Por Sandra Verónica Rivera Ramírez
Una colaboración del Colegio de Internacionalistas del Estado de Aguascalientes, CIEA
“Prosperidad con Equidad: El Desafío de la Cooperación en las Américas” fue el nombre que se le dio a la VII Cumbre de las Américas, llevada a cabo en la ciudad de Panamá los pasados 10 y 11 de abril. Sin duda alguna esta reunión de líderes políticos americanos ha marcado la pauta histórica para una relación diplomática entre las naciones encaminada únicamente hacia el futuro. Lo más importante y que sin duda alguna hay que rescatar es la participación activa de Raúl Castro, representante de Cuba, que tras seis cumbres anteriores, en las cuáles ni siquiera se extendió invitación alguna a la isla caribeña; llega este importante personaje con un discurso totalmente lleno de furor y pasión revolucionaria.
Tras el discurso del mandatario estadounidense, presente obviamente en dicha Cumbre Americana, llega Castro con un brebaje histórico y de reclamo hacia los anteriores presidentes norteamericanos, de coraje por las represiones hechas hacia el pueblo cubano, pero sobre todo de orgullo por su patria, por su gente, por su territorio y por su gobierno.
Desde finales del año pasado, 17 de diciembre para ser concretos, se anuncia al mundo entero el inicio de las negociaciones para reiniciar las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, relaciones que tenían más de medio siglo de estar en una congeladora y que al parecer no se le veía salida alguna. Ni el fin de la guerra fría ni alguna otra circunstancia de las décadas anteriores habían logrado que las relaciones bilaterales entre los mencionados Estados se lograran destensar; sino que por el contrario, seguía siendo un punto álgido geopolíticamente hablando.
Así pues, el hecho de haber roto con ese paradigma y comenzar nuevas negociaciones es un logro verdaderamente histórico no solo para los Estados Unidos de América o para Cuba, es un logro para toda la comunidad internacional. Tal como lo mencionó Raúl Castro en su discurso, el logro de la revolución cubana hace tantos años, le dio a su pueblo la garantía de la libertad. Esta libertad traducida a las propias palabras de este mandatario, quien públicamente y ante testigos de todos los países del continente americano, expresó su admiración por el presidente Obama y lo deslindó de todas aquellas decisiones tomadas por sus homólogos anteriores.
La renovación de prácticas diplomáticas entre los Estados del continente americano, en especial entre Cuba y Estados Unidos ha contribuido a un nuevo orden en la agenda internacional. Las decisiones que han tomado ambos mandatarios desde diciembre del año pasado y hasta la fecha, sin duda alguna marcan una enorme diferencia entre lo que fue la guerra fría y sus consecuencias. Estas decisiones sin duda alguna son de carácter internacional que ayudarán a mejorar todos los ámbitos de la esfera bilateral.
En primer lugar, la decisión de abrir embajadas de los Estados Unidos en Cuba y viceversa, habla del interés por parte de ambos mandatarios a unir a sus nacionales de forma legal y salvaguardando la integridad de los interesados. Por otra parte, la apertura económica de permitir que ingrese a la isla alrededor de dos mil dólares al trimestre como una forma legal de remesa, asegura al país caribeño un porvenir que probablemente mejore y aumente las condiciones de vida de sus habitantes, además que para los Estados Unidos puede representar un flujo económico que sin duda alguna también beneficia a los norteamericanos. El ofertar viajes en ferri desde la isla caribeña hasta Miami, nos impulsa como espectadores internacionales a confiar en que el turismo podrá ser una fuente de ingresos que pueda beneficiar de forma directa a los habitantes de Cuba. Además, el beneficiar a los habitantes cubanos con mayor y mejor acceso a internet, es una clave primordial para el impulso de esta nación a un contexto globalizado
Sin embargo, y sin lugar a dudas, la decisión que personalmente considero de mayor relevancia en el plano internacional, es haber eliminado a Cuba de la lista de los países que apoyan el terrorismo. En propias palabras de Raúl Castro, presidente de la isla caribeña y líder del ejército, “Cuba nunca debió de estar en una lista de países que apoyan el terrorismo.” Para Cuba, haber llegado a la Cumbre de las Américas con esta nueva imagen deja en claro que las relaciones bilaterales que acaban de renacer con los Estados Unidos, anuncian un nuevo porvenir para la región centro norte de nuestro continente, y en realidad, para toda la comunidad internacional.
Para Cuba es un paso gigante haber salido de esta lista, pero sobre todo haber entrado al juego de piezas clave de las naciones americanas. Por su parte, para los Estados Unidos también representa un muy buen avance en materia diplomática, especialmente para el presidente Obama. El haberse encontrado nuevamente para entablar un diálogo histórico en la VII Cumbre de las Américas representa el verdadero reto para las naciones que se encuentran en nuestro continente. Si bien hay muchas más situaciones que mejorar, y sobretodo muchos más problemas que resolver; no cabe duda que el haber iniciado a disolver estas diferencias, es lo que mejor puede impulsar a las naciones a una verdadera cooperación internacional.