Reforma de Seguridad Social en México / Piel curtida - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Ahora que tengo su atención lamento comunicarle que no tengo información privilegiada sobre un proyecto de reforma de seguridad social en México. Sin embargo, sí comentaremos esta idea presente en el imaginario del país; y no, no se trata de ser chairos ni conspiratorios, sino el cuestionar, contrastar y racionalizar de manera congruente ante los escenarios presentes. Aunque no existe formalmente una iniciativa, sí se han expresado opiniones sobre homologar salarios, intenciones de analizar la duplicidad de plazas, una clara visibilización de las -históricas- denuncias de derechohabientes; lo cual ha generado un momento ideal para emplear la indignación de la ciudadanía por diferentes sucesos como materia prima para realizar una campaña contra el PRI -no, no soy partidario del partido, habrá para todos- que algunos utilizan de manera cínica reconociendo la apatía política, la falta de interés de contrastar fuentes de información y que la población lee de manera mecánica, satisfaciéndose con los titulares y la espectacularización del morbo, en vez de indagar y cuestionar. Pero aprovechemos esta coyuntura para recordar que en 2013 Enrique Peña Nieto manifestó que implementaría un sistema de seguridad social universal, por ello el arribo de una propuesta no es descabellado. En el mismo tenor, la intención de un seguro universal -como lo indicó el ejecutivo en dicho año- suena benéfico, si sólo pensamos en números, pero ¿se ofrecerá con calidad y de manera integral?, pregunta válida al considerar la bancarrota técnica del IMSS e ISSSTE. Debido a esto, también es de parvularios el considerar aberrante que la población proyecte la reducción de servicios y medicamentos que se otorgarían tras una reforma de este tipo.

Cuando se publicó la Piel Curtida anterior, La Jornada Aguascalientes compartió la columna de opinión con un breve texto en la que se indicaban sólo cifras de suscriptores a la página de Facebook “Memes UAA”, plataforma que compartió el post. Algunos usuarios creyeron que se trataba de una nota informativa sobre dicho espacio digital, por lo que era de esperar que pensaran que el diario “se había quedado sin noticias”. Esto evidenció que sólo vemos la imagen o el encabezado y con ello nos atrevemos a emitir un juicio. Como decía José María Luis Mora: se lee, pero se lee mal.

Con la serie de reformas energética, educativa, fiscal, de telecomunicaciones y electoral que ha impulsado Enrique Peña Nieto (tema que da mucho para cuestionar el trabajo de diputados y senadores), se espera -bien o mal- la iniciativa de reforma constitucional en materia de seguridad social, lo cual no es un estímulo aversivo por sí mismo. Desde hace años, el sistema de salud pública en México pasó de ser un referente mundial a uno deplorable con múltiples fallas, omisiones y mal servicio, en parte por el Síndrome de Burnout cuyos efectos han sido presenciados por muchos al tratar de solicitar una cita o interactuar con alguna secretaria, así como múltiples hechos lamentables que se han emitido con mayor frecuencia gracias a los medios sociales y que han sido retomados por empresas mediáticas. Sí, es necesario regular al IMSS e ISSSTE, así como a los mecanismos de pensiones y jubilaciones, no sólo para asegurar una atención médica digna, sino que también para evitar abusos y enriquecimientos ilícitos. No podemos negar la problemática, tampoco el actual hormiguero de datos al respecto en medios sensacionalistas, amarillistas, conservadores, hegemónicos… pero ¿qué nos dice este fenómeno? ¿Se trata de la manufactura de coyuntura para aprobar una -aún inexistente- propuesta por fast track? Aunque no es posible asegurarlo, sin duda es un escenario que se ha aprovechado y potencializado para exhibir una amenaza.

Una de las manzanas de la discordia para este ambiente de tensiones políticas fue la información que se divulgó sobre la bancarrota técnica del IMSS e ISSSTE: mientras algunos lo ven como opción para respaldar una nueva normatividad, otros lo han utilizado para hacer campaña e incrementar la indignación de la población contra el PRI. Aún no se presenta de manera formal alguna propuesta, aunque se podría estar trabajando en su diseño, pero sin duda la presencia de este atemorizante escenario evidencia la imagen que ha consolidado el PRI a lo largo de los años, lo cual tampoco significa que los objetivos que se persiguen no sean pertinentes; aunque varias metas han sido reconocidas como necesarias para mejorar la competitividad del país, las vías de acción han prolongado el enriquecimiento de pocos, con escasos réditos para la sociedad, y el lastre de corrupción. Debido a esto, también es necesario poner atención a la acción de la clase política, no sólo del ejecutivo sino que también en el ejercicio legislativo, cuerpo en el que participan integrantes de otros partidos, varios “de oposición” al partido de Peña Nieto, quienes deben rendir cuentas, no sólo cuantitativas sobre horas de calentar banca y documentos producidos, sino que también sobre representatividad, defensa de derechos, reconocimiento de necesidades y atención a las problemáticas de por quienes deben velar: las y los ciudadanos.

El imperante imaginario sobre una posible reforma en materia de seguridad social no es dado por sí sólo, sino que requiere de actores y acciones para constreñirse. Por ello, no podemos negar de facto la existencia de una iniciativa emergente que atemoriza por la historia del país, una problemática maniquea empleada como estrategia política para cambiar los pesos de votación; pero ante todo, no se debe permitir dar la espalda al clamor de la sociedad por una seguridad social, completa, integral y viable que mejore la calidad de vida, considerando la desigualdad económica y de acceso a la salud en el país. No es posible implementar acciones igualitarias sin la preexistencia de la justicia que asegure un campo de juego en el que todas y todos tengan las oportunidades adecuadas según sus circunstancias. Cuando se habla de privatización, quienes están en posiciones privilegiadas simplemente vociferan “que trabajen” o “yo también me chingo”, pero hay una diferencia entre quienes se enfrentan a condiciones adversas y desean, necesitan… superarse; y quienes todavía con beneficios se olvidan que en un sistema económico -sea cual sea- se requiere de la participación de todas y todos.

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Twitter: @m_acevez

 



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