- Asegura Pablo Macías Flores que ausencia de la mujer en casa es la causa de la violencia intrafamiliar
- Incrementan los casos de violencia a menores, así como drogadicción en adolescentes desde los 12 años
Tras la visualización de la grave violencia intrafamiliar que sufrió un menor de edad en el municipio de Tepezalá, gracias a la denuncia mediática de una reportera de un medio radiofónico en la capital, el alcalde Pablo Macías Flores asegura que el caso ya está en manos de la autoridad correspondiente, sin embargo este no ha sido el único que durante su administración se ha atendido, inclusive “más graves que tener a un niño encadenado”.
En el último año el Ayuntamiento, a través del sistema DIF, han registrado tres casos de violencia extrema a menores de edad ejercida por familiares o conocidos, dos de ellos ya procedieron legalmente con la detención de los agresores, “en uno se comprobó que una niña de once años tenía hasta dos costillas rotas, pues su tío la violaba brutalmente”, el padre huyó a Estados Unidos mientras que la madre y el cuñado fueron detenidos, “pagaron una fianza para salir pero el caso no está cerrado, este hombre sigue con un proceso legal”. El otro caso está aún en investigación, pues se trata de un menor de tres años abusado sexualmente por un adulto.
Para el alcalde, la ausencia de la madre en casa es lo que ha generado esta violencia generalizada hacia los menores, así como la desintegración familiar, desde su perspectiva, es necesario “hacer una ley para que las mujeres trabajen solamente por la mañana para que ya después de las tres o cuatro de la tarde estén en su casa cuidando a los hijos”, ya que esta necesidad de trabajo y la ausencia de los padres (pues la mayoría se va a Estados Unidos) causa una ausencia de educación, amor y valores que hace que los niños y jóvenes se vayan por caminos incorrectos como drogadicción, delincuencia y violencia.
Una de las problemáticas que ha crecido en estos últimos dos años es la aparición de la droga sintética (metanfetamina) llamada cristal en las secundarias, actualmente, adolescentes desde los doce años se convierten en consumidores potentes de esta droga que causa entre otras cosas extrema energía e hiperactividad. Macías Flores asegura que los padres de familia no han ayudado a la autoridad a controlar esta situación, pues cuando se llega con el reporte responden de manera agresiva y minimizan el problema, “luego nos dicen que no hay ningún problema grave, que son niños jugando, hay esta falta de conocimiento de la droga y del interés por mejorar en las familias”, las zonas ubicadas como puntos rojos de este incremento de drogadicción en jóvenes están en la comunidad de San Antonio, Carboneras y en la propia cabecera municipal.
Aunque no se puede detener a los jóvenes consumidores, el alcalde ha solicitado que al ubicarlos sean trasladados a su casa o a la presidencia municipal con sus padres, para tratar de dialogar y encontrar una solución, “mi intención es que por medio del diálogo podemos llegar a un acuerdo para que los niños comiencen un tratamiento médico y sicológico, y si es necesario los padres también para mejorar la situación en todo el municipio”. Debido al rechazo de las familias, este modelo sólo ha tenido éxito con un promedio de diez a 15 jóvenes en el último año.