Estamos ya a una semana de la elección de los diputados federales; efectivamente, los resultados nos están mostrando un escenario, que como realidad por sí misma expone un panorama que será necesario seguir estudiando para poder precisar, lo más posible, su significado y efectos. Es un panorama que deberá contribuir, por necesidad, a ir pasando de las percepciones de diversos puntos, a su clarificación, que llevará a un mejor conocimiento de nuestra política y gobierno.
De inicio es oportuno señalar, como resultado electoral y también como base de la reflexión política, los distritos ganados por los partidos políticos en la elección 2015, de acuerdo a la información del INE:
PAN | PRI | PRD | PVEM | PT | MC | PNA | MORENA | PRI-PVEM | PRD-PT |
56 | 25 | 5 | 0 | 0 | 11 | 1 | 14 | 158 | 29 |
Las primeras observaciones a estos resultados, que son planteamientos para el estudio, son: el PRI le facilitó al PVEM una posición de sobrevivencia, así como el PRD al PT, ya que por sí mismos, estos partidos no ganan distritos; las coaliciones proporcionaron al PRI y al PRD más distritos, con mucho, que participando solos; MC tiene un avance notable, duplicando los distritos ganados; la relativa sorpresa la da Morena, que tiene una primera participación ganando 14 distritos, más que el PRD solo; en el cuadro no aparece el primer candidato independiente que también gana en la primera ocasión de estas candidaturas, haciendo presencia, que serán importantes para las siguientes.
Para continuar la reflexión, pasemos a la comparación con la Legislatura actual, considerando algunos de los partidos políticos, con los siguientes datos:
LEGISLATURA | PAN | PRI | PRD | MORENA | MC | PVEM |
2012-2015 | 51 | 165 | 57 | 6* | 5 | 12 |
2015-2018 | 56 | 183* | 34* | 14 | 11 | 0 |
En la cantidad del PRI y del PRD incluyó a sus aliados, teniendo presente que fueron en coalición; Morena formó grupo parlamentario en la actual legislatura al momento de recibir el registro condicionado.
Enseguida, agreguemos la participación ciudadana en las elecciones intermedias, tomando la información de los cuadros históricos del INE:
AÑO | NACIONAL % | DIFERENCIA | AGUASCALIENTES % | DIFERENCIA |
1991 | 65.53 | – | 68.81 | – |
1997 | 57.02 | -8.51 | 60.42 | -8.39 |
2003 | 41.19 | -15.83 | 42.47 | -17.95 |
2009 | 44.61 | +3.42 | 42.65 | +0.18 |
2015 | 46.84 | +2.23 | 36.40 | -6.25 |
Para completar la información básica, tengamos a la vista la participación del voto nulo también en las elecciones intermedias:
AÑO | VOTOS NULOS
NACIONAL |
% | VOTOS NULOS AGUASCALIENTES |
% |
1991 | 1,160,050 | 3.16 | 8,261 | 2.64 |
1997 | 844,762 | 1.62 | 7,679 | 1.58 |
2003 | 896,649 | 1.39 | 9,031 | 1.43 |
2009 | 1,867,729 | 2.41 | 25,970 | 3.36 |
2015 | 1,900,360 | 4.76 | 22,467 | 2.67 |
Respecto a la participación ciudadana nacional en las elecciones intermedias observamos que en 1991 se dio el nivel más alto, desde el que inicia el declive hasta llegar, en el año 2003, al nivel más bajo, de 41.19 por ciento; en 2009 se inicia la recuperación hasta llegar al 2015 al 46.84 por ciento. El descenso en la participación ciudadana en 12 años fue de 24.34 puntos porcentuales.
Al lado de la participación ciudadana se encuentra la emisión del voto nulo; en 1991, junto con la participación más alta de estos años, está también un porcentaje alto de voto nulo, del 3.16; baja hasta llegar al 1.39 en el año 2003, y se recupera hasta llegar al nivel más alto en esta elección de 2015, con 4.76 por ciento.
A reserva de estudiar con más detenimiento la información, podemos señalar varios aspectos que de alguna manera están presentes como contexto histórico en la evolución política del país: el inicio de la movilización política contra el esquema autoritario del gobierno y su partido, en 1988; en el año de 1989, el PAN, como partido opositor, gana la primera gubernatura en el país; la efervescencia llega en 1991 con la mayor participación ciudadana y un alto número de votos nulos; parece combinarse el avance de la alternancia política hasta llegar al año 2000 con el triunfo del PAN en la presidencia de la República, con el declive en la participación ciudadana; el nuevo arranque mostrado en las elecciones intermedias del año 2009 también parece confluir con aspectos clave, como fue el combate a la violencia de la delincuencia organizada llevado a cabo por el presidente Felipe Calderón, con la estrategia de recuperación que inició en esos años el PRI tomando como bandera el crecimiento del número de muertos por esa violencia y calificando de equivocada la estrategia del Gobierno de la República (que señalaba la falta de respuesta de los gobiernos estatales priistas).
Llegamos, entonces, al ambiente previo a la elección de diputados federales del pasado domingo: el escenario fue caracterizado por la decepción de los ciudadanos para con el gobierno y los partidos políticos, la baja aprobación de la gestión del Presidente Enrique Peña, la ineficacia del combate a la violencia de la delincuencia organizada, el bajo crecimiento económico, etcétera, más la fuerte movilización de los maestros disidentes con motivo de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y contra la Reforma Educativa.
El resultado hasta hoy es que la participación ciudadana aumentó, no disminuyó; y el PRI pasó de tener 165 distritos, a ganar 183, es decir tampoco perdió distritos.
Surgen ahora preguntas a las que habrá que buscarles una respuesta: ¿Cómo explicar, entonces, estos resultados, aparentemente contradictorios con el escenario previo a la elección? ¿La apropiación que hizo el PRI de los beneficios de las reformas constitucionales pesó más en los electores que los efectos de los errores del gobierno del presidente Peña? ¿Los electores se sienten más cómodos con la forma de hacer gobierno del PRI con toda su corrupción, abuso de poder e impunidad, que con el gobierno de otros partidos? ¿La estrategia del PRI fue dirigirse a los votantes que ‘sí valoran los apoyos del actual gobierno’, para que le dieran su voto?
Efectivamente, los electores le dieron el visto bueno a la forma de hacer gobierno del PRI.