía interna”.
En el ámbito nacional los pronósticos para este año presentan claroscuros, pues por un lado México es de las pocas economías emergentes crecerá alrededor del 2 y 2.5 por ciento.
Mientras tanto, la economía de Estados Unidos tiene un crecimiento que no se veía hace 30 años: “las remesas vuelven a convertirse en el principal ingreso de divisas para el país junto con el turismo, que es un área de oportunidad que debemos aprovechar. La industria manufacturera deberá diversificarse, mejorar en competitividad vía innovación y uso de tecnología para que de esta forma podamos mejorar los ingresos de los trabajadores y fortalecer el mercado interno”.
