- Las reticencias en su quehacer periodístico, dice, no fueron pocas. En la radio universitaria prevaleció siempre la autonomía
- La falta de ética informativa es consecuencia directa de la falta ética política, dice el periodista
- “A veces nos llegaban cartas solicitándonos mesura, pues a comparación de los demás medios nosotros parecíamos desmesurados. Y sí lo éramos porque también era desmesurada la circunstancia que ocurría y que nadie más decía”
Ladislao Rafael Juárez Rodríguez cree que la censura es una de las muchas manifestaciones de la violencia contra los periodistas en México. El Güero, como se le conoce entre colegas, habla también del trigésimo octavo aniversario de transmisiones de Radio Universidad de Aguascalientes, en la cabina de grabación -recién remodelada- que fue por muchos años escenario del informativo 7 AM.
El jefe de la sección de Radio del Departamento de Radio y Televisión Universitaria y último de los periodistas empíricos, como se refiere a sí mismo, nació en Aguascalientes 13 de julio de 1954, en el seno de una familia de artistas. Dio sus primeros pasos en el espectro radiofónico en 1977, en XNM Radio Casa de la Cultura, a invitación de Jorge Galván, luego de haber trabajado como tramoyista del teatro Morelos desde pequeño. Entonces la estación estaba al frente de Heraclio Zepeda.
“José Dávila Rodríguez, era director de Radio cuando empecé como editor y grabador en Radio Casa de la Cultura. Un año después conocí a Sergio Rodríguez Prieto que entonces realizaba las gestiones para que la Universidad Autónoma de Aguascalientes tuviera su propia emisora de radio. Para 1981 yo ya realizaba otras labores de periodismo junto con Marco Antonio Oliva Cuevas en un informativo llamado Para empezar el día cuando me cambié de trabajo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin dejar de colaborar para la Casa de la Cultura con un programa llamado El Gallo. Retomaba yo de Alfonso Reyes una parte que decía ‘con la aurora o al ponerse el sol los saluda cual tenor el gallo que esponja su plumaje tornasol…’. Grababa mis colaboraciones en una grabadora de mano que tenía en mi oficina de CFE y mandaba mis audios para que José Concepción López Chávez o Martín Martínez Pineda los editaran”.
–¿Cómo fue su arribo a Radio UAA?
–En 1987, José Dávila Rodríguez -en cuyo honor se bautizó el edificio de Radio UAA- dejó la dirección de la radiodifusora local y nos convocó, tanto a productores como a algunos de los administrativos, a venirse a XEUAA. Asumió la dirección de la radio universitaria en 1987 y yo llegué aquí con él como colaborador pero sin dejar mi otro trabajo.
En 1990 me retiré de CFE en busca de continuar con mi carrera teatral y musical. Recuerdo que platicaba con Héctor de León, quien estaba al frente de Comunicación y Relaciones Públicas de la UAA, a donde pertenecía radio, un 14 de agosto de 990. Me propuso trabajar en Radio Universidad y yo le dije que lo iba a pensar; después le pedí sólo cuatro horas diarias. En ese momento Héctor fue a Rectoría a hablar con Efrén González Cuéllar y al regresar me dijo que tendría 40 horas a la semana y que mañana mismo empezaría. El día de la Asunción de 1990 comencé a trabajar en Radio Universidad como productor.
–¿Cuáles fueron sus funciones?
–Era productor. El perfil del productor es quien hace los programas, el que los diseña, encamina, nutre, etcétera. En un sentido laboral, el productor no aparece al aire, solo se encarga de lo que hay detrás los que se ocupan de conducir son otros, pero en emisoras que no son comerciales quienes nos dedicamos a la producción también nos dedicamos a la locución, la conducción y todo lo que conlleva el quehacer del radio. Hacíamos invitaciones, entrevistas, enlaces telefónicos a Aguascalientes y la República Mexicana.
Al lado de Arturo Llamas Orenda, Rafael Juárez arrancó el 18 de enero de 1993 el programa 7 AM que dio un vuelco a la forma de comunicación vía radio que se realizaba en aquel entonces.
“Nunca definimos qué pudo haber sido, si un informativo o una revista. Era un espacio abierto donde tuvieron voz quienes no la tuvieron por muchos años. Incluso se abrieron los espectros de otras emisoras al ver cómo se daba esa apertura en Radio Universidad bajo la dirección de Dávila. Habrá que decir que este espacio informativo lo inició el maestro Juan Antonio Vera López. Nosotros lo alargamos a dos horas.”
–¿Cómo eran las instalaciones de la radio difusora entonces?
–Eran dignas. Antes de mudarse al edificio 14, Radio Universidad se encontraba en el 13, en un espacio del tamaño de la cabina en la que estamos ahorita. Aquí era antes un anfiteatro. Cuando arrancó Radio UAA no había internet ni aquí ni en ningún lado y había que pescarnos de la información como Dios nos daba a entender, utilizábamos diarios nacionales, locales y no había la computarización que existe ahora, apenas empezaba el disco compacto. Creo que era una manera mucho más artesanal de hacer radio y un intenso trabajo el que se realizaba.
Radio UAA entonces se sintonizaba en el 1370 en la banda de amplitud modulada hasta su traslado a frecuencia modulada, en donde surgió un radical cambio. Se hacían transmisiones a control remoto con un equipo que ya usamos muy poco porque ahora todo es vía internet.
–¿A quienes prestó el micrófono durante esa trayectoria?
A asociaciones de derechos humanos, a Conciencia Ecológica de Aguascalientes, a los partidos políticos de oposición que nunca habían tenido una apertura. Quiero decirte que las reticencias no fueron pocas, pero la postura de las autoridades universitarias fue alta, pero en todo momento se defendió la dignidad y la autonomía universitaria.
A partir de 1994 dimos seguimiento al levantamiento armado en Chiapas, aquí estuvieron prácticamente todas las voces que participaron y nosotros estuvimos allá en circunstancias muy críticas porque la oficialidad nacional nos tenía muy monitoreados: no todas las emisoras de la República tenían la posibilidad de informar lo que nosotros a pesar de que quien gobernaba Aguascalientes pertenecía a ese grupo político de contexto nacional.
Hicimos a una entrevista al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en la que dejaron sin comunicación telefónica al campus universitario, pero afortunadamente contábamos con incipientes teléfonos celulares, que en ese entonces eran unos auténticos ladrillos, y por ese medio pudimos comunicarnos con la sociedad. Alguna otra vez nos sacaron del aire cuando íbamos a entrevistar a Porfirio Muñoz Ledo, esas eran las consecuencias de esa apertura.
A pesar de todo nunca hubo una inclinación hacia una u otra circunstancia política. Cuando llegó la alternancia en 1995 la ciudadanía misma tomó a Radio UAA como su comunicador. En aquella elección la gente comenzó a llamar para dar los resultados de las casillas para evitar cualquier intento de desaguisado y quiero decirte que a nivel nacional, gracias a esa dinámica nació el conteo rápido.
–¿Fueron muchas la situaciones en las que el poder trató de incidir en el quehacer de la radiodifusora?
–La realidad es que no lo sé, esto nunca lo he comentado al aire, una vez nos mandó llamar el rector Gonzalo González Hernández a José Dávila, a Arturo Llamas y a mí, nos dijo que había recibido una llamada de gobierno del estado en la que se pidió readecuar nuestra personalidad en el micrófono, pues habíamos leído una nota alusiva al gobernador que habíamos tomado de Proceso donde no se daba la intencionalidad que nosotros le habíamos dado. En ese tenor eran nuestras reconvenciones. A veces nos llegaban cartas solicitándonos mesura, pues a comparación de los demás medios nosotros parecíamos desmesurados. Y sí lo éramos porque también era desmesurada la circunstancia que ocurría y que nadie más decía.
–¿Qué representó para ustedes la transición de AM a FM?
–Fue en 2006 cuando migramos de amplitud modulada a frecuencia modulada, en el contexto de la muerte de José Dávila en el año 2004. Eso marcó el final de un ciclo en la radio universitaria, no comercial y permisionada en Aguascalientes ya que la reconversión tecnológica provocó que al no necesitar tanto personal, la universidad diera las gracias a una decena de colaboradores que habían trabajado hasta por 20 años.
El departamento de Radio UAA se transformó en una sección porque se creó el Departamento de Radio y Televisión Universitaria, del que salen Radio, Televisión y Noticias. Volvimos a ser lo que fuimos en nuestro inicio y se acortaron nuestras posibilidades de maniobra, pero recibimos otro tipo de apoyos y aperturas. Llegaron nuevos compañeros, Arturo y yo retomamos nuestras labores periodísticas de calle y ahora a partir de dos años a la fecha el equipo se volvió a reconformar. Yo estaba como responsable del área de noticias donde no se dio el ejercicio a plenitud ahí y cuatro años después me ofrecieron quedar al frente de la sección de radio, solicité la reintegración de Arturo Llamas. Él, Víctor Meza y yo tenemos la misma edad laboral.
Además del fin de la era analógica, la reestructuración de fuerzas políticas y de ámbitos de responsabilidad universitaria han ido readecuando los caminos los caminos de la radio universitaria: “Habrá que ser muy sinceros, como comunicadores es ahora mucho más difícil difundir la información tal cual. Nunca antes como hoy es más difícil difundir la información, pero nosotros seguimos haciendo el esfuerzo porque finalmente informar y ser informados es un derecho constitucional. Los ires y venires políticos nos irán responsabilizando a nosotros por ese incidir en la ciudadanía. El abordaje a la ética informativa, que se ha dejado mucho de lado, es consecuencia de la ética política”.
“Por eso vemos que México es uno de los países más violentos, llegando incluso a la muerte de los comunicadores. Pero muy lamentable también, es el atentado contra la inteligencia del periodista, coartar su libertad de expresión, es matarte en vida, eso debería de también estar penalizado al extremo. La muerte física, como la muerte intelectual del comunicador es igual de lamentable.”
–¿Cómo impactó el nacimiento de la radio por internet?
–Nos abrió las puertas a la internacionalización. Desde que entró en vigor la frecuencia modulada, nuestro contenido se subió a internet para que nos puedan escuchar en todas partes del mundo. Hay también el apartado de podcast donde se pueden consultar los programas ya transmitidos y está por comenzar una campaña de difusión de la radio y la televisión de la UAA fuera de nuestra universidad.
–Finalmente, ¿cuáles son sus expectativas en Radio Universidad?
–Hay mucho qué hacer. Cuando llegué sólo había 40 programas de manufactura propia, ahora tenemos cien, la programación que transmitimos las 24 horas nosotros mismos la hacemos o la atraemos. Estuvimos el año pasado en Argentina en la Red de Radios Universitarias de Latinoamérica y el Caribe y este 13 de enero arrancó un programa especial Voz Rulac que es una hora diaria, de 12:00 a 1:00 pm, donde se escuchan diversas voces de universitarios de Argentina, El Salvador, Colombia, Chile, etcétera. Muy probablemente seremos subsede de la Bienal Internacional de Radio Educación en octubre de este año. También lanzaremos una semana de Radio Universidad con invitados importantes, pero corresponderá a Ignacio Ruelas Figueroa y Víctor González Esparza informarlo.