- Asociación Iberoamericana para el Desarrollo de la Igualdad de Género analiza casos de feminicidio en México
- Subraya especialista la importancia de escuchar a terceras personas cuando se lleva una relación amorosa no sana
La oficina estatal de la Asociación Iberoamericana para el Desarrollo de la Igualdad de Género, a través de su presidenta Mabel Guadalupe Haro, realizó una radiografía de la situación actual en materia de violencia social y de género, a través de los casos más emblemáticos de feminicidios en México.
Con base en los casos analizados, la especialista en género se percató de que algunas de las mujeres más “vulnerables” a ser víctimas de feminicidio o violencia de género son confiadas, dan segundas oportunidades, son muy sociables y definidas como buenas personas, que mantiene una relación de pareja generalmente con una persona que es casi siempre todo lo contrario a ella, “esto no significa que por ser así todas tenemos que ser víctimas, no, esto es una radiografía de lo que percibimos en casos de esta naturaleza”, causado principalmente por la educación históricamente sexista e inequitativa.
En muchos de los casos siempre se presentaron antecedentes de comportamientos extraños durante la relación, sin embargo, las mujeres jamás aceptaron los indicios, por el contrario cambiaron su comportamiento con la familia y amigos; su forma de vestir, la música que escuchaban, sus gustos generales se transformaron a los que su pareja le permitía. En ocasiones el estrés que genera su pareja y la situación hace que la mujer consuma sustancias adictivas como alcohol, tabaco, marihuana u otros estupefacientes.
“Hay un común denominador en toda esta violencia, las chicas que sufrieron maltrato por parte de los novios nunca hablaron abiertamente al respecto”, es hasta cuando la mujer decide poner fin a la relación cuando “suelta la bomba” por parte del hombre hasta llevar la violencia a un feminicidio.
Otro de los señalamientos de esta organización, es la violencia institucional generada al momento de las investigaciones de los feminicidios; por ejemplo en una escena del crimen, los peritos cuentan con escasa formación y capacitación (además de sensibilización) para analizar el caso desde la perspectiva del feminicidio; en su mayoría se considera como un homicidio más, sin tomar en cuenta el agravante de haberse efectuado por cuestiones de género.
Haro Peralta destaca que en el Código Penal Federal en el artículo 325, se cuenta con siete supuestos que consideran el feminicidio: violencia sexual, lesiones degradantes, amenaza y acoso, antecedentes de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima; abuso de la relación de parentesco, abuso de una relación de confianza o subordinación; que la víctima haya sido incomunicada antes de la privación de la vida; que el cuerpo haya sido expuesto en un lugar público y el estado de indefensión de la víctima.
El problema mayor al momento del proceso de investigación es que no se castiga a los servidores públicos que omitan o descarten el feminicidio simplemente por aficiones personales (machistas), aunque se haga una presentación de pruebas fehacientes y jurídicas que lo corroboren.
Esto a pesar de que en el mismo artículo de este marco legal federal, se especifique que al servidor público que retarde o entorpezca maliciosamente o por negligencia la procuración de justicia se le impondrá pena de prisión de tres a ocho años, así como una multa económica que va de los 500 a mil 500 salarios mínimos. Además de ser destituido e inhabilitado de tres a diez años en el servicio público. “Hemos sido testigos de esta violencia institucional, que lamentablemente por falta de voluntad política e intereses de poder, siguen sin eliminarse”.
Desde su experiencia profesional y académica, Haro Peralta preparó un protocolo de prevención personal para mujeres, el cual se describe a continuación:
“Conocernos a nosotras mismas, ser más atrevidas a hablar de nuestras necesidades y externarlas con confianza, potenciar el autoestima y la identidad. Tener en cuenta que el amor romántico es tan adictivo como las drogas y que va a afectar nuestra capacidad de raciocinio. Seleccionar a la persona adecuada, hacer una lista de lo negociable y o no negociable. Revisar qué tipo de personas escogemos para salir, y en lo sucesivo presentarlo a la familia para que se analice el comportamiento. Nunca perder de vista quiénes somos, qué queremos y a dónde vamos.”
Para la académica, toda mujer debe poner atención en los puntos de alerta, “si nos dicen que algo está mal en la relación, hay que analizar y ser valientes para retirarnos a tiempo”, esto evitará que se llegue a la codependencia y al llamado amor romántico extremo; se puntualiza la importancia de escuchar las opiniones de los demás acerca de la pareja en turno, con ellas se puede visualizar la situación desde un punto medio sin caer en la obsesión.
Esta asociación se encuentra ubicada en la avenida Ojocaliente número 301 en el fraccionamiento Ojocaliente I, para contactarlos puede encontrarse en redes sociales como AIDIGE, al número 9-15-73-69 o al correo electrónico [email protected]