- Los empresarios deben recurrir a temas de corrupción para poder crecer
- El 63% de empresarios en México, considera que la corrupción es parte de los negocios: Imco
El estudio La corrupción en México: tranzamos y no avanzamos, realizado recientemente por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) reveló que el 44 por ciento de las empresas en el país reconoció haber pagado un soborno; el 45 por ciento de los empresarios aceptaron que el gobierno les ha solicitado un soborno a cambio de contratos; el 63 por ciento considera que la corrupción forma parte de la cultura de negocios en México; el 57 por ciento de los empresarios admitió que utiliza gestores con accesos a privilegios ante autoridades; y el 34 por ciento considera difícil ser una empresa exitosa sin conexiones políticas. El sector empresarial es condicionado a realizar prácticas corruptas para poder aumentar sus ganancias, y Aguascalientes no es la excepción.
En entrevista, Pedro de la Serna López, presidente en la entidad del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) señaló que en Aguascalientes, como en las demás entidades del país, las prácticas de corrupción entre empresarios y el sector público son cosa común. Agregó que aunque es posible hacer crecer una empresa sin tener que recurrir a malas prácticas, se enfrenta a un mayor grado de obstáculos.
“Definitivamente es muy difícil en México crear una empresa y hacerla crecer y que sea exitosa, de diez que nacen mueren 8 y sólo dos duran más de 15 o 20 años. En definitiva muchas deben de recurrir a temas de corrupción. Las áreas más susceptibles de corromperse son los departamentos de compras, donde se maneja el dinero, donde se reparte y se toman las decisiones de asignaciones. El tema de corrupción no lo vamos a poder ocultar, existe y es un cáncer que frena mucho el desarrollo.”
–¿Aguascalientes adolece de esto?¿Hay poca transparencia y cultura de denuncia?
–Mucho se ha trabajado en la transparencia y rendición de cuentas, la publicación de los patrimonios al inicio y al término de una gestión, el trabajo se hace pero es muy difícil dejar de poner en el escenario a quien corrompe y a quien es corrompido, por lo tanto todos somos partícipes de lo mismo. El sistema nos lleva a ello, desde que te multan injustamente hasta cosas mayores. No hay cultura de la denuncia.
De la Serna López apuntó que se debe trabajar para que dichas prácticas, que se dan en diferentes niveles e industrias, desaparezcan o en su defecto diminuyan lo más posible.