Si puede pecar de algo esta columna, es de los nombres que solemos aventar. Escribirla sin conexión a internet sería complicado, ya que suelo estar checando que las personas mencionadas tengan su nombre escrito correctamente, así como tener correcta sus relaciones con las películas o series que platicamos. Hoy le toca a Max Landis, el guionista de la sensacional cinta de mediano presupuesto Chronicle (2012) y que estrenó esta semana American Ultra, la cual ha sido un fracaso en la taquilla gringa (a pesar de excelentes reseñas). Landis fue nota debido a una serie de tuits en donde se preguntaba acerca del lugar de las historias originales dentro de los gustos de las audiencias generalistas. ¿Todo es secuelas? ¿En serio necesario tener una película de Batman cuándo todavía tenemos frescas las de Nolan? ¿Las adaptaciones o biografías son la única manera de atraer gente a las salas?
La polémica le había tocado semanas atrás a Josh Trank, el director de Chronicle, debido a que su versión de Los Cuatro Fantásticos fue un fallo en crítica y entradas. Su colega, Max Landis, tuvo el atrevimiento de compartir el tratamiento para la misma saga que le entregó [y fue rechazado] a 20th Century Fox, además de apuntar que tanto él como Trank tuvieron suerte en su anterior película debido a una congregación de ejecutivos con sensibilidad ñoña, productores eficaces y confianza en los creativos. Cabe mencionar que tanto el director como el guionista han tomado caminos separados desde Chronicle y no precisamente están en el mejor de los términos. También es importante recordar que Poder sin límites (como le pusieron en México) es algo especial que debes de ver cuando tengas oportunidad.
Fantastic Four no ha trascendido debido a un director con poca experiencia para grandes presupuestos, productores imbéciles y un guionista (Simon Kinberg, quien triunfó en la última de X-Men) que no era el mejor para el proyecto. Mucha gente talentosa estuvo atada de manos, pues. Con American Ultra (dirigida por el mismo señor de Proyecto X), una comedia de acción stoner, hubo buenos visuales y carismáticos actores (¡Jesse Eisenberg!) pero simplemente no atrapó el interés de la audiencia durante un fin de semana plagado de malas películas de acción. Es decir ¿Hitman le ha ganado? Vaya. Son casos muy diferentes, pero al final son fallas para las distribuidoras. Este tipo de resultados usualmente son malas noticias en cualquier industria. Habrá menos riesgos, más secuelas, más fórmulas (todavía más, en serio) y tal vez mayor supervisión adulta. En Marvel/Disney hay un récord limpio porque el director a sueldo simplemente se encarga del drama, casting principal y coordinación entre departamentos creativos, mientras que la gente de Kevin Feige (cabeza del estudio) llega a filmar las escenas de acción, supervisar guión y controlar presupuestos. Es algo un tanto sin alma, pero funciona y tal vez sea el modelo que se siga en su estudio hermano, Lucasfilm. Dicho eso, me emociona mucho más la visión de Gareth Edwards para Rogue One: A Star Wars Story [y en general el concepto de historias sueltas en el universo SW] que The Force Awakens, pero soy un maldito contreras así que no me hagan caso.
En general, el término medio ha quedado algo rezagado en la mayoría de los productos relacionados al ocio o entretenimiento. Simplemente, los megahits en televisión suelen ser reality shows que son relativamente baratos en todo sentido, o superproducciones-calidad-cine de AMC o HBO (Mad Men, The Walking Dead, True Detective). En cine hay películas baratisimas (terror, comedias románticas) o blockbusters internacionales hasta con infusión de dinero chino. ¡Hasta en los celulares! Es el Alcatel de mil pesos o un Galaxy de al menos ocho mil. Ahora sí que no hay lugar para los tibios en este mundo. Ah, ni para historias originales.
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