Tenemos que aceptar algo: no se puede superar lo que pasó en entretenimiento la semana pasada. Ya llegó Age of Ultron, la prensa vomitó palabras hasta donde le dio el espíritu acerca de las referencias, cameos, sexismo, guión y problemas entre elenco, productores y ejecutivos. La columna de la semana pasada también fue acerca de que el incomprensible espectáculo que vimos en pantalla (si acabas de nacer, claro) es más una montaña rusa que un intento de historia. Y entonces toca hablar de algo que definitivamente no sea Marvel. Usaremos nuestra wild card favorita ¡comedias románticas!.
En un punto entre las cosas cursis con Katherine Heigl y lo abrumador del cine de Judd Apatow, están las comedias independientes acerca de un amor imposible, generalmente más oscuras que rosas. ¿Qué las vuelve así? El acabar intempestivamente e irse a negros, dejándote desconcertado. Una variante es que provoquen un buen de duda. Si el montaje es conservador puede que acabe en un plano continuo con los créditos arriba de la escena mientras suena canción significativa.
Tengo una broma con mi novia, cuando vemos películas decimos que si después de la hora acabarán en cualquier escena (insisto, corte a negros y créditos), serían celebradísimas como una gran cinta independiente con un final que te hace pensar. Una película que lo hace en realidad, es Donnie Darko, que es como el blueprint de las historias acerca de chico raro conoce chica extrañísima en un período idílico (¡Suburbios en los ochenta! ¡Londres en 2010! ¡Japón en 1990!), y hay todo un universo detrás que es mejor no explorar.
La remembranza en Bocadillo, viene porque ayer vimos Love, Rosie, con protagonistas como Lily Collins y el narizón de Hunger Games: Catching Fire. Como soy un débil por las calificaciones colectivas, revisé su calificación en Metacritic (baja) y en IMDB (muy favorable). Esa desconexión me pareció interesantes y cuando ví que era inglesa, pagada por Constantin Film, dije pues por qué no. En rogerebert.com desprecian justo lo que a mí me encantó: una historia que se nutre de coincidencias casi que cósmicas, diálogos cursis y pues un final predecible envuelto en una trama que está a un corte a negros de ser “oscura, desconcertante” y mereceredora de mejores calificaciones por parte de la crítica, cosa que sí es el caso de Like Crazy, una enorme indie romántica que tiene uno de estos finales sin esperanza. La fórmula se repite en One Day, tristemente. Hasta lloras. Si estás en el mood checa Never Let Me Go. Así es como resulta irónicamente refrescante que Love, Rosie acabe en una nota particularmente conservadora y alta, pero ya en la recta final uno puede jugar identificando al menos tres finales probables.
De hecho, vamos a romper nuestra única regla de esta semana, Age of Ultron pudo haber terminado en una mejor nota si cuando el Capitán América y Romanoff presentan a los New Avengers no hubiéramos visto a los desgraciados. ¿Les gustó este nuevo equipo? No lo quise comentar la semana pasada, por aquello de los spoilers, pero lo más triste de la película es que es la última vez que veremos juntos a los grandes cuatro: Thor, Cap, Stark y Hulk.
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