La fe detiene huracanes / Letras ciudadanas - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Patricia, que había sido determinado como el más fuerte huracán de la historia y por lo tanto se consideraba, potencialmente, el más destructivo de que haya registro, provocó relativamente pocos daños, sin víctimas que lamentar y solo con cerca de 10 mil damnificados. Este meteoro, al momento de ingresar al territorio nacional y tocar las elevaciones que forman parte de la Sierra Madre Occidental, se degradó transformándose en una tormenta tropical.

El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, mencionó en una alocución que tuvo durante su recorrido por la zona afectada, que el saldo blanco ante el impacto del huracán se debía, en buena medida, a la fe del pueblo de México; a tener fe en sí mismo y al haberse unido todos.

Al sacar de contexto la palabra fe, producto de nuestra idiosincrasia inmersa en una cultura influenciada fuertemente por el cristianismo, se nos representa en la mente una de las tres virtudes teologales, que junto con la esperanza y la caridad son, supuestamente, infundidas en el alma al momento del bautismo; y también, en automático nos surge el reproche hacia el encargado del Poder Ejecutivo de nuestra República Laica por el uso de esa palabra, pero la palabra fe, según el diccionario de la Real Academia de la lengua Española, tiene varios significados, siendo uno de ellos: Confianza, buen concepto que se tiene de alguien o de algo. Por lo tanto, y siendo que el mismo presidente señala, más adelante, que es la fe del pueblo en sí mismo; entonces esta expresión resulta objetiva y con un sentido real.

Los ciudadanos actuamos ante esa amenaza tomando en cuenta las alertas de las dependencias oficiales que lo hicieron; pero también, y con sentido crítico, informándonos en otras fuentes, aprovechando los recursos tecnológicos que nos brinda la modernidad como es el internet, que nos da acceso inmediato a miles de sitios, muchos de los cuales tienen prestigio de conducirse fundamentados en la ciencia y de manera veraz. Además, de la misma forma cibernética a través de las redes sociales, o directamente, dialogamos e intercambiamos ideas basados en nuestras experiencias, de tal manera, que en esta ocasión, no fuimos presa del pánico y nos comportamos de manera responsable, y aquí es donde aplica la expresión: fe en nosotros mismos.

Lo que resulta contradictorio, aventurado y altanero, es afirmar que las medidas de prevención tomadas por las autoridades fueron las correctas, ya que no se presentaron las condiciones para poder ser evaluadas; el que no se presentara una tragedia de grandes proporciones, queda completamente claro, no se debió a la eficiencia de las autoridades, obedeció a causas fortuitas a las cuales también se refirió Peña Nieto al decir que corresponderá a los expertos y a los científicos determinar qué fue lo que, afortunadamente, evitó que el huracán tuviera ese efecto devastador.

Apreciamos las acciones de las autoridades, conscientes de que nunca sobran las medidas preventivas, pero nos queda claro que no fueron ellas, en esta ocasión, el principal factor para que no se presentara una catástrofe.

Comentarios: [email protected]  


Show Full Content
Previous 6 de noviembre de 2015
Next La reivindicación del bajo / El banquete de los pordioseros
Close

NEXT STORY

Close

Piden que el Insabi dé cobertura a enfermedades de baja prevalencia como la esclerosis múltiple  

28/02/2020
Close