- Como parte de las actividades de la entrega del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes
- Las mujeres continúan siendo minoría en la poesía pero las que hay son de calidad: Verónica G. Arredondo
Como parte de la entrega del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, el Instituto Cultural en conjunto con el Centro de Investigaciones y Estudios Literarios (Ciela) Fraguas, organizan año con año una serie de jornadas de poesía, previo al evento protocolario con autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), con el objetivo de llevar poesía a nuevos públicos, como jóvenes estudiantes de preparatoria y habitantes de comunidades alejadas de la capital.
La mañana de ayer iniciaron con una charla juvenil en las instalaciones del Conalep II, con la asistencia de los semestres mayores; por la tarde, en el Ciela Fraguas se albergó a cuatro poetas oriundos de Zacatecas, Querétaro y Aguascalientes moderados por la jefa de departamento de Letras de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Ana Luisa Topete Ceballos.
Por el prestigio con que cuenta el premio en el ámbito nacional, los autores reconocieron que aunque tal vez no sea un premio cuantitativo (en cuanto a lo económico) sí lo es en calidad poética, “no creemos que sea un premio que requiera ya una convocatoria mayor, por sí solito se ha mantenido entre los mejores del país”, al recibirse más de 800 trabajos en promedio año con año se ha consolidado como el más cotizado en el ámbito de la poesía mexicana.
Desde la perspectiva de la zacatecana Verónica G. Arredondo, es un premio que marca un antes y un después en el poeta ganador pues implica el haber llegado a un punto máximo de trabajo y de reconocimiento, así como de la autoproyección estimada.
Como primer voz en la lectura de la mesa, la ganadora del Premio de Poesía y Narrativa Dolores Castro 2014, presentó una serie de poemas breves de Verde fuego de espíritus, libro con el que ganó el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde, y que trata sobre los asesinatos de mujeres y la violencia de género; para cerrar, adelantó versos inéditos que forman parte de un libro próximo a publicarse, titulado Caja obscura y Hasta ahora son las tres moiras que cortaron el hilo de tu vida, ambos con epígrafes de Blanca Varela.
Tradicionalmente, el hombre es el poeta, pues aún hay generaciones que no aceptan que una mujer también gane premios en el ámbito de la literatura, sin embargo, Arredondo observa un incremento eventual de mujeres en las universidades, “cada vez somos más mujeres las que buscamos un título, una maestría o algo que aumente el estudio de la disciplina, hasta pareciera que los hombre se estuvieran rezagando”.
En la cuestión de género y estadística, sí es mayor el número de participantes masculinos que femeninos en las mesas de lectura o en las publicaciones editoriales, “las mujeres siguen siendo minoría en la poesía, pero las que hay son de gran calidad”. Consideró que poco a poco la mujer tomará el terreno de las instituciones y llegará el momento donde la situación sea equitativa, aunque puso énfasis en que más allá del género, la poesía debe enfocarse en la calidad poética, que sea reconocible e innovadora.
Como representante del estado invitado a la Feria Nacional San Marcos, el queretano Tadeus Argüello obsequió sus versos más duros y rudos, para después dar pie a los aguascalentenses Liliana Ramírez y Ricardo Esquer. Desde ayer hasta el jueves 7 de mayo, habrá diversas mesas de lectura en cuatro sedes, Conalep II, Jesús María, Ciela Fraguas y Teatro Morelos, en este último se cerrará con el acto de entrega oficial del premio a Jesús Ramón Ibarra Ramírez por su obra Teoría de las Pérdidas, en punto de las 12:00 horas.