- Los derechos humanos no son a modo, no son selectivos, no son quirúrgicos, no son para unos y otros no: Alejandro Solalinde Guerra
- Necesario replantear la iglesia a una más incluyente
La iglesia católica debe replantear sus esquemas ante la realidad que acontece en el mundo, y entre otros cambios, como admitir a las mujeres como líderes religiosas, dejar de oponerse al acceso a los derechos igualitarios de personas homosexuales, señaló el sacerdote mexicano defensor de los derechos humanos, Alejandro Solalinde Guerra.
“Los derechos humanos no son a modo, no son selectivos, no son quirúrgicos, no son para unos y otros no, hay realidades más allá de la opinión de un credo o de otro, de un grupo o tipo de moral u otra, son realidades, son seres humanos y tienen los mismos derechos que cualquier persona, nos guste o no.”
El sacerdote visitó el estado para asistir al foro Miradas a lo Posible e impartir la conferencia Jóvenes Migrantes en la Casa de la Cultura, foro al que también asistió el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Jesús Eduardo Martín Jáuregui.
Durante la entrevista, indicó que el futuro de la iglesia católica es dejar atrás la jerarquía y dar paso a jóvenes sacerdotes que pugnen por la justicia y una sociedad más incluyente.
“Se necesita una formación diferente, abajo, afuera, con la gente, un internado mixto, empezar a cambiar las estructuras, ordenar casados, admitir a las mujeres en todos los espacios de la iglesia católica, la autoridad eclesiástica del futuro tendrá que ser mixta y los papas del futuro tendrán que ser itinerantes, jóvenes que vayan a todos los continentes a revisar el estado de misión que hay en cada lugar, el estado de justicia, la formación y educación de las personas en la fe, a buscar una sociedad más igualitaria y más integrada con todos los sectores católicos no católicos, cristianos no cristianos, religiosos y no religiosos, de cualquier índole, tendremos que formar núcleos más integrales e incluyentes.”
Solalinde Guerra agregó que por su crítica ante la postura tradicionalista de los líderes católicos, ha tenido que vivir represalias dentro de la iglesia: “le ha dolido lo que digo, sin embargo, creo que algunos obispos van entendiendo, amigos obispos que no sé si me entiendan cien por ciento porque han sido formados de otra manera, ellos están más condicionados, son menos libres que yo, yo puedo hablar lo que yo quiera, porque no tengo intereses económicos ni políticos, ni respondo ante ninguna jerarquía ni gobierno, ellos no tienen la libertad que yo tengo. En un principio me aplicaron la ley del hielo, en la misa no me tomaban en cuenta, como si no existiera. Hay personas que me han planteado la excomunión, y yo creo que excomulgar a una persona es como correrla de la casa, y para empezar me tienen que enseñar la factura de la iglesia y me voy, pero si no, es casa de ellos y es mi casa, y de mi casa no me voy”.
El sacerdote agregó que Cristo no fundó un estado vaticano ni jerarquías: “hay que reeducar, por ejemplo, las conclusiones de la Quinta Conferencia Episcopal Latinoamericana de Brasil en 2007, que es todo un programa para el siglo XXI, en la que se hace una crítica muy fuerte a la iglesia católica, la iglesia está mal, está en crisis, esa que había sido la que daba estabilidad al mundo, ha tronado porque ya hace más de 800 años está en esa dinámica de estado de vaticano en cuanto al poder, está fuera del evangelio, estamos tan mal que tenemos que recomenzar”.
Durante su conferencia, Solalinde Guerra apuntó que los migrantes están cada vez más expuestos a la violencia, desde su lugar de origen, su tránsito, hasta su destino y el retorno del viaje: “son víctimas de extorsión, tratos vejatorios, humillantes, encarcelamientos migratorios, víctimas de secuestros, trata laboral y sexual, tráfico de órganos, el migrante es una mercancía de principio a fin”. Al evento no asistió el obispo de Aguascalientes, José María de la Torre.