- Su estructura arquitectónica y distribución no permite que sea un museo exitoso
- Podría convertirse en Centro Urbanístico para arquitectos, urbanistas e ingenieros
Por su arquitectura y escenario, la Casa Refugio Reyes no tiene las características para ser un museo ya que el recorrido se hace en menos de diez minutos y no cuenta con el bagaje suficiente a la altura de la figura de Refugio Reyes Rivas, el llamado arquitecto sin título.
Su rehabilitación iniciada en 2014 ya fue concluida y desde finales del año pasado fue activada como espacio de análisis y trabajo de maestros de educación artística que habían sido parte del programa educativo del Instituto Cultural de Aguascalientes, Proarte. Alejandro Vázquez Zúñiga, director del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (Imac), reconoció que este no era el uso que la dependencia pretendía cuando comenzó el proyecto (en la administración pasada); es un espacio con una utilidad importante para el sector cultural y educativo.
La intención es llevar el inmueble a otra línea, sin embargo, aclaró que las condiciones de museo, tal como se presentó en un inicio, no están dadas. Este año se gestionó más de un millón de pesos para dejar la instalación de seguridad adecuada para su uso, sea cual sea el que se le dé. “La verdad es que aunque se hubiera abierto como museo no creo que tuviera el efecto positivo porque las condiciones del inmueble no son de un museo”, es por ello que para no dejar el espacio como un elefante blanco se buscó una previa actividad que dé pie a mejores proyectos.
La propuesta que se ha entregado a presidencia municipal consiste en convertirlo en un Centro Urbanístico donde académicos y profesionista del área arquitectónica, urbanística e ingeniería puedan reflexionar y realizar trabajos de investigación para darle continuidad a la esencia de la figura de Refugio Reyes Rivas. El proyecto contiene una hemeroteca, sección de planos y taller, sin embargo este representa una cuantiosa inversión que difícilmente el municipio puede aportar, “lo estimamos entre tres y cinco millones de pesos, si es alto pero la verdad es que cualquier idea necesita una inversión así”, puesto que el inmueble tiene bastantes complicaciones por su antigüedad y estructura arquitectónica.
Se esperará a que comience el análisis del presupuesto 2016 para identificar cuál será el recurso para el Imac y a partir de ahí poder decidirse en qué se convertirá dicha casa, mientras tanto, continuará como centro de trabajo de los docentes del ICA como parte de un convenio de colaboración celebrado con esta dependencia estatal.