Panal ¿2016 al mejor postor? / Valor público - LJA Aguascalientes
22/11/2024

El Panal es una organización política de corte gremial que por sí misma es incapaz de ganar elecciones estatales o distritales, aunque resulta competitiva en algunos territorios municipales. Es muy posible que el Panal, por sí mismo, no alcance ni siquiera la victoria en los municipios de Asientos o Pabellón de Arteaga, donde tradicionalmente ha registrado su mayor cantidad de votantes. Rumbo a las elecciones locales del domingo 6 de junio de 2016 quizás lo más sano y conveniente para el PRI y PAN consista en no competir en coalición electoral con el Panal ante su involución electoral y evidente descenso en las preferencias del voto de los electores. Me explico.

En la medida en que las dirigencias, del PRI y PAN, supongan que por sí solos no podrán obtener la victoria en la elección de gobernador del estado en 2016, la capacidad de negociación política del Panal irá en aumento. Significa que si aceptan las “indecorosas” proposiciones del Panal estarán obligados a sacrificar o ceder posiciones en ayuntamientos y distritos locales, en perjuicio de sus propios militantes.

Aunque parezca una propuesta descabellada, por estrategia, el PRI y PAN no deberían obsequiar al Panal lo que por sí mismo nunca podría ganar. La estrategia más decente debería consistir en firmar un pacto de honorabilidad partidaria para evitar caer en el juego perverso del Panal y, como escarmiento, dejarle que compita solo.

Sin caballero no hay dama, reza el refrán. Lo más decente para la política electoral en Aguascalientes sería que el PAN y el PRI compitieran solos, frente a frente y sin coaliciones ventajosas en los comicios del 5 de junio de 2015. Frente a las coaliciones maléficas tal vez haya llegado la hora presenciar un encuentro Bis a Bis, y de una vez por todas, dilucidar cuál partido, compitiendo con sus propios candidatos a gobernador, alcaldes y diputados locales, obtiene más votos. Una vuelta de tuerca de cuerda inversa.

Juana Alicia Espinosa de los Monteros, diputada local del Panal, leyó muy bien mi colaboración publicada por La Jornada Aguascalientes el pasado 9 de diciembre, y casi repitió mi sesuda conclusión que reza: “los líderes magisteriales locales, aún leales a Elba Esther Gordillo (…), mostraron “su músculo electoral”. Ahora para los comicios del primer domingo de junio de 2016, el Panal tiene argumentos y votos suficientes para imponer sus condiciones al PRI ¿O será al PAN? ¿Quién ofrece más?”. Esa fue mi opinión. Ahora la exdirigente del Panal ha salido a los medios para confirmar más o menos lo mismo: “si el PRI o PAN quieren ganar (sic) van  a requerir de Nueva Alianza, en las últimas elecciones la suerte (resic) de ambos partidos ha dependido del Panal; el actual gobernador ganó con el Panal y Gerardo Salas, también. Ya son varias veces que la suerte de estos dos partidos depende de nosotros; jaja, así de fácil”.  

Lo que afirma Espinosa de los Monteros me parece una treta genial. La perogrullada es que tanto el PRI como el PAN, al ser los partidos más votados, serán los ganadores en las próximas elecciones, y ninguno tiene la necesidad de llevar al Panal como partido coaligado. Espinoza juega a la política clientelar, se vende, y al utilizar una perogrullada inversa pretende engañar a sus fieles y oculta que los votos del PRI y PAN son tan similares y tan superiores al resto de los partidos en contienda, que con coalición o sin ella van a ganar los comicios en Aguascalientes. En todo caso quien sí podría perder todo su poder local sería el Panal, en el preciso momento en que el PRI o PAN dejen de coaligarse con ellos.

En las presidenciales del 2006 en su primera aparición electoral, el Panal sólo obtuvo 21 mil 700 sufragios; en 2007 se coaligó con el PAN y sus votos no se registraron por razones de la coalición; para el año 2009 creció un poco y sumó 36 mil 148; luego en los comicios locales del 2010 cuando pactó una coalición total con el PRI mostró muy bien el voto diferenciado y en la elección de gobernador contó apenas con 20 mil 862 votos, mientras que en ayuntamientos sumó 24 mil 015 y en diputados alcanzó los 30 mil 670; enseguida la mayor votación del Panal se registró en las presidenciales de 2012, otra vez en coalición con el PRI apoyó la candidatura del presidente Enrique Peña Nieto y sumó la fabulosa cantidad de  57 mil 783 sufragios; su caída comienza en 2013 cuando compite sólo una sensible caída de votos en ayuntamientos con 46 mil 604 sufragios y un voto diferenciado en diputados donde suma 52 mil 283 votos; su mayor caída se presenta en 2015, en los recientes comicios de diputados federales registra su peor marca de votación al sumar apenas 22 mil 322 sufragios, pierde el 62% de los votos obtenidos en 2012, y además se ubica apenas en 600 votos más con respecto de los sufragios obtenidos en su primera aparición como partido en 2006 ¿Será este un evidente retroceso electoral?

Sin embargo, debido a las reglas electorales y las ambiciones del poder, tal como se ven las futuras elecciones, resulta cierto que el Panal se encuentra en una posición privilegiada para “vender el voto de sus simpatizantes al mejor postor”. Sin embargo, los partidos que logren comprarlos deberían tener en cuenta que, a pesar de que el Panal ha pactado coaliciones electorales con el PRI y el  PAN de manera formal y legal, es del conocimiento público que en lo “oscurito” algunos de sus dirigentes han pactado “coaliciones de facto por debajo de la mesa” a cambio de redituables negocios y posiciones políticas relevantes.

Para nadie es un secreto que el Panal es un ente político y pragmático, por lo tanto, podemos concluir que, en buena parte, su discurso de “la defensa de la educación pública libre y gratuita” resulta ser un mito genial para sustentar su plataforma política y sus campañas. Ellos venden sus votos sólo para obtener más poder y riqueza. Saben jugar a la política electoral, negocian bien y cobran caros sus votos “cautivos”. Esta situación que para algunos podría calificarse como “inmoral” resulta ser una práctica democrática muy común en las democracias de todo el mundo. Y así funciona nuestro sistema democrático. Así que los aferrados militantes del PAN y del PRI deberán concientizarse y no patalear de más.


Se entiende el papel que juega la exdirigente magisterial de Aguascalientes ¡quien vende pan frío! Que los compre quien no los conoce: dicen en mi tierra.

 

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