Lorena derrota a Miguel / Vale al Paraíso - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Nació el 19 de enero en la ciudad de Aguascalientes. En un mes más cumplirá 67 años de edad. En la clínica de Guadalupe ocupó el cunero 3, el número que representa los tres tiempos del buen torear, como él suele hacerlo en el redondel político desde los 15 años, cuando ya era dirigente juvenil de su partido, el PRI.

Es carismático. De muy fácil sonrisa. Conversador muy ameno. De trato florentino. Educadas maneras. Elegante en la humana. Evita la confrontación. Prefiere la negociación. La denostación fácil y rápida no sale de su boca, salvo honrosas excepciones. Es discreto. También prudente. Un tipazo.

Ha tenido, entre otros encargos, el de diputado local (septiembre-noviembre de 1980). Presidente Municipal de Aguascalientes (1984-1986). Procurador General de Justicia en Aguascalientes (1980-1983). Secretario de Gobierno del Estado de Aguascalientes (2010-2012). Secretario Particular del Coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República (1976). Visitador General y Contralor Interno de la Procuraduría General de la República (1987-1989). Delegado del IMSS en los Estados de San Luis Potosí y Aguascalientes (1990-1998). Delegado Regional del Infonavit en los Estados del San Luis Potosí, Aguascalientes y Zacatecas; así como en Jalisco (1989 y 2004). Coordinador General del Programa Nacional de Vivienda del Infonavit (2003).

A su extenso palmarés le faltará la meta no alcanzada. La aspiración no colmada. Porque de la política Miguel Romo Medina ha recibido mieles y hieles. Revisemos:

Se la jugó con sus queridos amigos Rodolfo Landeros Gallegos (1980) y Carlos Lozano de la Torre (2010), aspirantes al gobierno de Aguascalientes, y los dos se impusieron a sus respectivos adversarios, Miguel Ángel Barberena Vega y Lorena Martínez Rodríguez, en las contiendas internas del PRI.

En 1986 se apostó a sí mismo y perdió frente a Miguel Ángel Barberena Vega, en cerradísima carrera; tan apretado estuvo el proceso que el tricolor destapó a su candidato hasta el 30 de junio. La derrota lo obligó al exilio en el DF. Barberena sentenció su lejanía de Aguascalientes. De haber podido, el marino lo hubiera mandado al Atlántico en una balsa.

En 2016 se la vuelve a jugar con él mismo y nuevamente será derrotado, pero ahora por Lorena Martínez.

El descalabro sufrido a manos de Barberena fue el punto de quiebre del hoy senador. No se volvió a levantar. Su luminosa carrera en la entidad se eclipsó al dejar el terreno político que jamás fertilizó y menos abonó. El compacto grupo formado en la Presidencia Municipal de la capital y los miles de feligreses se vieron en la orfandad. El poderoso líder, el heredero universal del landerismo, abandonó a sus ovejas. Jamás les tendió la mano. Optó por la individual carrera burocrática federal, inclusive trabajando en la gestión del presidente Fox. Durante el encargo en el Infonavit, no volvió a pisar el edificio del PRI Aguascalientes. Ni siquiera a las reuniones del Consejo Político Estatal asistía. Trabajar en la administración panista y hacer talacha priista no le pareció compatible.

El tiempo. La lejanía física. El abandono. El desarraigo partidista. Le cobraron la factura a Romo Medina. Revisemos:


En 1995 pierde la diputación local por el primer distrito. Recuerdo que aquel domingo, el día elección, llegó a la hora de comer José Romo Saucedo, para anticiparle el triunfo al candidato tricolor, pero no fue así. Las cuentas alegres, las de siempre, ocasionaron un efímero brindis con refresco de cola.

En 1998, en su calidad de presidente del PRI Aguascalientes, su partido pierde la gubernatura por primera ocasión. Miguel le manda al dirigente nacional Mariano Palacios Alcocer su irrevocable renuncia. Aduce la falta de solidaridad y apoyo del Comité Ejecutivo Nacional ante el desastre causado por el iceberg azul que le pegó en la línea de flotación al Pritanic. Se le cuestionó el abandono del barco hundido. Ni siquiera se esperó al recuento de los daños, aulló la molesta jauría.

En 2012 pierde la senaduría por Aguascalientes, en una elección donde el candidato presidencial Enrique Peña Nieto sale triunfador.

En 2016 perderá, por segunda ocasión, la nominación de su partido a la gubernatura de Aguascalientes. De nada valieron sus cinco décadas en la política. Tampoco le abonó la condición de ser el aspirante del gobernador Lozano de la Torre. Los números en las preferencias electorales no le alcanzan, como no le alcanzaron en 2012.

En esta segunda oportunidad ya no se le vio la capacidad. El vigor. La fortaleza. El empaque. La decisión. La díada discursiva. Y el talento mostrado en la primera cruzada del siglo pasado. Su destape se redujo a un modesto desayuno, llevando como aliados a dos legisladores lozanistas de muy baja densidad. La oferta se limitó a sus 50 años en los ruedos del gobierno y la política. Al buen aficionado práctico se le olvidó recordar el comentario repetido mil veces en las peñas taurinas: Para ser torero hay que parecerlo.

Miguel continuará oficiando con maestría en la Cámara de Senadores, donde el hombre público vive el estado perfecto. En el futuro le espera una diputación federal plurinominal y una notaría pública. Quizás.

Porque alguien tiene que escribirlo: Salvo algún imponderable de última hora, Lorena Martínez será la candidata del PRI al gobierno de Aguascalientes. Este mes renunciará a la Profeco. La abogada viene asegurando, en corto, que tiene amarrada la alianza con cinco partidos, lo que presupone una posible victoria, porque ya quedó demostrado que tanto al PRI como al PAN se les complica la victoria sin el Panal, compañeros indispensables en la parranda electoral, aunque en un firmamento totalmente azul, los tricolores le van a batallar muy en serio, y más, si las abejas turquesas se dividen por la coalición, les da por la simular el matrimonio y sólo se dedican a trabajar en las colmenas entregadas en el reparto.

El informado periodista Raymundo Riva Palacio escribió hace días, en La caldera de Sinaloa, que “el líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dice en privado que el próximo año su partido mantendrá al menos las nueve gubernaturas que tiene, aunque no necesariamente en los mismos estados que administra actualmente. Los priistas creen que uno de los estados con los que compensará pérdidas probables en Aguascalientes, o posibles en Veracruz, es Sinaloa…” (El Financiero, 10/12/15).

Asignadas las candidaturas en Colima y Durango, el PRI cerrará el año con las de Chihuahua y Tlaxcala. La de Aguascalientes y el resto, hasta enero.

Aviso parroquial: Vale al Paraíso descansará, sin paz de por medio, los siguientes dos miércoles. Junto con los Reyes Magos regresará el 6 de enero, cuando el ponche electoral esté muy calientito.

Felices navidades y año nuevo, les desea de todo corazón a los lectores jornaleros.

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