El Circo de Pulguitas dirá adiós a la errática temporada 2015, presentada en el vacuo redondel de la arena electoral. Atrás quedaron los 30 millones de spot que ofendieron la inteligencia del mexicano; las campañas negras; los casi mil 300 millones de pesos que desembolsó el caro contribuyente para entregárselos a las 10 instituciones que contienden; las vanas propuestas de los candidatos; y las recetas de cocina ofrecidas por los partidos políticos, para impulsar a los 20 mil aspirantes registrados que pretenden dos mil 159 cargos de elección popular, entre gubernaturas, alcaldías, diputaciones federales y locales.
El domingo usted elegirá los sucesores de los diputados federales que disfrutaron las delicias de gastarse dinero ajeno. Los nuevos -electos por pírrica audiencia, supongo-, llegarán con viejas prácticas y renovados ánimos para derrochar el dinero del erario, como lo viene demostrando el portal quiencompro.com, de los integrantes de la saliente LXII Legislatura.
Esta plataforma de periodismo de datos se dedica a vigilar y transparentar el uso del dinero público en el Congreso de México. Su trabajo se sustenta en solicitudes de transparencia remitidas al Poder Legislativo. Las notas están basadas en respuestas oficiales. Y reproduce los datos de las facturas entregadas por la Cámara de Diputados y la de Senadores.
Del enorme baúl de la obscenidad sacó algunas prendas malolientes para responder al porqué la ciudadanía ubica a los diputados federales en el penúltimo lugar de los peor calificados, arriba de los policías.
Para ustedes de Quién compró:
El 30 de abril terminó el último periodo ordinario de la XLII Legislatura y los diputados integrantes aprovecharon al máximo su cargo… con faltas injustificadas, comilonas, seguros de vida millonarios y hasta cortes de cabello gratis, todo con cargo a los impuestos pagados por los ciudadanos.
Algunos de dichos gastos son innecesarios, pues hay duplicidad de servicios o significan desembolsos que los legisladores podrían pagar de su bolsillo, como los cortes de cabello, y no cargarlo al presupuesto la Cámara de Diputados.
Aquí los ejemplos:
Seguros de vida. A pesar de tener un sueldo aproximado de 150 mil pesos y contar con seguro social por ser servidores públicos, los diputados disfrutaron de varios seguros médicos de gastos mayores, a través de 9 contratos con diferentes empresas.
Desde septiembre de 2012 hasta diciembre de 2015, la Cámara de Diputados ha desembolsado 253 millones 204 mil 592 pesos para asegurar la vida de los legisladores. Los contratos se realizaron con Grupo Provincial, Metlife México y Grupo Financiero Banorte.
Comida de lujo. La carga de trabajo de los 500 diputados durante la 62 legislatura los orilló a cambiar de estilo de vida y poner su propio restaurante de lujo dentro del recinto legislativo de San Lázaro.
En agosto de 2013 cambiaron el restaurante Los Cristales por La Mansión. También renovaron la cafetería y el restaurante La Terraza. Además de éstos, los diputados tienen a su disposición vales de despensa y de comida.
Peticiones absurdas Pese a tener buen sueldo, seguro de vida, seguro de gastos médicos mayores y restaurantes de lujo a su disposición, algunos diputados quieren más y fueron capaces de realizar peticiones totalmente innecesarias al Comité de Administración; por ejemplo: María de Jesús Aguirre Maldonado (PRI), solicitó el pago de 25,200 pesos para atención dental. Y Gerardo del Mazo Morales (Panal) tramitó el pago de 12,052 pesos para anteojos graduados y medicamentos.
Salón de belleza. Hasta 2014, la Cámara de Diputados gastó 2.5 millones de pesos en el pago de honorarios de 2 estilistas cuyo deber es ofrecer el mejor servicio de estilismo a los diputados.
El salón de belleza de los diputados, ubicado en el edificio F de San Lázaro, cuenta con servicio de corte de cabello, aplicación de tintes, bases y manicura. Todo completamente gratis para los legisladores.
La Cámara adquirió todo el mobiliario para el funcionamiento de la estética.
Presupuesto. El Congreso de México ejerció 11,288.7 millones de pesos en 2014, de acuerdo con los datos publicados por la Secretaría de Hacienda en el portal Transparencia Presupuestaria. Cámara de Diputados derrochó 7,339.65 millones de pesos y Cámara de Senadores se engulló 3,949.05 millones de pesos. El gasto total del Poder Legislativo es mayor que el de algunos estados de la República Mexicana.
Los senadores también tienen su paraíso terrenal; por ejemplo, un consultorio con equipo de élite para tratamiento odontológico, para ellos, sus hijos y cónyuges, pero éste será tema de otra colaboración.
Hasta aquí el material de quiencompro.com.
A cambio de todas esas prebendas y altísimo ingresos salariales en dinero y en especie, los legisladores se dedican a empollar el ovoide -el producto de gallina, pues-, de acuerdo a la espléndida información publicada en estas páginas el reciente 27 mayo 2015: “Reprobados, los diputados y senadores de Aguascalientes. A través del Atlas Político (Ranking 5D), académicos de Harvard califican con cero en transparencia a los siete diputados y tres senadores que representan al estado. Se evalúa activismo legislativo, auditoría legislativa, debate, asistencia y transparencia. En promedio, los diputados por Aguascalientes obtuvieron 2.07 de un máximo de 5 puntos”.
Los tres senadores: Martín Orozco Sandoval, Fernando Herrera Ávila y Miguel Romo Medina, y los siete diputados federales: Antonio Cuéllar Steffan, José Ángel González Serna, Mónica García de la Fuente, Pilar Moreno Montoya, Raudel López López, Rubén Camarillo Ortega y Teresa Jiménez Esquivel, de Aguascalientes, han tenido un pésimo desempeño legislativo y, en general, ninguno alcanza una calificación aprobatoria, ni siquiera de panzazo, abunda la nota jornalera, que motiva la pena ajena.
Hace días la Gaceta Parlamentaria exhibió la falta productividad de los representantes (im)populares, al declarar sin efecto legal, la presidencia de la Mesa directiva de la Cámara de Diputados, 390 iniciativas presentadas entre el 24 de junio de 2014 y el 12 de febrero de 2015, por no ser dictaminadas dentro del plazo reglamentario. Mayor irresponsabilidad, imposible.
Después de leer este Vale al Paraíso, seguramente usted correrá el domingo a su casilla para votar por algunos de los sucesores de los reprobados, de los diez legisladores de Aguascalientes que no son precisamente orgullo de familia.
El cargo de los diputados dura tres años y el de los senadores seis, pero la vergüenza toda la vida, ¿no cree usted?
Porque alguien debe de escribirlo: Sostengo los resultados de mi ábaco ranchero, publicados el reciente 11 de marzo: El PRI Aguascalientes hilvanará su cuarta derrota consecutiva y el PAN se llevará, de las tres diputaciones, dos o hasta el “zapato”, como dijeran los jugadores de dominó. Desde el año 2000, esos han sido los marcadores. No veo catalizadores -candidatos atractivos, campañas exitosas, propuestas decorosas, operadores políticos modernos y dirigencia estatal profesional- que puedan cambiar la tendencia histórica.
