¡Qué necedad! / Desde Xico

Estamos a unos días de que inicie su trabajo legislativo la nueva legislatura, la cual encontrará un pendiente innecesario, pues resulta que la Secretaría de Economía y la Secretaría de Relaciones Exteriores “avisaron” que nuestro embajador en Japón, Sr. Claude Heller, firmó el Acuerdo Comercial contra la Falsificación –ACTA– ante el gobierno Japonés, con la finalidad de “detener el comercio ilegal de productos piratas y/o falsificados, incluyendo su distribución masiva por medios digitales”.

Esto, estimado lector, se debe evitar, pues, con que las autoridades Mexicanas cumplan con su trabajo, y que realmente nuestras aduanas no permitan que pasen los insumos para producir dicha piratería o que no pase la piratería a nuestro país para luego distribuirla. Si esto se hace, ¿qué va a pasar con los abogados que se dedican a cazar a pequeños comerciantes que tengan una imitación de algún producto extranjero, y amafiados con las autoridades mexicanas?, los extorsionan o a la cárcel por tan terrible delito, y después de entregar lo que para estas personas es una fortuna (son pequeños comerciantes) son liberados sin “comprobante” por la cantidad de que fueron realmente extorsionados. Me dicen que siempre es en efectivo. Es fácil adivinar qué sucedería si estas autoridades persiguieran en la misma forma al crimen organizado; con certeza ya no habría delincuentes en la calle; pero este negocio es más rentable y no conlleva peligro, hasta que cansen a la sociedad, y, como debe de ser, los denuncien y paguen su delito.

Cuando se nos avisó al Senado que se pretendía firmar este tratado, se formó una comisión plural para que auxiliara al Pleno sobre la conveniencia o no de firmarlo, así como de las consecuencias que tendría para el país, lo mismo que los beneficios que se lograrían. La comisión terminó un trabajo realmente muy profesional, pues se tomaron en cuenta las opiniones de varias organizaciones relacionadas al tema –y sobre todo las reacciones en otros países, sobre todo en Europa–, que confirmaba la opinión de la comisión, pues apenas el pasado 4 de julio el Parlamento europeo, en sesión plenaria, acordó por 478 votos en contra, 39 a favor y 165 abstenciones, el rechazo al ACTA, por considerarlo perjudicial a los derechos de los usuarios de Internet. Se informó que en el Parlamento europeo recibieron una petición de rechazar el ACTA firmado por 2 millones 800 mil personas de todo el mundo. Además de que reconocieron que miles de ciudadanos europeos enviaron correos electrónicos a sus diputados solicitando su negativa.

Esta comisión nos entregó en septiembre de 2011 sus conclusiones, y dentro de ellas la quinta es la que nos dice: “finalmente este grupo plural considera pertinente que el Pleno del Senado de la República exhorte al Ejecutivo Federal a no suscribir el Acuerdo Comercial Anti Falsificaciones en virtud de que : A) En el proceso de negociación de este acuerdo se violó la Ley Sobre Aprobación de Tratados en Materia Económica, dado que sus previsiones no fueron cumplidas con oportunidad y suficiencia por las dependencias participantes en dicha negociación, generando opacidad e impidiendo al Senado de la República dar el adecuado seguimiento a dicha negociación.

B) En la hipótesis de convertirse en derecho vigente, algunas disposiciones del proyecto de Acuerdo Comercial Anti Falsificaciones resultarían contrarias a disposiciones jurídicas del derecho nacional, entre ellas las garantías individuales contenidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, vulnerándose el principio de presunción de inocencia que debe estar presente en todo nuestro sistema jurídico, como ha quedado descrito en las consideraciones de este documento. C) La ambigüedad de algunas de las disposiciones del proyecto del Acuerdo Comercial Anti Falsificaciones resultaría contraria a la seguridad y certeza jurídica de los habitantes del país.

Y así siguen los puntos D y E, en los cuales se menciona que provocaría aumentar la “brecha digital” en nuestro país, propiciándose limitar la libertad de funcionamiento y neutralidad de los contenidos de Internet, lo cual es realmente la preocupación de que, unilateralmente basado en este convenio, cualquier empresa que se diga afectada podrá espiar a los usuarios, y esto, créanme, con los adelantos tecnológicos adivine usted quiénes nos espiarían (sino es que ya lo están haciendo).

Estimado lector, desde esta perspectiva está muy claro el porqué el Pleno del Senado votó este exhorto al Ejecutivo. A pesar de eso los secretarios involucrados decidieron hacerlo. Por lo cual, con esos colaboradores, el presidente no necesita opositores.

La próxima legislatura encontrará este tema para desarrollarlo. Ellos encontrarán la información necesaria para la toma de decisión, la cual, espero, sea la correcta, la que se deberá de dar pensando en la población.