- El público intervino en varias ocasiones con aplausos y ovaciones hacia el director invitado
- La música mexicana es patrimonio cultural y por tanto la responsabilidad de no equivocarse se eleva
Mil 650 espectadores en el Teatro Aguascalientes disfrutaron del quinto concierto de la segunda temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes de este viernes pasado, el cual por la demanda de su programa especial se repetirá hoy en punto de las 12:30 horas.
Además de la relevancia que tienen las partituras representadas durante dos horas, el concierto se destacó por la jovialidad del director invitado, Juan Tucán Franco, quien por segunda ocasión llegó al estado para mostrar que seis años de carrera en la dirección orquestal han dado frutos al momento de tomar la batuta y hacer que el público no dejara de aplaudir: “Es la segunda vez que estoy con la OSA y en verdad agradezco al ICA y todos estos músicos por la gran recepción que tienen hacia la gente joven,”, exclamó el director en la segunda parte del programa poco antes de arrancar con el Mosaico Mexicano de Mateo Oliva. Celebró que se le diera apertura a los jóvenes músicos en toda una temporada, lo que en México poco se observa, pues hay orquestas que apenas le dan un concierto al año a los niños o jóvenes que trabajan arduamente desde abajo para hacerse de un lugar en el ámbito musical.
Generalmente un concierto de música mexicana para celebrar las fiestas patrias registraba un promedio de mil asistentes, sin embargo al haberse reunido con el programa Hay talento en México, los encargados del recinto indicaron haberse logrado un lleno total: “Esto es más de celebrarse que de sorprenderse, pues todos esos elementos que ha dado el Instituto por acercar a nuevos públicos están rindiendo frutos”, indicó Carlos Velasco.
El público del viernes se mantuvo atento a cada movimiento del director invitado quien mostró su juventud y frescura con sus gestos, movimientos de piernas y manos, que a palabras de algunos asistentes: “Hizo al concierto especial, se reflejaba claramente su amor por la música y cómo disfruta dirigir”, debido a la intensidad del público la OSA se paró en varias ocasiones para agradecer los aplausos y ovaciones, lo que rara vez se hace en un concierto de orquesta.
Para esta agrupación de músicos aguascalentenses, el occidente de México es lo más mexicano que hay, es justo donde se vive y se palpa lo que México da al mundo, razón por la cual toda orquesta tiene la responsabilidad de no olvidar la música propia, la música de mexicanos para mexicanos: “Este programa mexicano está cargado de mucha responsabilidad porque es parte de nuestro patrimonio, y por lo tanto hay que hacerlo dignamente, cuidar que se haga lo más correctamente posible”, todos confiaron en que Juan Tucán Franco lograría el reto mediante su “particular sentido del humor y oído musical”.
Este jalisciense dijo haber sentido a la OSA con mucha disposición a ser dirigidos por un joven que no tiene muchos años de experiencia en la batuta orquestal: “Yo creo que fue porque hay mucho cariño con varios y además porque no sólo lo trabajamos, sino también disfrutamos y nos divertimos con el programa”, esto desde su perspectiva hace que la música por sí misma los rete a mejorar en cada nota.
Sobre el programa, lo calificaron como “un concierto de todos nosotros”, ya que nadie está ajeno ni exento de los efectos de la mexicanidad, en especial del patrimonio cultural que son las partituras presentes en el concierto; danzas, polkas del norte del país, el vals apasionado y romántico de la época del porfiriato, música a la altura de tallas internacionales como Manuel M. Ponce con el Ferial, hasta cerrar con el Huapango de Moncayo: “Porque un septiembre sin Moncayo no es septiembre”.
