No sólo la fortuna es ciega, sino que hace ciegos a aquellos que favorece
Cicerón
En la economía mexicana, la ley de la gravedad de Newton es inoperante. Todo lo que sube, en realidad nunca baja y menos hablando de precios. Ejemplos los hemos visto muchos, sin ir más lejos, el precio del huevo que inicialmente incrementó su precio en un 300 por ciento por una contingencia viral, subió para quedarse en un desproporcionado nivel de los casi 40 pesos.
Ahora quiero referirme concretamente a los precios de los combustibles en México, que cobraron niveles insospechados y que ahora, debiendo de ajustarse a la baja, los mexicanos seguimos pagando la gasolina más cara de los países productores de petróleo.
Vale la pena ir desmitificando algunas creencias que tenemos respecto a que en México se pagan los combustibles más caros del mundo. Esto no es así. Hablando estrictamente de precios, resulta que el país que más barato vende el litro de gasolina estándar es Venezuela, cuyo precio es de 31 centavos de peso mexicano, y el país en donde la gasolina es más cara es en Hong Kong, en donde el litro de combustible es de 29.4 pesos mexicanos, de acuerdo al Global Petrol Prices, con datos actualizados al mes de marzo 2015. Países como China, Italia, Reino Unido, el precio oscila entre los 16 y los 25 pesos litro. En nuestro país el precio es de 13.57 (8.86 en la frontera norte, por la competencia con Estados Unidos).
El Gobierno Federal, presionado por el PAN, analiza ya la posibilidad de hacer un ajuste a la baja del precio de la gasolina en el país, derivado a la caída del precio internacional del petróleo, sin embargo, a pesar de que la caída de los petroprecios lleva ya casi 5 meses en la banda de los 50-60 dólares, los mexicanos seguimos pagando gasolina cara.
¿Cómo se integra el precio de la gasolina en México?
Son varios los factores que determinan el precio. A pesar de que somos productores de petróleo, México ha venido aplicando una política de importaciones de gasolinas y diésel, lo que hace sujetar su precio a los mercados internacionales. Así, el consumo de gasolina es de 775 mil barriles diarios mientras que el consumo de diésel es de 389 mil barriles por día. De este consumo diario nuestro país produce el 56.9 por ciento de la gasolina y el 43.1 del diésel, el resto lo tenemos que importar.
Para la integración del precio se toma como base el precio de referencia obtenido del promedio del precio de importaciones y de los costos de producción. Otro ingrediente es la transportación que en nuestro país, transportar un litro de gasolina promedio es de 1.05 pesos y 81 centavos el diesel.
A esto se le agregan los impuestos que son esencialmente dos: el IEPS (impuesto Especial a la Producción y los Servicios). Además, se le agrega una cuota especial estatal, recurso que se queda en cada entidad y que es de 35 centavos por litro de gasolina y de 30 centavos por litro de diesel y la ganancia del expendedor que es de un peso promedio por litro.
El margen para el ajuste a la baja puede salir perfectamente del rango estimado del precio de referencia, por tanto la disminución del precio podría ser de entre 3 y 4 pesos por litro. La decisión está en manos del Gobierno Federal, que seguramente la disminución y su anuncio estará ligado al proceso electoral.
Hoy nos volvemos a hacer la misma pregunta que por décadas nos hemos preguntado: ¿Por qué México sigue vendiendo gasolina cara a pesar de que somos productores de petróleo?